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SOLO PARA ADULTOS X - Voces reales
Se masturbo en mi cara.

Se masturbo en mi cara. 3d4z58

17/4/2025 · 07:21
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SOLO PARA ADULTOS X - Voces reales

Descripción de Se masturbo en mi cara. 4c352

Hola de nuevo queridos lectores. Después de bastante tiempo sin escribir ningún relato vuelvo para contaros nuevas experiencias vividas desde que escribí el anterior relato. No voy a describir como somos ya que está en el anterior relato. Bueno no me entretengo más así que empiezo con el relato. Desde ese día todo cambio en nuestras sesiones de sexo. A ella le empezó a gustar cada vez más el sexo anal y casi siempre me pedía que la rompiese su precioso culo. Y seguíamos haciendo doble penetración con el dildo que compré mientras fantaseamos con que era otro hombre y yo los que la estábamos follando a la vez. También me dejaba correrme en su boca o hacerla un facial. Además, ella tenía cada vez más orgasmos cuando lo hacía. Un día me asombró mucho porque después de correrme en su cara siguió masturbándose relamiéndose toda la leche que podía alcanzar con la lengua y tuvo un orgasmo tremendo. No le di más importancia, pero un día que llegué antes del trabajo al entrar en casa me la encontré desnuda y abierta de piernas masturbándose delante del ordenador. Me quedé alucinando, no porque se masturbará ya que eso es algo normal. Fue por el vídeo que estaba viendo mientras lo hacía. En la pantalla se veía como una chica joven recibía una gran corrida que prácticamente la llenaba la cara entera de leche. Mi novia al verme en la puerta me miró con cara de viciosa y con un dedo me hizo un gesto para que me acercase a ella y continuó masturbándose. Me acerqué rápidamente y sin parar de hacerse un dedo me dijo: - Esto me vas hacer tú ahora mismo Sin más me saco la polla y empezó a comérsela con gran maestría. No estuvo mucho tiempo hasta que ella estaba a punto de correrse y me dijo: - Llena mi carita con tu lefa ya. La quiero toda. Vamos dámela ahora mismo que me corro. Empezó a gemir muy fuerte y con esa imagen y sus palabras no aguanté más y me corrí en la cara mientras ella tenía su orgasmo y temblaba cada vez que un disparo de leche la daba en la cara. Cuando cesaron sus espasmos me dijo: - Dios mío, ha sido una maravilla. - ¿Y esto a que ha venido? La pregunte yo. - Voy a darme una ducha que creo que me hace falta. Luego te explico todo no te preocupes. Entonces salió por la puerta y se fue a la ducha, dejándome ahí parado con cara de tonto sin comprender muy bien lo que estaba pasando. A los 20 minutos más o menos salió del baño solo con la toalla enrollada en su cuerpo se acercó y me dio un beso y me dijo: - Anda vete a darte una ducha tú también, cuando salgas cenamos y después hablamos de lo de antes y te lo explico. Yo la hice caso y me fui a dar la ducha. Sali de la ducha solo con el calzoncillo puesto y fui para el salón. Allí estaba Eli sentada en el sofá solo con un tanga puesto y sus preciosas tetas al aire. Al verme me dijo: - Ven siéntate y vamos a cenar tranquilamente. Así lo hice y nos pusimos a cenar. Entre una cosa y otra, paso como una hora en la que estuvimos hablando de varios temas. Vamos que fue una cena normal como la de cualquier otro día. Recogimos la mesa y cuando acabamos volvimos al salón a sentarnos en el sofá. Me dio un beso y dijo: - Venga que te voy a contar todo. - Ok perfecto. Dije yo y me dispuse a escucharla “Bueno pues empiezo a explicarte, el día que hicimos por primera vez la doble penetración, me puse super cachonda y por eso me tragué toda tu corrida y la verdad es que no estuvo nada mal. Pero cuando lo hemos hecho otras veces y me has llenado la cara de leche me empezaba a gustar más. Y cada vez que me lo hacías me iba gustando más y más hasta darme cuenta que me encantaba que me hicieras un facial. Al darme cuenta de lo mucho que me ponía, empecé a ver videos de faciales amateur mientras cuando me masturbo. Y por eso ha sido lo de esta tarde.” Termino de contarme todo esto y me pregunto: - ¿Qué opinas de lo que te he contado? - ¿Qué me va a parecer? Perfecto a mi sabes que me encanta. - ¿No te ha sentado mal? - Claro que no, lo único que no comprendo es, porque no me lo has contado antes. Con la confianza que tenemos entre nosotros en todo y sobre todo en el sexo. - Pues no sé, me daba vergüenza. Antes nunca te dejaba hacerlo y ahora me encanta que lo hagas, no sabía cómo decírtelo. Que me pillaras así me ha servido para coger fuerzas y contártelo. - Venga para celebrarlo pon algún video de los que ves. Mientras se encendía el ordenador que tenemos en el salón. Me siguió comentando sobre los videos que veía. “Al principio vi muchos videos, pero un día encontré uno de una pareja que graban videos por una página muy conocida en la que ella recibe grandes faciales de su novio dejando su cara con muchísima leche. Casi siempre me pongo sus videos porque me excitan mucho.” Ya con el ordenador encendido abrió el navegador de internet y busco uno de los videos de la chica que tanto dice que la pone cachonda. El video empezó a reproducirse y apareció una joven desnuda que estaba bastante buena, tenia una polla delante como a 15 o 20 cm de su cara, ella la miraba sonriente, mientras la mano del dueño de la polla se la meneaba sin parar. No pasaron ni 10 segundos, cuando empezó a disparar el primer chorro de leche, fue bastante grande e impacto directo en la cara a la altura de la frente. Ella lo recibió gustosamente y riéndose. Acto seguido salieron otros seis disparos de igual intensidad, dejando su cara con gran cantidad de esperma. Mientras ella continuaba tan feliz y cuando vio que ya no salía mas miro hacia la cámara para mostrar su cara. Se mostraba muy orgullosa con su premio. Enseguida comenzó otro video muy parecido. Resulta que era una recopilación de corridas en ella. Hasta ese momento no me había fijado en Eli, mire hacia ella y se había apartado el tanga y se había empezado a masturbar mirando fijamente la televisión viendo muy concentrada cada chorro de leche que recibía la protagonista del vídeo. Volví a mirar el video, la chica seguía recibiendo numerosos chorros de esperma en las diferentes escenas. De pronto escuche gemidos a mi lado. Gire la cabeza hacia mi novia y estaba convulsionando y gimiendo como loca. Estaba teniendo un buen orgasmo, hasta que termino quedando extasiada y sonriente. De repente me miro y me dijo: - ¿Y tú que haces? ¿Piensas quedarte así? - ¿Por qué dices eso? Y me señalo el paquete. Que estaba duro como una piedra. -Anda vente conmigo a la habitación y lo solucionamos. Me cogió de la mano y me llevo hacia la habitación. Al llegar me quito los calzoncillos que era lo único que yo llevaba puesto. Hizo que me tumbase en la cama, mientras ella se colocaba de rodillas entre mis piernas y empezó a hacerme una mamada genial. Eli demostraba lo buena que era haciéndolas. Esta vez había algo diferente en su manera de chupármela. Mi polla estaba mucho mas lubricada que otras veces, incluso de vez en cuando se atrevía a escupir sobre ella. Estuvo así un rato mas hasta que me dijo: - ¿Preparado? Ahora viene tu sorpresa, que toca correrte que yo ya lo hice antes, aunque a lo mejor lo consigo otra vez. Entonces se tumbo en la cama boca arriba con cabeza en el borde de la cama diciendo: - Ven, ponte aquí de pie y me la metes en la boca. Me vas a follar la boca, pero despacio. Poco a poco me la vas a ir metiendo un poco más adentro hasta que esté toda dentro y note tu capullo en mi garganta. Cuando mi garganta se haya acostumbrado quiero que me la folles bien follada. Eso sí quiero que cuando te vayas a a correr me des toda la lefa en la cara. ¿De acuerdo? No dije absolutamente nada, me limite a acercar la polla a su boca que ya estaba abierta y predispuesta a ser follada. La coloque justo en los labios y empecé a meterla poco a poco. Más o menos hasta donde se la solía meter normalmente. Fui follandola despacio para que se fuera relajando la garganta. Cuando noté que se había acostumbrado la metí un poco más, esperé un poco así esperando su reacción. No hizo ningún gesto de disgusto a si que volví con el mete y saca. Cuando vi que ella seguía tranquila se la saqué entera. Esperé un poco y la volví a meter hasta donde había llegado antes, empuje para que entrase un poco más pero no calculé bien y de un solo golpe entró hasta el fondo. Pensaba que había sido muy brusco me quedé quieto con toda la polla enterrada en la garganta. Eli me dio unos golpes en la pierna. Se la saqué rápidamente mientras la decía: - Lo siento no quería hacerlo tan fuerte, no he calculado bien la fuerza. Eli tosía mientras decía: - No pasa nada no me ha molestado para nada. El problema ha sido que me la has dejado tanto tiempo dentro que no podía respirar. Pero no pasa nada, es más quiero que sigas haciendo lo mismo, pero sácala de vez en cuando para que pueda respirar. Se volvió a tumbar y yo comencé a introducir mi polla y sin esfuerzo entró hasta el fondo. La saqué y volví a meterla, así varias veces. Empecé a follar esa boquita, la sacaba hasta la mitad y otra vez hasta dentro. Eli puso sus manos en mi culo y empezó a marcar el ritmo de la follada. Era una pasada y notaba que me iba a correr y se lo dije a Eli cómo habíamos acordado y llenar su cara de leche. Pero algo había cambiado porque al oír mis palabras, Eli en vez de dejarme sacarla, lo que hizo fue apretar las manos en mi culo para que mi polla entrará todavía más adentro de la garganta. Al ver esa imagen no pude aguantar más y comencé a correrme como un animal. Notaba como toda mi lefa iba directamente a su estómago. Mi novia tragaba como una campeona. Cuando noté que ya no salía más leche la saqué, ella se sentó en el sofá, cogió mi polla y empezó a chuparla hasta dejarla completamente limpia. Me miró riendo y dijo: - ¡Otra cosa que tenía que contarte y se me había olvidado! Ahora te lo explico. Pero esa es otra historia que contaré en otro relato. Espero vuestros comentarios. Muchas gracias 3e4454

Lee el podcast de Se masturbo en mi cara.

Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.

Me desperté con un fuerte dolor de cabeza.

Mi boca se sentía seca y mi estómago revuelto.

No recordaba mucho de lo que había sucedido la noche anterior, sólo flases de risas, tragos y algunos bailes en la fiesta de cumpleaños de mi amiga.

Intenté recordar si había bebido demás y cómo había llegado a mi cama, pero todo era borroso.

Abrí los ojos y lo primero que vi fue el techo de mi habitación.

Me tomó unos segundos darme cuenta de que no estaba sola.

Mi hijo estaba dormido de pie junto a mi cama.

Me incorporé rápidamente, sintiendo una punzada de culpa por haberlo dejado dormir en mi habitación.

Pero entonces mi mirada se dirigió a su entrepierna y vi su pene, completamente expuesto y erecto.

Mis ojos se abrieron como platos y mi corazón comenzó a latir con fuerza.

Mi hijo estaba masturbándose frenéticamente, como si estuviera poseído por el deseo.

Me quedé paralizada, no sabía cómo reaccionar.

¿Debía gritarle? ¿Levantarme y salir de la habitación? ¿Qué estaba pasando? Mi mente luchaba por procesar la imagen que tenía frente a mí.

No podía creer lo que estaba viendo.

Entonces mi hijo se dio cuenta de que lo había descubierto.

Guardó rápidamente su pene y salió corriendo de la habitación sin decir una palabra.

Me quedé allí, atónita, tratando de entender lo que acababa de suceder.

¿Había sido real? ¿O solo una alucinación de mi resaca? Yo estaba con una teta al aire y mi vestido levantado y mi tanga a la altura de la rodilla.

No podría haber sido mi esposo porque se encontraba de viaje.

¿Habría sido mi hijo? Sacudí la cabeza, intentando apartar esos pensamientos de mi mente.

Mi hijo no era un enfermo incestuoso, no podía serlo.

Yo lo había criado como una madre amorosa y protectora, nunca había tenido ningún tipo de comportamiento inapropiado hacia mí.

Decidí levantarme y seguir con mi rutina diaria.

Olvidaría esa extraña experiencia y continuaría con mi vida normal.

Pero a medida que avanzaba el día, pequeños detalles comenzaron a llamar mi atención.

Cuando llegué a casa después del trabajo, noté que mi hijo se comportaba de manera extraña.

Estaba nervioso y evitaba mi mirada.

Al principio pensé que se ampliamente estaba preocupado por lo que había sucedido esa mañana en mi habitación, pero luego recordé algo que me hizo temblar.

Antes de salir de casa esa mañana, había dejado mi ropa interior sucia en el cesto de la ropa sucia.

Y ahora, cuando entré en mi habitación, noté que los cajones de mi cómoda estaban abiertos y mi ropa interior estaba revuelta.

Algo no estaba bien.

Comencé a sentir una sensación de malestar en el estómago.

¿Había sido mi hijo? ¿Había estado olfateando mis calzones sucios? No podía creerlo.

Era mi hijo, mi pequeño niño que ahora era un adolescente.

¿Cómo podía pensar en mí de esa manera? ¿Cómo podía tener deseos incestuosos hacia su propia madre? Traté de sacudir esos pensamientos de mi mente, pero no podía.

No podía ampliamente ignorar lo que había visto y lo que había sucedido después.

Mi mente estaba llena de preguntas y dudas, y yo no sabía qué hacer.

Decidí no contarle nada a mi esposo.

No podía destruir a mi familia con algo tan perturbador.

Además, ¿qué diría él? ¿Pensaría que yo había sido la culpable de todo esto? No podía arriesgarme a perder su amor y su confianza.

Pero esa noche, cuando me fui a la cama, no podía dejar de pensar en mi hijo.

¿Cómo se sentía él al respecto? ¿Era sólo una atracción física o había algo más? ¿Y lo más importante, ¿debía permitir que algo sucediera entre nosotros? Me sentía perturbada pero deseada.

¿Habría sido todo eso real? Decidí comprobarlo de una vez.

Al final, mi curiosidad y mi deseo por experimentar algo nuevo y excitante fueron más fuertes que mis miedos y mis principios morales.

Me puse una tanga provocativa y decidí entrar en la habitación de mi hijo.

Lo encontré acostado en su cama, mirando al techo.

No se dio cuenta de mi presencia hasta que me acerqué a él.

Su expresión cambió de sorpresa a deseo en un instante.

Yo podía verlo en sus ojos, en su respiración agitada, en su cuerpo tenso.

Sin decir una palabra, me acosté junto a él y comencé a acariciarlo.

Él respondió inmediatamente, sus manos explorando mi cuerpo con urgencia.

Yo estaba tan excitada que no podía parar.

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