Meditación SERIE 9-14 3j2d5r

Ponemos esa postura cómoda a la vez que relajada, los hombros centrados en el asiento, pies en el suelo, las manos sobre las piernas y poco a poco voy conectando con este maravilloso recurso que nos abre la puerta de la calma, ese recurso que nos ancla al momento presente que es la respiración y vamos a tomar conciencia de cómo entra el aire en mi cuerpo y cómo sale.

Voy a convertirme en el observador de mi propia respiración, no esfuerzo nada, sigo el propio ritmo natural de mi respiración y observo cómo entra el aire en mi cuerpo y cómo sale, soy capaz de perfilar esos pequeños detalles como la temperatura del aire al entrar por mi nariz, puede ser que ese aire sea más frío al inspirar y algo más cálido al expirar y bailo al ritmo del baile de mi propia respiración, bailo con ella y me siento mecido por ella como si estuviera en un columpio, inspiro, tomo aire y siento como cada vez que lo tomo entra vida y energía en mi cuerpo, una vida que sana, que revitaliza, que rejuvenece cada órgano, cada tejido, cada célula, tomo conciencia al expirar y observo cómo al soltar libero todo aquello que ya no sirve, inspiro y lleno de vida, de energía y suelto, observo mi propia respiración, me acompaño de ella, puedo darle un color a ese aire que entra, el color que más te guste, el blanco de la nieve, el azul del mar, el verde del bosque, imagino que ese aire con ese color cada vez que tomo y que inspiro entra como un río interior por mi cuerpo, como aire y ese aire del color elegido como un niño inquieto entra en mi interior y dibuja el cerebro, las orejas, los labios, la barbilla, ese aire va coloreando el cuello, los hombros, el pecho, si hubiera alguna tensión al expirar aflojo esa zona, ese aire con ese color elegido juega y discurre por la espalda, por los brazos, el izquierdo, la mano izquierda, sus dedos, por el brazo derecho, la mano derecha, sus dedos.