El renacer de la mujer a los 50, 60 y 70 - DEJA QUE TE CUENTE 13/04 5z561z

Muy buenos días, sean bienvenidos, sean bienvenidas un día más a este programa de Multicanal Radio, deja que te cuente. Hoy vamos a hablar de la renacer, de esas mujeres que han pasado la barrera de los 50 y de repente se miran al espejo y dicen ¿pero esta soy yo? ¿Tanto tiempo ha pasado? Pues sí, el tiempo pasa. No tenemos 20, no tenemos 30, pero tenemos una maravillosa vida por vivir aún. Así que no te vayas, quédate aquí porque estoy convencida que lo vas a pasar muy bien. Cuando teníamos 30 años nos poníamos tacones aunque doliera y no nos importaba.

A los 40 regalábamos nuestro tiempo como si fuéramos una oreja y de pronto un día cualquiera llegaron esos 50, esos 60, esos 70 y llegó la gran pregunta ¿y ahora qué? Bueno, pues ¿ahora qué? Vamos a ver qué podemos hacer para que estos 60, 50 o 70 años sean una etapa maravillosa que nos va a dar muchísima energía para poder seguir disfrutándola. Así que ¿qué es la madurez sino el final del camino o un final del camino o el comienzo de algo mejor? Hay un momento, no tiene edad exacta ni aviso previo, en el que una mujer se mira al espejo y piensa ¿quién eres tú? ¿Qué hiciste con la de ayer? Pues sí, en realidad no lo dice esto la tristeza, lo dice una mezcla rara entre susto y curiosidad, como cuando entras en un trastero que llevas años cerrado y no sabes si vas a encontrar una joya olvidada o un rato muerto, pues algo así pasa con los años.

A ver, nos vamos a poner serias pero no trágicas, no es que de pronto dejes de ser tú, es que sin darte cuenta, cambiaste tanto, pero tanto para encajar en lo que se esperaba que ahora te cuesta reconocerte sin ese uniforme, porque eso fue durante años un desfile este uniforme, el de madre, el de esposa, el de profesional exitosa pero con las raíces hechas un desastre, el de mujer que puede con todo, mientras que se le quema el arroz, que se le pasa la cita del dentista y se le olvida que le gustaba el yard y de repente cuando los hijos se van, el perro ya no te necesita y tu pareja te mira como quien ve el fondo del cajón de los carcetines, aparece el silencio, un silencio nuevo que ya no es castigo, que ya no es soledad, es espacio, es ¿y ahora qué hago con este hueco que antes llenaba con deberes ajenos? Y ahí, justo ahí empieza todo, o mejor dicho, ahí empieza ella, la nueva ella, porque la mujer que siempre estuvo pero que apenas ahora tiene permiso para hablar, la que creía si antes lo hacía todo bien o todo mal, está ahí.

Carmen tiene 53 años, es madre, contable, divorciada y un día me comentó, un día se fueron mis hijos de casa y yo me quedé en la cocina con un tenedor en la mano preguntándome ¿y ahora qué hago conmigo? ¿les suena esto? ¿Cuántas de nosotras una vez que se van los hijos de casa nos hacemos esa pregunta? Sin embargo, Estela, de 60 años, es profesora, viuda de 60 años,