La infidelidad, por veng*nza 1y714p

La infidelidad por venganza no lleva a nada más que a la destrucción de la pareja, más que a la destrucción de la confianza de la pareja, y más cuando se trata de una doble infidelidad, ¿no? En esos casos tienen que entender que la relación es muy probable que no pueda restaurarse, se los digo de una manera directa por experiencia, ¿no? Supongamos que el hombre es infiel, ¿no? El marido es infiel, tuvo un amante dos o tres meses, algo gravísimo. Ahora la mujer cuando se entera va a tener una reacción que quizás puede ser una reacción a veces muy inteligente, emocionalmente muy empoderada, o una reacción totalmente desequilibrada.

Una reacción desequilibrada es, ah, vos me fuiste infiel, me estás provocando este dolor, yo te voy a provocar el mismo dolor. Siguen pensando en esa mentalidad arcaica de ojo por ojo, diente por diente, y lo que vamos a hacer es destruir la relación y destruirnos a nosotros mismos, porque no estamos teniendo una reacción inteligente, emocionalmente. Estamos teniendo la que podemos tener, la venganza, ¿no? Recién hablé con una mujer y me dijo que le pasó esto. No, no es venganza, Rodrigo, es justicia. Él me hizo esto y yo le hice lo mismo.

Bueno, entonces lo que muestran es que ustedes tienen una pareja de dos personas muy maduras, muy desequilibradas, propensas a actuar sin pensar, y que no tienen un amor tan profundo, que no tienen ningún problema en maltratarse él a vos y vos a él. Entonces es un diagnóstico muy malo y es muy probable que la relación no se pueda salvar. Y si se salva, va a seguir siendo la misma relación entre dos personas que tienen este trato horrible, los dos, mal los dos. No es que ser víctima de una infidelidad te habilita a hacer cualquier barbaridad.

Y después tienen que entender que cuando una mujer es infiel, le va a costar mucho al hombre el perdón y la reconciliación. Va a estar tres, cuatro, cinco, seis meses. Entonces eso va a agravar mucho más la situación. Bueno, pero él fue infiel, Rodrigo, bueno, pero hay que empoderarse, pedirle un tiempo, terminar a la persona, poner al hombre a prueba, poner al hombre a caminar en la cuerda floja, y vos tenés todas las de ganar porque vos sos la víctima. No hay ninguna duda que te tenés que empoderar y tenés que mostrar que él se tiene que ganar tu confianza. Ahora, si vos pagás con una infidelidad, va a ser más complicado el problema.

Y además, todo lo que no te gustó de él o de ella, en definitiva, lo están haciendo ustedes.

Todo lo que se quejan de un hombre infiel, una mujer infiel, el esposo infiel, la esposa infiel, es una puta, mire lo que me hizo Rodrigo, va a pagar en el infierno, de todo, dicen. Y después ustedes por venganza hacen lo mismo, o sea, se rebajan y hacen las mismas cosas. Y después, especialmente a las mujeres.

A ver, yo puedo entender la mentalidad de un hombre que no mezcla emociones con sexo, pero en general las mujeres, ¿qué van a ir? ¿A tener intimidad con un hombre? ¿A hacer todo en la cama con un extraño solo para castigar a otro hombre? O sea, se van a denigrar, van a compartir su energía con una persona con la que, no digo ni que es buena ni mala, pero no tendrían por qué estar íntimamente, o sea, no les va a ser bien.

Especialmente las mujeres salen peor en este asunto. Ahora, sí, para ser sincero, en general, las mujeres no se vengan. Porcentualmente no son las mujeres las que se vengan de una infidelidad, son más bien los hombres. Cuando se venga una mujer de un hombre infiel, ya es casi imposible salvar la relación, se los aseguro. Cuando se venga un hombre, es más posible. ¿Por qué? Porque funcionan distintos.

Hombres y mujeres tienen distintas programaciones mentales. No es fácil en ninguno de los dos casos.

Siguiendo la misma línea de sinceridad, yo tiendo a no querer trabajar cuando hay doble infidelidad, salvo que la persona me convenza, porque en general terminan siendo relaciones muy tóxicas de dos personas que no saben conducirse de una manera equilibrada, donde se causan daño y donde cuesta, digamos, el trabajo de desarrollo personal, de empoderamiento, cuesta la mejor versión de uno mismo, porque no paran de herirse, de castigarse, de victimizarse, de culparse. Es muy difícil sacar de ahí a la gente.

Ahora, una cosa es que una mujer o un hombre me dice, mire, Rodrigo, los dos cometimos este error. Yo por venganza fui infiel, seas hombre o mujer. Quiero cambiar, quiero trabajar en mí, quiero tomarme un tiempo. Si me dice un argumento así, de este tipo, razonable, yo podría estar de acuerdo en trabajar. Pero si estamos plantados en una posición de víctima, culpando, acusando, sin entender que tiene que haber acá un tiempo cada uno de los dos para hacer un trabajo de desarrollo personal, separados, no verse por un tiempo, extrañarse, pensar los dos que van a perder a la otra persona.