¿Hasta Cuándo? Justicia para Sara Millerey 4j6j6v

Bienvenidos, bienvenidas al Archivo de María.

Hoy os traigo una historia súper desgarradora, una tragedia que refleja el odio y la violencia hacia la comunidad trans.

Este caso no solo deja un sentimiento muy amargo de injusticia, sino que también una gran reflexión sobre los crímenes de odio que todavía a día de hoy existen en la sociedad.

Hoy voy a hablaros del caso de Sara Miguel Rey González, una mujer trans que fue brutalmente atacada en Bello, en Antioquía, Colombia.

Y este caso es muy doloroso porque, a pesar de las múltiples señales de alerta y la evidente violencia, la historia de Sara no es solo la de una víctima, sino también la de una sociedad que a menudo decide mirar hacia otro lado y no ayudar.

En el vídeo de hoy quiero dar a conocer todo lo que rodea este caso.

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Así que, ¡empezamos! Sara Miguel Rey era una mujer transgénero de 32 años, nacida en Bello, un municipio del área metropolitana de Medellín, Antioquía, Colombia.

Como muchas personas trans, Sara no solo luchaba por su identidad de género, sino que también lidiaba con los retos de sobrevivir en una sociedad llena de prejuicios.

Sara era conocida en su comunidad, y a pesar de las dificultades que enfrentaba, tenía la capacidad de hacer amigos y conectar con quienes la rodeaban.

Sus amigos y familiares la describían como una persona muy cariñosa, con un gran sentido del humor, que, como cualquier otra persona, lo único que quería era ser feliz, estar en paz y ser aceptada por lo que ella era.

Sin embargo, como sucede en muchos casos de personas trans, Sara vivió una vida marcada por la discriminación.

Esto pasó el 4 de abril de 2025, cuando Sara fue a casa de uno de sus tíos, que vivía en el barrio Playa Rica, en Bello.

Poco después de irse de casa de su tío, Sara fue atacada brutalmente.

Su ataque fue de una violencia muy extrema, las extremidades fueron fracturadas y se observaban signos de tortura en su cuerpo.

Lo que es todavía más aterrador es que Sara, cuando fue abandonada, abandonada por no decirte que le habían roto todas las extremidades, o sea, le habían roto los brazos, las piernas, y aparte de eso la lanzaron al río como si no fuera nada.

O sea, es que a todo esto Sara seguía con vida y sintiendo el dolor, que tiene que ser horroroso ese dolor, y estaba ahí.

O sea, es que me parece totalmente una barbaridad tan brutal, es que no me lo puedo ni imaginar el dolor que estuvo sufriendo Sara en ese momento.

Lo más aterrador de esto es lo que ocurrió después de que atacaran a Sara.

Testigos informaron que cuando Sara estaba gravemente herida y su vida pendía de un hilo, varios transeúntes se encontraban cerca de la escena pero nadie intervino.

Aparte, se difundió varios vídeos en las redes sociales de la gente que estaba presente y que, aparte de no ayudarla, estaban grabando cómo Sara estaba fatal.

Un testigo explicó que la razón por la que la gente no ayudó fue porque tenían miedo a represalias por parte de los agresores, algo que se ve que es bastante común en situaciones de violencia en ciertas zonas donde las personas se sienten atrapadas entre el miedo y la indiferencia.

Que no ayudes, eso lo puedo llegar a entender porque tengas miedo, lo puedo llegar a entender, pero que te pongas a grabar a una persona que está fatal...

A todo esto me he estado informando de lo que va saliendo poco a poco de este caso porque, claro, es muy reciente, pasó hace unos días, entonces la información va saliendo poco a poco y voy mirando siempre para ver qué novedades hay.

Y dicen que quien grabó fue uno de los agresores, que no es que la gente estuviera grabando, los que estaban mirando.

Que fue uno de los agresores.

También te digo que no fue el único que grabó, porque hay más vídeos.