Meditación y conferencia: “El poder de la atención interior”, con Enrique Simó 6l472z

Om Shanti, bienvenidos y bienvenidas a esta meditación y charla en la que vamos a experimentar, reflexionar sobre el poder de la atención interior. Me gustaría empezar con un pequeño cuento, estas historias típicas de maestros no se sabe de dónde, pero son siempre interesantes, ¿no? Y entonces cuentan que había un maestro meditando en su sala de meditación, en la casa, en su templo, con algunos discípulos que estaban allí, él estaba concentrado y de repente empieza la tierra a moverse, ¿no? Empieza a haber como un terremoto y empieza todo a sacudirse y todos los que estaban en la sala salen corriendo, uno por la puerta, el otro por la ventana, todos salen corriendo. ¡Buah, que no se mueve más! Salen todos corriendo, menos el maestro que sigue ahí, tranquilo.

Y dos fuera ya, uff, todo vuelve a parar. Ay, qué bien, no ha sido tampoco tan grave, pero bueno, esto ha sido un pequeño terremoto, pero qué susto, ¿verdad? Y entonces uno de ellos entra y entonces le dice, bueno, maestro, ¿y por qué no has corrido tú? Nosotros hemos corrido para salvarnos y tú te has quedado allí.

Dice, no, yo también he corrido. Sí, pero ¿cómo, cómo? Si no te has movido. No, claro, es que yo he corrido para adentro y vosotros corríais para afuera. Y en el momento que, o sea, que él vio que pasaba algo, rápidamente adentro, ahí quieto. Dice, porque fuera hay mucha inestabilidad y hay inseguridad, pero dentro hay un espacio estable, tranquilo, relajado y donde hay paz y desde ahí, bueno, lo que ocurra, ocurrirá, ¿no? Y este cuento es un poco la realidad de lo que está ocurriendo hoy en día.

La mayor parte de personas, pero la mayor parte por un número exageradamente grande en comparación de los que corren hacia adentro, corren hacia afuera, buscando la felicidad fuera, buscando la paz fuera, buscando la satisfacción en la vida fuera y aunque se ve evidentemente que no está, o sea, porque cada vez hay más películas, canciones, poemas, libros, vídeos, que nos dice que todo está adentro y tal, pero aún así, muy poco se lo cree. Y la tendencia a ir hacia afuera es tan fuerte, y sobre todo hoy en día, que tenemos los móviles y tenemos los dispositivos, es tan fuerte que se ha convertido en una adicción global. O sea, antes las adicciones eran más por pequeños grupos, ¿no? Pero esto es una adicción global.

Y lo ves en las calles, o sea, si lo viéramos esto, si pudiéramos ver como si fuera una película de ciencia ficción, ¿no? Nos remontamos a 50 años atrás, por decir, incluso menos, con 30 ya también serviría. Y nos proyectan una película de esto, ¿no? Y son toda la gente por la calle así, con un aparatito, que en esa época no se sabía lo que era. Entonces nos dicen, sí, porque llegará un momento que el mundo estará invadido por unos dispositivos y no sé qué, y todos así, guau, qué película, fíjate, todo el mundo así, todo el mundo.

En los metros, en los autobuses, entonces unas cámaras, ¿no?, enfocando por todas partes, diríamos, guau, qué mundo, ¿no? Fíjate, la gente ya no habla. Luego en las mesas, en los comedores, ¿no?, en las casas, todos con su móvil, comiendo así, el otro viendo la televisión, comiendo así, y diríamos, guau, esto es ciencia ficción. Esto es ciencia ficción.

¿Y no? Y ahora lo estamos viendo como una realidad. La gente, o sea, yo observo bastante, siempre os lo digo, ¿no? Y me gusta observar porque así aprendo también, ¿no? Y me doy cuenta de lo que pasa. Solo con la observación es suficiente. Pero incluso las relaciones entre los jóvenes están basadas a través del móvil.

Es decir, están sentados en un parque, los dos muy a cara de maledictos, diríamos, pero no están hablando, están compartiendo un móvil, están compartiendo un vídeo, están... Pero no unos, sino la gran mayoría. O sea, su forma de comunicarse ya no es directa.

Ahora es siempre indirecta, ¿no? A través de algo que les distrae y se ríen y lo pasan bien, pero tienen que tener ese aparatito.

Ahora, ¿quitas ese aparatito y qué queda en la relación? Pues muy poquito. Y si no hay entrenamiento en una relación, ¿cómo va a ser después esa relación en el día a día? Porque no puedes estar todo el día con el móvil.

Hola, buenos días, ¿qué tal? Bien, ¿y tú? Yo también. No puedes estar así. Entonces, fuera no hay poder.

Esa es la cuestión. Si fuera hay paz, amor y todas estas cosas, pues encantado, estaríamos dando clases para estar bien fuera, más fuera todavía. Pero ¿está comprobado que no? Y lo que yo observo también, y ya no solo en jóvenes, sino ahora ya en la gran mayoría de personas, personas además con un buen trabajo, con un buen sueldo, una buena familia, o sea, con las circunstancias externas que se supone que son las ideales, que mucha gente no las tiene también, esto hay que decirlo, pero vamos a poner los que las tienen.