Episodio 99: Ser saludable es lo más importante en la vida 4m3j6r

Si no soy saludable, ¿soy menos valiosa? Hola, bienvenidas a Nutrición que Libera, un programa en el que hablamos de bienestar fusionando medicina, nutrición y psicología, donde no nos centramos en el peso y les decimos adiós a las dietas. ¡Bienvenidas! Bienvenidas y bienvenidos a este su podcast quincenal Nutrición que Libera. Yo soy la doctora Irasema Vázquez, médica especialista en nutrición clínica y soy su anfitriona.

Y bueno, hoy voy a hablar sobre la idea de que si no somos saludables no merecemos llamarnos buenas personas, buenos ciudadanos, simplemente no estamos haciendo las cosas mal.

En 1980 el autor Robert Crawford usó el término healthism, que significa o se puede traducir como saludismo, en su artículo Healthism and the Medicalization of Everyday, o sea, saludismo y la medicalización de todos los días. Y en este artículo hablaba sobre la responsabilidad individual de la salud, el que nosotros somos responsables individualmente de nuestra salud. Y esto sé que es algo que has escuchado muchas veces y que de hecho puede que te creas al 100%. También habla sobre la medicalización cada vez mayor de la vida cotidiana, donde la preocupación no médica se define y se trata como problemas de salud.

Ejemplo, las personas homosexuales son homosexuales porque tienen alguna enfermedad, nacieron así, se criaron con ciertas características y entonces por eso son homosexuales, cuando simplemente lo son. Y tiene que ver también con la gordofobia, porque se trata de buscar una explicación o un aspecto médico a algo que simplemente es como el de las personas gordas, simplemente son gordas pues porque lo son.

La creencia también habla Robert Crawford de que la salud puede lograrse a través de la autodisciplina y la modificación del estilo de vida. Y esto yo les puedo decir como médica que fue algo que me enseñaron en la carrera desde el principio. Las personas pueden modificar su salud a voluntad simplemente cambiando su estilo de vida, comiendo saludable, haciendo ejercicio y eso es ejercicio y alimentación, son las bases para una buena salud.

También hablo sobre cómo se tiende a culpar a las víctimas por sus enfermedades, si tienes diabetes es tu culpa, si tienes hipertensión es tu culpa, si tienes cáncer no estoy muy segura pero probablemente es tu culpa por lo que consumiste, a lo que te expusiste y demás. La promoción de la salud puede llevar a mayor vigilancia, un control social y culpabilización individual.

Entonces en lugar de que la sociedad participe en la salud universal se culpabiliza a la persona y hace que esta persona esté muy vigilante sobre lo que hace, lo que come, lo que dice y lo que ocurre para saber si es saludable o no. Entonces se desvía la atención de factores sociales y económicos que van a contribuir a la enfermedad.

Y se impone una nueva forma de moralidad basada en la salud. ¿Eres moralmente correcta o buena o bueno? Si, eres saludable. En 1995 Deborah Lupton habló también de saludismo en su trabajo The Imperative of Health, Public Health and the Regulated Body, que se traduciría como el imperativo de la salud, salud pública y el cuerpo regulado o controlado.

Y en este libro se analiza cómo el discurso de la salud pública moderna ha evolucionado a ser un imperativo moral. La salud no sólo es deseable, sino una medida del valor individual y social. Entonces eres valioso en medida en que eres saludable. Si eres una persona enferma, eres una persona de menor categoría.

O sea, cual sea tu enfermedad, discapacidad o incluso que tengas alguna entre comillas enfermedad que no encaja con lo saludable según los estándares médicos como la gordura. Y se han desarrollado múltiples artículos que han criticado al saludismo. Por ejemplo, se habla de que el saludismo va a moralizar la salud y la enfermedad y transforma la salud en una obligación moral. O sea, se te pregunta, ¿qué haces en este mundo o en este país o en esta sociedad si no es estar buscando ser saludable? Se cuestiona el que una persona sea valiosa si no es saludable o si por lo menos no está buscando ser saludable todo el tiempo.

Y entonces ser saludable se considera una virtud. Una persona saludable, una persona que no tiene diabetes, hipertensión, hígado, brazo, enfermedades crónico-degenerativas como enfermedades reumatológicas o que no estén envejeciendo incluso, se considera una persona que eso, bueno, sabemos que no es posible, pero se consideran personas dignas, personas moralmente superiores.