238 Derrotar angustia 421p5q

Derrotar angustia es lamentable lo casi normal que resulta sentir que nos engulle la angustia esa sensación mezcla de miedo desaliento y desazón porque hay veces en nuestra vida en las que de forma dolorosa lo que asalta nuestro pensamiento es un no quiero vivir esto pero como vulgarmente se dice es lo que toca y hay que afrontarlo enfrentarlo y superarlo y yo creo que para ello lo que hay que hacer en primer lugar es buscar algo tranquilizador algo que sepamos que resulta efectivo y eficaz para serenarnos aferrarnos a ese amuleto específico exclusivo y particular que sabemos qué puede proveernos de la suficiente calma y entereza recordándonos en toda circunstancia que siempre hay que desempolvar la esperanza la fe en un momento futuro mejor aunque el presente se nos muestre oscuro amenazador exhortándonos a sacar fuerzas de flaqueza para confiar y para no perder los ánimos a pesar de que se de la coyuntura de que poco acompañe o edulcora nuestro pesar porque todo es pasajero en esta vida incluso eso que parece que no tiene límite ni término en su recorrido es verdad que no es tarea sencilla y es verdad también que sus preferencias de asalto son las horas nocturnas como si supiera que cuenta con más poder porque nada nos distrae de su dominio porque nuestros sentidos son press esa fácil en los instantes en que la noche la obscuridad el silencio la vigilia son los principales protagonistas pues para esas ocasiones esas en las que no podemos conciliar el sueño y rayamos en el desasosiego tratando de relajarnos y deshacernos de esa comezón ansiosa existe cura y el remedio no es otro que aprender a manejar nuestro pensamiento saber como ponerle trabas para que no avance por donde no queramos y dominar las maneras de desviarlo para que se encauce por donde deseemos y mantenga el ru rumbo que pretendemos conseguir dominar por qué caminos ha de discurrir y que sendas no debe emprender lograr ordenarle qué puertas debe cerrar y que cortinas no debe descorrer no es otra cosa que someterlo a un pulso y en ese pulso el punto de partida es concentrarnos en esas evocaciones que nos hacen sentir bien o en ilusiones que nos entusiasma ni encandilan regodearnos con su contenido no velando las narrándonos las a capricho sin permitir que nada nos distraiga o nos aparte de esa abstracción costará pero sólo durante un tiempo porque aunque creamos estar en desventaja de lo que debemos convencernos es de que no es así de que podemos hacerlo de que es una cuestión de insistencia de entrenar miento de voluntad de disciplina y de empeño y que aunando unas y otros y no dejando terminaremos obteniendo la victoria recuerda que eres tú quien decide que quiere cavilar y en qué quiere centrarse así que cuando sientas que tu pensamiento se dirige a terreno hostil por lo que puede comportar para tu equilibrio emocional es kiva esa dirección sortea lo que te presenta y sumérgete en ideas placenteras