Volver a escucharte — cuando las respuestas no están fuera, sino dentro 6x5q2i

¡Hola bonita! Hoy estoy aquí con mi amiga Laia, que es psicóloga y doctora en neurociencias, y teníamos muchas ganas de grabar este episodio juntas, ya que hace un tiempo que veníamos hablando de cómo, muchas veces, buscamos fuera lo que en realidad sólo podemos encontrar dentro.

Con tanta información hoy en día, tantos mensajes en redes, tantos tips y consejos rápidos sobre cómo estar mejor, a veces nos perdemos, y dejamos de escucharnos y de estar en o con lo que realmente sentimos y con lo que necesitamos de verdad.

Así que hoy queríamos compartir algunas reflexiones sobre esto, y sobre cómo volver a conectar con una misma, con ese lugar interno al que a veces no damos tanto espacio, pero donde suelen estar muchas de las respuestas que buscamos. Así que allá vamos.

¡Hola Laia! ¡Hola, buenos días! Pues sí, hoy la idea es un poco compartir esta reflexión que hemos tenido con Raquel, sobre cómo hoy en día nos encontramos con, sobre todo, mujeres muy empoderadas, muy responsables, con muchas ganas de hacer las cosas bien, de no entrar en la queja, sino de buscar soluciones a las cosas.

Pero entonces, con este exceso de información que hay hoy en día, parece que cada vez se tenga que hacer más y más, y tienes que meditar, levantarte pronto para organizarte, comer chía con arándanos orgánicos, de no sé qué procedencia, con mil fórmulas, y que parece que si no haces todo esto, a veces es que no te estás cuidando suficiente, o que no estás haciendo suficientemente esfuerzo para estar bien.

Y yo creo que hay un momento que este exceso de energía hacia afuera, para intentar buscar tu paz interior, es lo que acaba colapsando un poco nuestro sistema nervioso, y al final encontrar nuestra paz interna. Cuando intentamos todavía buscar más cosas, más soluciones afuera, esforzarnos más, hay un punto que uno se cansa muchísimo más y todavía entras más en la sensación de nada me funciona, entonces soy yo el problema. Y un poco lo que hablábamos es lo importante de parar y decir basta, no hace falta buscar más, ser más, mejorar más, sino simplemente ir a lo más sencillo, que es a veces parar, respirar y escucharnos, y entonces ahí ver qué sucede. Pero no es tan fácil, ¿no? A veces. A mí me ha pasado muchas veces que cuando algo no iba bien o me sentía confundida, lo primero que hacía era buscar respuestas fuera sin pararme a observar dentro.

Y ojo, creo que también es importante decir que no se trata de rechazar lo de fuera, a mí por ejemplo me encanta estudiar, entender cómo funciona la mente, el cuerpo, la parte más científica de todo esto, porque también eso nos ayuda a tener un pensamiento más crítico. Pero creo que es importante no tragarnos todo sin filtro, sino poder preguntarnos, ¿esto que estoy leyendo o aprendiendo realmente resuena conmigo? ¿Encaja con lo que siento? ¿O estoy intentando cumplir una expectativa que en el fondo no es mía? Además, muchas de esas respuestas que buscamos están dentro. Y lo complicado es que eso requiere parar, escucharse y también sostener la incertidumbre de no tenerlo todo claro. El problema es que cuando nos guiamos sólo por lo que viene de fuera, corremos el riesgo de intentar encajar en normas o expectativas que no tienen nada que ver con nosotras.

Y desde ahí puede aparecer mucha exigencia, ese debería hacer esto, tendría que sentirme de esta manera, cuando en realidad lo que necesitamos puede ser algo muy distinto. Creo que el reto está en eso, en poder tomar lo que viene de fuera, lo que aprendemos, y filtrar desde dentro, desde nuestra verdad. Ahora me has hecho pensar en una sensación que he tenido a nivel personal. Muchas veces yo, desde pequeña, hacía el ayuno intermitente y no desayunaba. Y he tenido mucha presión externa toda mi vida de que esto es malo, el desayuno es la comida más importante del día... Y yo me acostumbré a no desayunar, porque mi cuerpo no me lo pedía. Y había un punto en que me sentía culpable, a veces hasta llegaba a mentir para que la gente no se preocupara y me dijera no tienes que comer porque es importante, si no comes que algo mal está haciendo...

Y me acuerdo hace poco, cuando salí de todo esto de estudios científicos que respaldaban el ayuno intermitente, había un punto interno de decir es que yo ya lo sabía en realidad. ¿Y por qué es necesario que haya este estudio científico para yo sentirme válida para tomar esta decisión? ¿Es verdad que te ayuda a poder argumentar, a poderlo decir más libremente o apoyada? Pero es verdad que mi cuerpo ya me lo decía desde hace muchos años. Y cuando a veces esta guerra con lo que tú sientes y lo que se espera de ti en el exterior, crea muchísimo malestar. Y entonces, cómo regular esta discrepancia es muy difícil. Con ese ejemplo que pones Laia, a mí me pasó justo lo contrario, en un momento en el que estaba súper enfocada en ser saludable.