Vitaminas para tu alma 264r2m

Dentro de cada uno de nosotros vive una parte esencial: nuestro niño interior. Esa niña o niño que fuimos alguna vez no ha desaparecido; sigue ahí, guardando nuestras primeras emociones, sueños, heridas y necesidades más auténticas. Es la voz que nos recuerda cómo se siente la ternura, la curiosidad, la alegría sin motivo… y también, a veces, el dolor no expresado. El niño interior representa nuestras memorias emocionales más profundas. Aquellas experiencias que marcaron nuestra forma de ver el mundo, de confiar, de amar, de protegernos. Cuando ese niño fue visto, valorado y amado, florece dentro de nosotros como creatividad, espontaneidad y autoestima. Pero cuando fue ignorado, rechazado o herido, puede manifestarse en la adultez como miedo, inseguridad, perfeccionismo o dificultad para poner límites. Sanar a nuestro niño interior no significa quedarnos anclados en el pasado, sino aprender a mirarlo con compasión, darle el amor que quizás le faltó, y permitirle expresarse desde un lugar seguro. Es un acto de amor profundo hacia nosotros mismos. Es darle la mano a esa parte de nosotros que solo quiere ser escuchada, aceptada y abrazada. Este camino no es lineal, pero sí transformador. Reconectar con tu niña o niño interior es volver a casa. Es darte permiso de ser completo, sin dejar ninguna parte de ti atrás. 🎁Te invito a entrar en mi grupo para recibir las clases de Amor y Autoestima semanales https://chat.whatsapp.com/K9aDV7tSUScFUn9wfKTyaw

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Episodio número 1 En este episodio inicial se comienza a entender algunos de los conceptos que explicaremos más adelante.