Historias íntimas del paraíso 5s4123

RTVE Audio. Descarga la nueva app y disfruta de los programas de RNE y nuestros podcast originales. Silencio. Se habla. Una hora semanal dedicada al espectáculo y dirigida por nuestros cómicos y autores a la imaginación de los oyentes. A partir de este momento... Creo pues Dios al hombre a imagen suya.

A imagen de Dios le crió. Criolos, varón y hembra. Por tanto el señor Dios hizo caer sobre Adán un profundo sueño y mientras estaba dormido le quitó una de sus costillas y llenó de carne aquel vacío.

Y de la costilla aquella que había sacado de Adán formó el señor Dios una Historias íntimas del paraíso de Jaime Salón es la farsa que les invitamos a escuchar seguidamente. Llegará a ustedes en versión radiofónica de Pablo Jiménez para Radio Nacional de España, Radio 1. El escenario es único a lo largo de toda la farsa. Abigarrado y frondoso rincón del Edén.

Hay una mesa de despacho con libros y papeles bajo un árbol al fondo.

El primer personaje que aparece es el ángel vestido muy convencionalmente con aspecto de director de hotel. Luego aparecerá Adán vestido con sólo unos tejanos descoloridos y una camiseta. Adiós, buen viaje, le felicito. Ha quedado precioso, una obra maestra, enhorabuena. Maestra, que es una obra maestra, lo mejor que ha creado hasta ahora. Y gracias, muchas gracias por la confianza que me demuestra al darme este cargo. Gracias y feliz fin de semana, señor, que merece un buen descanso. Adiós. Y ahora qué.

Eso es muy cómodo, construir, construir, crear, crear, Adán, barro, barro. Bien, ha quedado todo muy curioso, muy arregladito, no lo niego, pero ¿quién va a cuidar del mantenimiento y conservación? Las cosas se fabrican como churros, pero luego ahí quedan. ¿Quién las hace marchar? ¿Quién las mantiene en orden? Y mientras él estará descansando allá arriba tan divinamente, yo aquí apechugando con todo, porque cualquiera sabe cómo funciona este invento. Por no saber, no sé ni el nombre de las cosas.

A ver cómo se llama esto. Palacio Paleto... Paraíso, eso es Paraíso. Pues ya soy general del Paraíso. ¡Eh, tú! ¿Cómo te llamas? Maldita sea. Vamos a ver.

Hinojo, Zico, Gin... ¿Qué nombres? A mí estos tecnicismos... Aquí, hombre, que no se me olvide, hombre. ¡Eh, tú, hombre, ven aquí! ¿Es a mí? ¿A quién va a ser, si no hay nadie más? ¿Cómo me ha llamado una cosa tan rara? Te he llamado hombre, a ver si te lo aprendes.

Sí, señor. Yo no soy el señor, llámame Ángel. Ángel, no se me olvida.

Tú no sabrás nada de todo esto, ¿verdad? Acabo de llegar. Ya, ya. ¿Cómo se llama eso? ¿Qué?