Cap.11 Desarrollo Audio3 3fek

Finalizamos ya el capítulo 11 en el punto 5.2 donde lo dejamos la autoestima en la adolescencia.

Como ya vimos en el capítulo 10, la autoestima se define como la evaluación que el individuo hace de su valía como persona.

Desde los estudios clásicos se ha venido asumiendo que los factores que mejor predicen la valencia de este juicio global son el grado de eficacia o desempeño que uno percibe en los distintos dominios de su vida y la opinión que los otros significativos pues tienen sobre uno mismo.

Lamentablemente estos dos factores aludidos parecen tener un efecto más negativo en la adolescencia y en especial en sus primeras etapas.

La exploriferación de roles y las experiencias que anuncian la entrada a la adolescencia no suelen ir acompañadas de un alto desempeño por lo que es frecuente que al inicio de la adolescencia la autoestima en su conjunto descienda.

Igualmente los primeros cambios físicos pueden aumentar la sensación de alejamiento de los canones de belleza sobre todo en especial en las chicas lo cual pues disminuye la autoestima general del adolescente.

Por otro lado en la adolescencia media la búsqueda de la identidad hace que el adolescente sea más vulnerable a la opinión de los demás.

Esta circunstancia puede resultar especialmente peligrosa en una etapa en la que muchos adultos algunos con papeles muy significativos en la vida del niño pueden no haber asumido el carácter lícito de algunos cambios y en la que la opinión del grupo pesa más que los comentarios cálidos y cercanos de los amigos íntimos.

Como nota hay que decir que el apoyo y reconocimiento de los padres continúa siendo un importante sustento para la autoestima de los adolescentes pero no así la opinión de los amigos íntimos que no es muy relevante en este juicio.

Según las declaraciones de muchos adolescentes su función de apoyo incondicional pues es totalmente incompatible con una valoración objetiva.

No obstante al final de la adolescencia es esperable que la experiencia acumulada en los diferentes roles y una menor dependencia de los criterios externos pues favorezcan una recuperación y estabilización de la autoestima.

Esta es la situación que muestran estudios como el realizado por Robbins y Colts en el año 2002 donde se utilizaron más de 300.000 individuos de muestra entre 9 y 90 años y donde se manifestó una tendencia descendente de la autoestima entre los 9 y los 20 años.

Una tendencia descendente de la autoestima 9 y 20 años.

Ya después seguida de una recuperación y un incremento gradual hasta la edad de los 65 y a partir de esta edad nuevamente la autoestima global volvía a descender.

Y al último punto, el punto 6, resumen y conclusiones a lo largo de este capítulo pues hemos hecho un recorrido por alguno de los principales aspectos de la adolescencia.

Los cambios neurohormonales que se llevan a cabo al final de la infancia hemos visto que suponen el inicio de la pubertad que es el proceso neurobiológico también psicológico y social que está sujeto a variables pues tanto personales como sociohistóricas.

Desde el momento en el que los caracteres secundarios comienzan a ser visibles el estatus psicosocial de los niños y niñas va cambiando de manera que ya va dando comienzo socialmente la adolescencia.

Debido al impacto en el grupo de iguales el entorno de referencia importante para el adolescente la precocidad o el retraso en la aparición de estos caracteres tiene importancia de cara al ajuste psicosocial.

Otra de las características de la dimensión neurobiológica de esta etapa es que la maduración de determinadas regiones y estructuras cerebrales como ya vimos el córtex prefrontal y la amígdala en el sistema límbico pues arrojan una explicación neurobiológica sobre algunos comportamientos típicos de la adolescencia como pueden ser los cambios de humor y la dificultad para planificarse.

La tradición psicológica influida por otras disciplinas interpreta la adolescencia como una etapa tumultuosa de crisis y casi sufrimiento emocional en el individuo.

Las teorías ya recientes sobre esta etapa en cambio se centran más en la trascendencia de superar retos evolutivos que permiten alcanzar al individuo una identidad de su propio cuerpo.