NTSD ft. NSH-BD #71 - Adolescencia 6v2w2k

Muy buenos días, Gemma, ¿qué tal?
Muy bien, cuéntame, ¿con qué vamos hoy? ¿de qué vamos a hablar?
Pues vamos a hablar de adolescencia, ¿qué te parece?
Pues bien, porque hay muchos oyentes que son padres de chavales que están precisamente en esa etapa
y les puede servir mucho lo que vas a contar para ellos, pero también para sus hijos, claro.
Eso es, o a lo mejor también algún adolescente transnoche.
Puede ser, puede ser. Es verdad que la mayor parte de nuestros oyentes ya tienen cierta edad, como nosotros,
que por mucho que pensemos que tenemos 20, ya no son 20, pero es posible, es posible y también les vendría muy bien.
Pues venga, vamos a darle a la adolescencia. Es que la adolescencia, pues depende de para quién, es una época un poco complicada.
Podemos decir lo típico que todo el mundo sabe, hay cambios hormonales, de humor, hoy el mundo es maravilloso,
mañana me quiero morir y comenzar a lanzar tópicos, como suelen hacer los psicólogos cada vez que nos preguntan por esta etapa de la vida.
Y quiero recargarlo de tópicos, ya que la adolescencia es una experiencia muy individualizada y cada uno lo lleva como puede,
por lo que decir generalidades siempre es quedarse corto.
Aún así, sí que es cierto que es una época de cambio, autoconocimiento y, por supuesto,
de tomar decisiones sobre el futuro en momentos en los que la mente no está del todo centrada.
En nuestro país, cuando llegas a los 16 años, tienes que elegir en cuarto de la ESO hacia dónde quieres mirar tu futuro.
Hago bachillerato para la universidad, bachillerato para un grado superior, un grado medio y luego el superior,
comienzo a buscar trabajo directamente, dudas y más dudas, que a muchos adolescentes les cuesta grandes dolores de cabeza,
ya que he tenido a más de uno y a más de dos en consulta con esta problemática.
Por ello, hoy me gustaría dar algunas claves al respecto para tomar este tipo de decisiones académicas,
tanto para algún adolescente madrugador, como hablábamos antes, que esté despierto a estas horas,
o algún padre o madre que no sepa por dónde empezar a ayudar a su hijo o hija.
Genial, venga, pues perfecto, vamos con ello.
Venga, cuando suelo tener este tipo de casos en consulta, lo primero que me suelen decir adolescentes es
Javi, perdido, ¿qué hago con mi vida? No sé qué quiero ser de mayor ni a lo que me quiero dedicar.
Muchas veces, estos adolescentes que no saben por dónde tirar, no es raro que comiencen a bajar su rendimiento,
que se desmotiven, que crean que no se van a querer dedicar nunca a nada, por lo que deciden no apretar en los estudios.
Esa actitud tan derrotista hace que se sientan apáticos con lo que les rodea.
Eso es, y puede pasar por mal estudiante que ve que el niño está echando el culo para atrás, como se suele decir,
y en realidad es que a lo mejor es que el niño no sabe para dónde tirar.
Y es que tomar este tipo de decisiones a estas edades es bastante cruel, pero bueno, las cosas son como son.
No lo puedes decidir el futuro con 16 años.
Exacto, tienes que elegirlo porque ese camino tiene que tomarse si quieres coger las riendas a tiempo,
pero es verdad que es una edad bastante complicada como para una decisión de tal magnitud,
pero como tú bien dices, no queda otra.
Efectivamente, no queda otra.
Por tanto, ¿qué te parece si damos algunas claves para decidir sobre ese futuro académico laboral, a ver si ayudamos a alguien?
Genial, vamos, venga.
Primero de todo, yo suelo preguntar cuáles son los gustos o cualidades del adolescente que tengo delante.
Antes de comenzar a ver qué quiero hacer con mi vida, puede ser interesante que nos conozcamos a nosotros mismos.
Por tanto, preguntas como qué me gusta o qué se me da bien puede ayudar a desatascar en cierta manera la situación,
ya que nos puede encaminar a saber qué tipo de salida puede encajar más con mi propio perfil.
Claro, dónde me voy a sentir cómodo y dónde voy a disfrutar del estudio, no todo lo contrario, dónde me voy a frustrar.
Eso es, en base a tus gustos habrá cosas que puedas descartar o hacia lo que puedas enfocarte.
Luego también es importante saber qué no te gusta.
Es tan importante como saber lo que sí, ya que al tener claro por dónde no quiero tirar, las opciones se reducen
y con ella la sensación de encontrarse perdido en un mar de posibilidades.
Si se me dan mal la matemática o la química, muchas carreras o formaciones profesionales relacionadas con ciencias pueden quedar descartadas fácilmente.
Vale, porque los psicólogos, Javier, cuando se presenta un caso en el que el adolescente, la persona,
quiere estudiar algo, pero no sabe si algo que realmente es vocacional o algo que tiene salidas,
¿vosotros por qué opción os decantáis? ¿Qué creéis que es lo mejor en ese caso?
¿Algo que realmente te llene o algo en lo que realmente haya futuro y a lo que te vas a poder dedicar de verdad?
Ahí no te puedo contestar como psicólogo, porque en realidad no sé cuál es la mejor opción psicológicamente hablando.
Te puedo contestar como Javier, sin psicólogo.
Venga, pues adelante.
Yo creo que lo mejor que puedes hacer es ir hacia tu vocación.
Porque es lo que vas a ser feliz y es lo que vas a poner al final empeño en que, por muy difícil que sea, tenga salida y profesionalidad.
Te lo digo como Javier, ya te digo.
Vale, pues yo como Gema te digo que estamos en ese mismo barco, porque la que te habla lo hizo también por vocación.
Y entiendo que tú también, así que pensamos igual.
Bueno, si lo haces por dinero lo mío, no lo hagas.
Muy complicado.