¿Te estás “hirviendo” sin darte cuenta? 2n1v6d

¿Te está sirviendo sin darte cuenta? Hoy te voy a contar la fábula de la rana.

Tú decides cómo quieres ser. Ya sabes que este es tu podcast de desarrollo personal.

Y estás escuchando a Mercedes Cobo, psicóloga creadora de Emocioteca.com Esta historia nos advierte de que los cambios que poco a poco se van produciendo en nuestra vida, aunque nos pasen desapercibidos, pueden conducirnos a un deterioro nada deseable.

La historia de la rana es esta. Imagina una cazuela llena de agua en cuyo interior nada tranquilamente una rana. Se está calentando la cazuela a fuego lento y al cabo de un rato el agua está tibia. A la rana esto le parece bueno, agradable y sigue nadando.

La temperatura empieza a subir y ahora el agua está caliente. Bastante más de lo que a la rana le suele gustar. Pero no se inquieta, además el calor siempre le produce algo de fatiga.

Ahora el agua está caliente de verdad y la rana empieza a parecerle desagradable. Lo malo es que ya está sin fuerzas, así que se limita a aguantar, intenta adaptarse y no hacer nada más.

La temperatura del agua sigue subiendo poco a poco, despacito, hasta el momento en que la rana acaba hervida y muere sin haber hecho nada por salir de la cazuela. Si la hubiésemos sumergido de golpe en una cazuela a 50 grados, hubiera saltado rápidamente. Pero no.

Ya lo es. El autor de esta deliciosa fábula, Oliver Clare, reflexiona, nos hace reflexionar acerca de la salud, de lo social, del medio ambiente y nos transmite todo el tiempo mensajes interesantes sobre la conciencia y los procesos de cambio. El experimento de la rana demuestra que un deterioro, cuando es muy lento, nos pasa inadvertido y no provoca en nosotros ningún tipo de reacción. Vamos, que no nos enteramos. Por eso ni nos revelamos, ni peleamos, ni hacemos nada.

En este escenario, solo estos tres elementos pueden ayudarnos. 1. Tener desarrollado un buen nivel de conciencia. 2. Tener una memoria excelente. 3. Contar con un patrón de referencia que nos permita valorar la situación de otra manera. Bueno, antes de ver cómo funcionan estos elementos, te recuerdo que cuentas con tu consulta telefónica gratuita. No tienes más que entrar en mi web emocioteca.com, ir a o y en la agenda elegir el día y la hora para que yo te llame.

Hablaremos, me contarás tu situación, te ayudaré y veremos cómo podemos continuar trabajando en un plan realmente de mejora. ¿Cómo funcionan estos tres elementos que te he contado? ¿Cómo nos ayudan? Mira, la conciencia es el primero. Date cuenta que sin conciencia nos movemos únicamente por los instintos y los procesos automáticos. Somos acción-reacción y nuestra capacidad de intervenir y de decidir se quedan anuladas. Porque sin conciencia de las cosas y de nosotros, no hay un pensamiento verdadero al que podamos hacerle caso. Y tampoco hay reflexión.

El ser humano inconsciente está dormido. ¿Llamamos despertar? Fíjate a ese punto en el que nuestra conciencia se expande, nos volvemos más humanos y dejamos un poco el ego de lado.

Para aclararnos, tener la conciencia adecuada significa que conocerse bien, adoptar una actitud abierta que nos permita