Smartphone; un cáncer para la humanidad 4z4vt

Muy buenas, ¿cómo está? Bienvenido a Cuadernos de Ilógica, un espacio para la reflexión
sobre el comportamiento humano. Y no se reconoce a usted mismo en el modo en que subjetivamente
usted se entiende y eso se alarga en el tiempo. Más allá de tres semanas, dos, tres semanas,
un mes, acuda a sus especialistas de referencia en primer lugar. Lo digo porque normalmente cuando
la gente se encuentra afectivamente mal, lo primero que recurre es a las pseudociencias
y a internet. Es como la primera opción. Cuando en realidad debería ser la última,
cuando ya no consigo mejorar ni con un psicólogo, ni con dos, ni con tres, ni con el psiquiatra,
bueno, ya uno desesperado, ¿verdad? Lo que pasa es que eso no suele suceder. Y hay como
una tendencia que es bastante curiosa, que sí, es bastante fuerte, y además se intenta potenciar
desde la cultura. Primero acudir a un coach por internet, una conferencia, después acudir a ver
qué dice el psiquiatra online. Pero no te ha escuchado, claro, no conoce tu caso. Luego a
otras cosas, ¿no? Es decir, a todo tipo de cosas, ¿no? Que están intentando colocarse entre el
paciente que tiene algún tipo de psicopatología y el profesional acreditado que es el que sabe
tratar ese tipo de cosas. Claro, entonces se da un proceso inverso, cosa que observamos muchísimo
en la clínica. Así que tengan cuidado con esto, por favor, porque cada vez es más frecuente hablar
con otros profesionales. Es que me viene la gente, y cuando hago la historia, es que han pasado por
una cantidad de pseudoterapias, de pseudociencias, de paranoias raras, pero a veces lo que yo le
llamo largas travesías por el desierto. Se han comprado todos los libros del doctor Puch, claro,
pero es lo que he explicado en muchas ocasiones, es que se cronifica la cosa. Porque es el objeto,
quiero decir, el objeto de la divulgación psicofolclórica es la cronificación de las
personas. Consciente e inconscientemente, con o sin intención, a mí no me digan, pero la intención no
varía la consecuencia del acto. Seguir los consejos de alguien que no te escucha, que no tiene...
Bueno, primero, aunque tenga muchos estudios, aunque sea muy experto, si no te ha escuchado, si no conoce
tu historia, no sabe cuál es tu historia, entonces ¿cómo te puede aconsejar? Tan sencillo como esto,
tan sencillo que hay que escuchar para intentar comprender, y después hay que diagnosticar.
Y ya después de escuchar, comprender y diagnosticar, pudiéramos movernos hacia
hacer algún tipo de prescripción, ¿verdad? Bueno, este es el proceso inverso,
el narcisismo en estado puro. Yo no escucho a nadie, pero les doy consejos a todos sobre la
felicidad. Mañana, martes, en El Hormiguero, tendremos a Marian Rojas. Ya tuvimos a Ana y
a Garteburu, y ahora tendremos a Marian Rojas. Lo de Marian Rojas tiene más delito, por lo que
le estoy explicando, ¿no? Entonces, claro, esto es tremendamente lesivo. Los libros de autoayuda,
conferenciantes motivacionales, cada uno que haga lo que le dé la gana. A mí, personalmente,
no me ha afectado nunca a nivel de lo que es el trabajo. Pero bueno, oye, cada uno que haga lo
que considere oportuno. Ahora bien, meterse en internet a escuchar consejos de alguien que no
le ha escuchado y no conoce su caso, ni sabe quién es usted, ni nada, bueno, es como para
darlo una vuelta, ¿no? Para diagnosticar hay que escuchar, y para prescribir, primero hay que tener
algún tipo de diagnóstico, ¿verdad? Estamos en un momento en el que las redes sociales que