
Para masturbarse y relajarse de verdad, profesora experta. 5p6z33
Descripción de Para masturbarse y relajarse de verdad, profesora experta. 3z4515
Tras dos semanas de hincar codos, no solo en la residencia, biblioteca, o cualquier otro sitio. Tiempo de estudio intenso que habían llegado a su fin. Era una sensación difícil de explicar, me sentía liberado, como si me hubiera quedado una loza de encima. El examen, una liberación más que una prueba de conocimiento, nos dejó con una sensación de euforia palpable. Al salir del aula, la tensión se disipó como humo, dejando tras de sí un deseo ardiente de celebrar. Salimos, quedándonos fuera a qué el resto del grupo saliera, haciendo planes, la idea no solo era irnos a almorzar, sino seguir la fiesta hasta la misma noche. Fuimos cumpliendo con lo planeado, estábamos el grupo, formado más o menos por diecisiete u dieciocho entre compañeros y compañeras, comenzamos dada la hora por meternos en un bar a tapear, almorzando los típicos montaditos de tortilla y de calamares. Las risas y las miradas cómplices llenaban el aire, prometía que iba a hacer una noche inolvidable. Luego seguimos la tarde hasta inicio de la noche de local en local, pasamos por la zona de 'Moncloa'. Recorriendo sus bares de copas, cuando de repente comenzó a chispear. Cosa que nos chafo la juerga, cuando comenzó a llover con más intensidad, viendo como más de la mitad del grupo, comenzó a irse a sus casas, dando por finalizada la celebración. El resto, aun no sabíamos que hacer, cuando los demás dudamos en irnos, uno del grupo, sugirió tomar la ‘última’ en su casa, adelantando que no estaba su padre. Progenitor que sabíamos que era el tutor (desde que era menor de edad). Ante el ofrecimiento, acabamos por aceptar la propuesta, pero lógicamente no fue la última, ya que cayeron dos o tres más al menos, no recuerdo ni la hora que era, cuando se empezaron a irse algunos. A media que se iban marchando, se cruzaron algunos con el padre de mi compañero, progenitor que regresaba también de haber salido. Cuando vio mi estado de embriaguez, aconsejo a su hijo y al resto que, debía de pasar la noche en su casa. Los chistes sobre mi estado sonaban por los que quedaban, mi estado era tomado a burla, tema que iba sobre mi torpeza con el alcohol, pues estaba en un estado bochornoso. Aumentando las bromas de una forma humillante y con cierta picardía, insinuaciones que iban en aumento por algunos, como que: ‘aún tienen alguno la necesidad de ser acostados por los mayores, arroparles e incluso darme el 'chupete', comentario mientras otro se apretaba la entrepierna. Acabando por ser acompañado entre el padre y dos compañeros, uno de ellos el hijo del padre, me condujeron hacia uno de los dormitorios, a modo de que durmiera la ‘mona’. El padre que sugirió a ambos compañeros que regresaran con el resto. Mientras él se ofrecía a desvestirme antes de meterme en la cama, no extrañándose estos, ni vieron mal en ello, pues no era plan de acostarme vestido. No le dio ni tiempo al padre por quitarme el calzado, cuando desde detrás de la puerta, provenía un ruido de nudillos. Era su hijo, el cual le informaba que sus amigos se habían marchado, y que el haría lo mismo, deseándole buenas noches. Respondiendo el padre. · “Que tengas buenas noches tú también, yo acabo en el momento en que lo meta en la cama, y me acueste”. Volviendo a quedarse todo en silencio, ese padre comenzó a desvestirme, quitándome los ejecutivos, continuando por desabotonar los botones de mi camisa antes de quitármela. Cada botón era una caricia, sus dedos rozaba mi pecho, una sensación que no pude evitar soltar suspiros, finalizando con el pantalón. Sentí su mirada recorrer mi cuerpo, una exploración que me hizo sentir expuesto y vulnerable. No estaba en condiciones de hablar, pero intuí que su mirada se detenía en cada detalle de mi físico, un físico que, debido a mi condición, poseía una delicadeza y una suavidad que muchas veces atraía miradas curiosas. Sabía que mi cuerpo, con sus curvas suaves y su cabello largo, a menudo generaba confusión y deseo. Pero bajo su escrutinio, la sensación era diferente, una mezcla de curiosidad y deseo, una exploración de los límites entre lo masculino y lo femenino. Decir que sé que muchas amigas envidian mi figura para ser chico, pero gracias al deporte que practico entre otras cosas, poseo piernas largas bien torneadas, mido el metro setenta y cuatro de altura, cuerpo flexible y delgado. Tengo el cabello largo hasta los hombros, castaño a juego con mis ojos marrones. Lo dicho. Tras desvestirme, dejándome en prenda interior, momento en que se dio cuenta de ello, pues llevo tanga. Le dio por meterme en la cama, momento en que sus dedos rozaron mi piel, sintiendo como un escalofrío recorrer todo mi cuerpo. La sensación era extraña, una mezcla de placer y confusión. Acabando por taparme con la sabana, antes de salir del dormitorio. Ignoro el tiempo que paso, cuando la puerta se abrió de nuevo, quizás diez minutos, apareciendo de nuevo su padre, este se me acerco, tiro de la sabana hacia abajo. Echándose en la cama, colocándose entre mis piernas. Acercando su boca a mis glúteos, sintiendo su aliento cálido, algo que me hizo estremecer. Comenzó a besar mis nalgas, lamiendo la piel de mis glúteos, sintiendo que no le molestaba la tira de mi tanga, cuando tras acariciar de mis glúteos, siguió por chupar mi orificio, y no os voy a negar que, no sentí cierto placer. No solo cuando me lamia con esa experimentada lengua, sino también cuando esa lengua me penetraba, e incluso esos mismos dedos, comenzaron a entrarme, dejando que continuara. Sentí una mezcla de confusión y miedo. Su toque no era deseado, una invasión de mi intimidad. A pesar de mi estado, una parte de mí reaccionó a su estimulación, una respuesta física que me avergonzaba. No pude detenerlo. Mi cuerpo se tensó, una mezcla de repulsión y una extraña sensación de placer. Me sentí atrapado, vulnerable, a merced de sus deseos. Su lengua se movió por mi piel, explorando cada centímetro de mi cuerpo. Sus dedos se deslizaron entre mis nalgas, una sensación que me hizo estremecer. No pude evitar que mi cuerpo reaccionara, una respuesta involuntaria que me llenó de vergüenza. Y al mismo tiempo, muchísimo placer. Después supongo que se desnudó, digo supongo, pues acto seguido, una vez que se levantó de la cama, pude percibirlo que estaba junto a mi rostro. Acto seguido, sentí su aliento caliente en mi nuca, susurrando palabras que no entendía. Y le dio por deslizar su verga por mi cara. Dirigiéndola hacia mi boca, abriendo mi boca con sus dos manos, no forzó. Tomando mi mandíbula con suavidad, e introduciendo su glande. Comenzando esté a sacarla y volverla a introducir, iba con ese movimiento lento, como a modo de hacerme ver que, podría metérmela entera, e ir acelerando poco a poco, follándomela. Cosa que, me vi en minutos más tarde por seguir yo mismo, mamada con dedicación. Viéndome entre arcadas primero, y poco más tarde nauseas, cuando le daba por inclinarse, introduciéndomela por completa, aprovechando por follar mi orificio anal con sus dedos. E ignoro el tiempo, pero tras sacármela de la boca, se me coloco de nuevo detrás, tomándome de mis caderas, me puso en 4. Sintiendo su glande deslizarse entre mis glúteos, detenerse en mi orificio, penetrándome sin compasión, metiéndomela toda hasta los mismos huevos. Quise gritar, jadear y suspirar, pero él intentó taparme la boca, susurrando con una voz arisca. · “¿Qué quieres?, ¿Que nos descubra mi hijo y vea que su amigo es una maricona?”. Sus palabras, cargadas de desprecio, me paralizaron. El miedo se apoderó de mí, un miedo que me hizo callar. Me sentí humillado, expuesto, a merced de sus deseos. Sus manos se movieron por mi cuerpo, explorando cada centímetro de mi piel. Sus dedos se deslizaron entre mis nalgas, una sensación que me hizo estremecer. No pude evitar que mi cuerpo reaccionara, una respuesta involuntaria que me llenó de vergüenza. Comenzando a acelerar, embistiéndome con violentamente, cuyo movimiento era muy rudos, penetraciones brutales. E ir animándose, tirando de mi cabello, primero de la coleta, luego de toda mi melena castaña, como si fuera un animal con ambas manos. Exclamando. · “Joder. Mejor que cualquier mujer. Que culo más tragón”. Exclama, entre gestos de placer. Continuando al escucharme gozar. · “No vez. Si al final te gusta, te lo dije. Venga disfruta marica”. · “Te imaginas que se abra la puerta, y nos descubra mi hijo. ¿Como me gustaría ver la cara de mi hijo, viendo que su amigo es una maricona?”. No pude callarme, comencé a gemir y jadear con más intensidad, mientras este fraternal hombre, me follaba con mayor violencia. No dejaba de advertirme sobre mi compañero, pero era casi imposible callarme, ya que iba acelerando las embestidas, haciéndola cada vez más brutales. Disfrutaba el muy cabrón, no lo podía evitar. Me follaba más y más duro, cosa que no podía callarme, jadeaba, gemía y suspiraba cada vez más. Y llevado por el momento, ese hombre, le dio por nalguearme con fuerza, me daba tan fuerte como sus embestidas. Exclamando. · “Dios, que bueno. Creo que es el mejor polvo de mi vida”. · “Como me gusta follar maricas. No poneis pegas, y siempre estáis dispuestas, pidiendo más”. Aquel fraternal padre, disfrutaba humillándome. · “Y lo mejor, que puedes dejar un regalito, sin tener que preocuparme a los nueve meses”. Era evidente. La tensión en el aire era palpable, sus movimientos bruscos y exigentes. Mis jadeos y gemidos eran la única respuesta, incapaz de formar palabras coherentes. Él disfrutaba de mi sufrimiento. Me follaba con más fuerza, más rápido, disfrutando de mis suspiros y quejidos. Le gustaba escucharme, se regocijaba. Sus nalgadas resonaban en la habitación, un eco de su poder sobre mí. Me sentí como un objeto. Un agujero donde meterla. Creo que lo hacía aposta para que sonaran, mi estado no era muy colaborador, hay estaba yo, como un animal en cuatro patas, a su merced, mientras aquel hombre me dominaba. Disfrutaba humillándome. Exclamando. · “Joder, puta. Te has corrido de gusto, o acaso te has meado de placer”. Hice algo involuntario, no fue mi culpa. Tampoco lo entendía, como he cedido a su dominio, produciéndome un acto que, no llegaba a entender. La situación era de la hostia, estaba con una tajada de muerte, no sabiendo del todo, si lo que estaba ocurriendo era verdad, o era parte de mi imaginación. Poco importaba. El llevado por la tensión, retorciéndose de placer. No dejaba de tirar de mis cabellos, exigiéndome que le dijera que era su puta. Jadeé, gemí, incapaz de formar palabras. Sentí su cuerpo tensarse, la inminente descarga que me invadiría. La calidez de su esencia me llenó. Sentí su semen caliente y abundante dentro de mí, llenaba mis intestinos, una invasión final. Sacándola con fuerza, echando el resto sobre mis nalgas y espalda, esparciendo una marca de su dominio. Un grito escapó de sus labios. · “Me corroooooooo”. Un susurro, cargado de posesión, resonó en mi oído. · "Eres mía." Exclamo, con ese tono de voz lleno de desprecio. · “Te he dejado preñado”. Luego, silbó una melodía triunfal, como si hubiera ganado un trofeo. Por el trote de la cama, intuí que salía de ella. Le escuché moverse por la habitación, asumiendo que se vestía. Luego, sentí sus labios cálidos en mi cuello, un beso de despedida, una última humillación. Cuando el silencio me indicó que se había ido, intenté moverme. Dirigí mi mano hacia mi orificio, negando lo evidente, pero encontré las evidencias de esa realidad brutal. La vergüenza, me paralizó, impidiéndome salir de la habitación. Intenté limpiarme como pude, y desnudo como estaba, me quedé dormido al instante. El cansancio me pudo. Cuando desperté, había amanecido, los rayos de sol que provenían de la ventana, me despertaron. Ignoro la hora. Abrí los ojos, y un escalofrío me recorrió el cuerpo, al encontrarme a mi compañero dormido a mi lado. La confusión se apoderó de mí. Preguntándome. · “¿Quién coño me había follado anoche?”. Se que es una putada, pero es hora de dejarlo aquí, no quiero aumentarlo más de lo demasiado, no os preocupéis que colgare el resto. 2r3p2n
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Bienvenido al tutorial para una masturbación relajante. Para este Joy vas a necesitar lo que estás viendo en pantalla. ¿Necesitas estar completamente solo sin nadie que te moleste en casa? ¿No puedes tener prisa porque este Joy puede ser bastante largo? ¿Tienes que tener ganas de probar este tipo de Joy porque es diferente a lo que estás acostumbrado? Y por último, esto es opcional pero te lo recomiendo encarecidamente, que uses lubricante.
Si todas estas condiciones se cumplen podemos empezar. Pero antes déjame avisarte de algo. Este Joy es diferente a los que has visto en internet. Tienes que cambiar tu mentalidad para enfrentarte a este vídeo. Estás aquí para relajarte, no para correrte. La eyaculación puede llegar en 5 minutos o en 50. No puedes tener prisa.
Tienes que disfrutar cada momento. ¿Queda claro? Muy bien, pues vamos a empezar.
Voy a pedirte que te desnudes completamente y que te tumbes sobre una cama que sea cómoda. Para el vídeo si necesitas tiempo para prepararte y pulsa de nuevo el play cuando tengas todo listo.
¿Estás ya tumbado y desnudo sobre una cama? Estupendo, pues ahora te recuerdo que si tienes lubricante es el momento de aplicarlo sobre tu pene.
No importa si está duro o flácido. Esto entra adentro de los preparativos.
Una vez más, para el vídeo si lo necesitas porque este paso puede ser bastante engorroso y cuando tengas tu polla completamente lubricada podemos continuar. ¿Todo bien? Estupendo, pues a partir de este momento solo tienes que seguir mis instrucciones y lo primero que vamos a hacer son unos ejercicios de respiración. Pon tus dos manos sobre tu pecho y respira siguiendo mis indicaciones.
Inspira, coge aire, un poco más, aguanta y ahora suelta el aire suavemente. Eso es.
Olvídate completamente del deseo sexual. Vamos a repetir.
Inspira, aguanta y expira. Eso es.
Una vez más. Inspira, aguanta y expira.
Suelta el aire. Muy bien. Vamos a hacerlo otra vez pero ahora una de tus manos vas a llevarla a tu pene y vas a agarrarlo. No muevas la mano, no te masturbes, solo agarra tu polla.
Y mientras la agarras con una mano, la otra debe seguir en tu pecho y vamos a seguir haciendo estos ejercicios de respiración.
Inspira, aguanta y expira. Muy bien. Déjame insistir en que no muevas la mano.
No hay ninguna prisa. Vamos a estar aquí mucho tiempo, horas si es necesario.
Otra vez. Inspira, aguanta y expira. Otra vez.
Inspira, aguanta y expira. Creo que ya lo vas entendiendo, así que quiero que sigas haciendo esto, aunque yo no te lo diga. Venga, otra vez. Inspira, sigue cogiendo aire mientras hablo contigo. Aguanta.
Comentarios de Para masturbarse y relajarse de verdad, profesora experta. 1u2sw