
Descripción de La solterona 1s16c
La familia Ralston y la familia Lovell ultiman los preparativos de la boda que unirá a ambas familias. Pero la novia, Charlotte Lovell desvela un secreto a Delia Ralston que podría cambiar para siempre el destino de ambas familias. Este secreto creará entre las dos mujeres una extraña relación lleno de compasión, amor y celos. Obra de Edith Wharton. Guion adaptado de Manuela González. Interpretado por: Chelo González Ronda, Marisa Lahoz, Carolina Tak, María Álvarez, Rafi de la Torre, Charo Cremona, Gaby Alvarez, Tina Barriuso, José María del Río, Francisco Lahoz, Pablo Jiménez, Aníbal Vela y Rafael Naranjo. 3h2u1c
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A partir de este momento...
La Solterona, de Edith Wharton, en versión radiofónica de Manuela González Abba.
La Solterona ha sido publicada recientemente en el libro Vieja Nueva York, de la colección Áncora y Delfín, de Ediciones Destino.
Edith Wharton nació en 1862 en Nueva York.
Casada con un banquero de la Alta Sociedad de Manhattan, observa y escribe lo que ve.
Desde 1907 vivió en Francia.
Escribió más de 40 libros y tuvo dos veces el premio Pulitzer.
En 1850, la Vieja Nueva York estaba regida con sencillez y opulencia por unas pocas familias.
Los Ralston eran una de ellas.
Los Ralston iban ya por la cuarta generación, cuando Delia Lovell se casó con James Ralston, a los 20 años.
Cinco años después, Delia Ralston era, sin discusión, una de las más elegantes y populares jóvenes matronas del momento.
Estaba pensando en sus dos hijos y en su marido Jim, tan complaciente siempre, mientras se miraba al espejo.
Se estaba probando el tocado nuevo que acababa de comprarse para la boda de su prima Charlotte Lovell.
Charlotte se iba a casar con otro Ralston, Joe, casi igual que su marido Jim.
Era lo mejor que podía hacerse y todo le iría como le fue a ella.
Miró con satisfacción el lujoso cuarto y se detuvo en el reloj de bronce brillante.
Una zagala estaba sentada en un tronco caído con una canastilla de flores y un pastor, acercándose furtivamente, le robaba un beso.
Había sido el regalo de boda de su tía Manson Mingott, que vivía en París y era recibida en las tuyerías.
Se lo había llevado Clemen Spender.
¿Me quieres hacer un favor? Llévale esta a mi sobrina Delia.
Se casa precisamente cuando tú llegas a Nueva York.
¿Se casa Delia? Sí, con Jim Ralston.
Todo el mundo le criticó a Delia que hubiera puesto el reloj en su dormitorio en vez de en la chimenea del salón.
Pero ella sabía que su boda con Jim no se hubiera realizado si Clemen Spender hubiera podido mantenerla o si hubiera renunciado a la pintura y a Roma.
Le gustaba verlo allí.
La pobre Charlotte no tiene una habitación tan bonita como esta.
No, ni este reloj.
Aunque ella no está acostumbrada a las cosas buenas.
Cuando se presentó en sociedad, llevaba un vestido vuelto de su madre.
Esa chica, Charlotte, es una pena.
Baila muy bien.
Pero con ese vestido...
No es el vestido.
Es que tiene el pelo demasiado rojo y los ojos demasiado claros.
Y hasta parece que se ve bien.
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