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Impulsarse si hay algo que no se presta a discusión es que hay momentos en los que necesitamos chatear nos con lo que sea que pueda producirnos estímulo para lograr seguir adelante con nuestra rutina porque con razones o sin ella jazz del todo pueden dominarnos instantes en que nos sentimos marionetas en manos de unas circunstancias que parecen sojuzgar nos y restarnos poder de maniobra además nos guste o no hay ocasiones en las que la luz de la realidad muestra en su crudeza y aridez lo que nos envuelve se desnuda de toda amabilidad al presentarnos lo y ofrecernos lo y eso contribuye a que nuestro estado de ánimo lo acuse aún más y de modo mucho más negativo pero aunque resulta difícil desasirse de esas impresiones puede hacerse puede lograrse ese impulso apelando a nuestra fuerza interior rescatando eso que nos hace levantarnos cuando hemos caído y seguir al pie del cañón cuando las fuerzas y el aliento nos han fallado y creo que no existe mejor catapulta para esa empresa que acudir a las obviedades a las evidencias que tenemos ante nuestra mirada y olvidamos con tanta facilidad respirar haber saludado un nuevo día disponer de opciones contar con lo básico y primordial porque solo el hecho de ser espectadores de un nuevo amanecer de ser protagonistas de nuestra existencia nos brinda tantas y tan variadas oportunidades en tantos ámbitos distintos nos regala tantas posibilidades de modificación y cambio de lo que no nos gusta no nos satisface o no nos convence aunque sea harto repetitivo machacón y redundante no me resisto á enarbolar la tan manida y trillada expresión mientras hay vida hay esperanza y no sólo por la verdad que encierra sino porque entraña mucho más que lo literal porque de sobra sabemos que somos capaces a poco que nos lo propongamos porque podemos convertir en seguridades lo que tiene visos de dudoso y asequible y porque para darse á las y fuerza en cualquier cometido nada hay como pretenderlo de veras es indiscutible que la apatía o la desgana nos invaden porque no nos seduce lo que nos rodea porque nos falta ilusión o porque no tenemos la habilidad de ver el color en lo que se nos presenta delante o peor aún tampoco la menor gana de empeñarnos en conseguir la o atraparla con los medios que estén a nuestro alcance ante eso a mi parecer urge recurrir a zarandear y sacudir ese inmovilismo aunque sea valiéndonos de comparaciones que nos ayuden a abrir los ojos entre muchas otras y solo como un ejemplo entre múltiples pensar en cuántas personas carecen de lo que poseemos porque tienen profundos impedimentos de los que nos vemos libres o que no nos afectan ser conscientes de ello y alegrarnos con nuestra suerte y por si todo eso no bastara rememora cuántas veces en tu vida te has sentido peor que ahora o en condiciones