5 reflexiones ganadoras para tu exposición de la programación ➜ Suena diferente y convincente 3d1648

Te voy a compartir cinco reflexiones ganadoras que utilicé en mi exposición, que el tribunal valoró positivamente y que respaldé con mis actividades y mis propuestas prácticas. Ya sabéis que una muy buena forma de diferenciarse a la hora de presentar tus unidades y tu programación es reflexionando, es acercándole citas al tribunal, preguntas retóricas... Ahora bien, la mayoría de opositores lo hacen de una manera genérica porque cogen las mismas frases de todo el mundo, sueltan frases vacías, textos ciegos que no están respaldadas con sus actividades...

En definitiva, no tienen identidad, no transmiten alma en su discurso. Así que vamos a solucionarlo y la primera reflexión, que seguro que me habéis escuchado y que también llevé el día de mi exposición, fue que aprobar y aprender no es lo mismo. Muchas veces se piensa que si se saca una buena nota, mi alumnado se ha llevado un aprendizaje para toda la vida, un aprendizaje transferible, pero se ha visto que muchas de estas notas están respaldadas en aprendizajes inertes.

Por lo tanto, yo lo que le hacía ver al tribunal es que aplicaba bien la evaluación formativa, en el que había momentos de vocación. Había también oportunidades de mejora, en el que si un alumno no había alcanzado un criterio de evaluación, a lo largo del curso, en los diferentes trimestres, les ofrecía, a través de otro tipo de actividades, ese mismo criterio para que lo trabajase y para que lo alcanzase. Entonces, para que de verdad se creen esas sinergias de aprobar y aprendizaje que muchas veces no van de la mano. Segunda reflexión, Héctor Ruiz, Me cambio la vida, y en su caso, en el libro de Cómo aprendemos, que os lo recomiendo para sustentar vuestra programación, dice que aprendemos no haciendo, aprendemos no a través de las emociones, sino que aprendemos sobre aquello en lo que pensamos.

No basta con hacer actividades motivadoras o que nuestro alumnado esté emocionado, sino lo que tenemos que hacer es crear esos momentos metacognitivos, esos momentos donde nuestro alumnado reflexione sobre lo aprendido, reflexione donde puede aplicar eso que ha aprendido en otro contexto, porque así su aprendizaje va a perdurar más en el tiempo, y para ello, aplicar tiques de salida, escalera de la metacognición, rutinas de pensamiento, crear una cultura de pensamiento crítico dentro del aula o fomentar que entre los alumnos se ayuden, que no solo dependan del propio docente, crear sinergias positivas a la hora de hacer agrupaciones, en definitiva, fomentar esas rutinas de pensamiento como 3-2-1, 3 aprendizajes, 2 dificultades, un lugar de aplicación, crear también momentos autónomos donde si un alumno se estanca y no sabe cómo seguir en un problema, puede acudir a algún algoritmo que tenemos, por ejemplo, puestos en un corcho o en la pizarra, en definitiva, fomentar esa autonomía.

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Entonces, si tú sitúas a la docencia en la mejor profesión o en la profesión más completa que existe, que así es, la tienes que respaldar con algo. ¿Y con qué algo lo puedes respaldar? En mi caso yo lo respaldé en mi autoresponsabilidad de formarme continuamente, le hice ver al tribunal cómo me formaba, le hice ver al tribunal cómo me auto evaluaba, cómo a lo largo de una programación también el alumnado me daba , yo sacaba fotografías de lo que habían aprendido, o sea, me refiero a fotografías porque recogía los tickets de salida, las escaleras de la metacognición, había momentos donde yo les acercaba una lista de control para observar si realmente los objetivos de aprendizaje se habían alcanzado. En definitiva, si sé que nosotros estamos postulándonos para la profesión más completa que existe, quiero estar a la altura y estar a la altura pasa por formarme, pasa por tener humildad intelectual, pasa por dejar el ego a un lado y no parar de formarme, aplicar, iterar y estar a la altura de la diversidad de mi alumnado.

Cuarta reflexión, el aprendizaje no ocurre en el momento de la enseñanza, sino en el momento de la evocación y de la auto evaluación. De esta forma, yo le acerqué al tribunal que esos momentos de auto evaluación no existen.