#117 - Despierta: NO necesitas TALENTO, necesitas esto. 3d2s71

Si a ti también te hicieron creer que el éxito es cuestión de talento y por eso ahora ya ni siquiera intentas nada que valga la pena porque crees que no tienes el talento suficiente, este vídeo es para ti. Mira, cuando empecé a subir contenido hace unos cuantos años y a grabar mis primeros vídeos, recuerdo que alguien me dijo, eres un pésimo comunicador y además no tienes ni idea de lo que estás diciendo. Y si te digo la verdad, me vine muy abajo.

Porque ya no era sólo el comentario, sino que principalmente era que yo estaba haciendo todo lo que hacía a través de un montón de inseguridades, de miedos, de traumas, de ideas emocionales. Y claro, yo era el primero que creía que comunicaba mal y que aún no estaba lo suficientemente preparado para decir lo que estaba diciendo. Ahí fue cuando por primera vez me creí la gran mentira del talento. Mentira que tú llevas creyéndote un montón de años.

Que el talento es algo que se nace con él, que si no naces con él mejor ni intentarlo, que es algo que sólo viene de fábrica. Hasta que leí un libro que se llamaba El talento está sobrevalorado. Y desde ese momento, mi vida, la concepción que yo tenía sobre eso del talento cambió rotundamente. Y fíjate qué curioso que mi talento no había cambiado, mis vídeos seguían siendo más o menos iguales, pero la forma de pensar que tenía sobre el talento, y sobre todo, la forma de pensar que tenía sobre mí mismo, había cambiado. Y por eso todo cambió. Porque empecé a entender que una pequeña parte, ok, naces con él, el azar reparte las cartas, pero tú las juegas. ¿Y cómo las juegas? Trabajando diariamente en ese talento. Porque te prometo que si tú ahora no eres bueno en algo y le dedicas 5 horas todos los días durante un año, eres experto en eso.

Pero cuando tú empiezas a autosabotearte de que no eres talentoso con algo, sólo es por una razón. Es una excusa para no enfrentar tus miedos. Y al no enfrentar tus miedos, estás en la zona conocida, estás bien, te sientes como bien, aunque por dentro hay algo que te dice hay que salir de ahí, pero sigues manteniéndote en el mismo lugar. Cuando yo recibí aquel comentario, lo dejé todo. Absolutamente todo. Porque claro, compartir algo significa exponerte. Y exponerte significa que estás expuesto a recibir un montón de consejos no solicitados de gente que no está haciendo nada con su vida. Y después te dicen que es una crítica constructiva. Pero yo aquí aprendí algo. Porque de cada fracaso, de cada hostia que te pega la vida, puedes hundirte o puedes cogerlo y decir ¿qué puedo aprender yo de esto, no? ¿Qué puedo aprender yo de esto? Es una pregunta tan inteligente.

Entonces empecé a entender que no escucharé nunca más una crítica constructiva de alguien que no ha construido nada. Y yo tengo un filtro que establecí hace unos cuantos años que funciona increíblemente bien para saber si debes de escuchar o no a alguien. Y ese filtro lo compartí hace poco en uno de mis emails diarios, que por cierto, si no estás, te estás perdiendo lo mejor de mi contenido. Es algo que envío todos los días a cientos de personas desde hace más de 400 días, más de un año, con un consejo, un aprendizaje, algo de muchísimo valor que te puede registrar desde el link que tienes en la descripción. Te cuesta un segundo y te llevas un valor. Es que ni siquiera eres capaz de imaginar lo que puedes llegar a aprender si estás en... No es que no es ni una newsletter. Es algo que hago con muchísima pasión, muchísimo cariño y le dedico muchísimo tiempo.

Y compartí lo siguiente. Nunca escuches un consejo, punto número uno, de alguien que no juegue nada, que no se juegue nada por dártelo. Si yo no me juego nada por darte consejos, te daré todos los que haga falta, incluso si ni siquiera yo lo aplico. Punto número dos. No escuches un consejo de nadie que no predique con el ejemplo. Es muy fácil decir, tienes que ir a entrenar todos los días, tienes que comer esto, pero ¿la persona que te lo dice lo está haciendo realmente? O es un consejo que se tendría que dar a él mismo y te lo da a ti. Y punto número tres. No escuches un consejo de nadie que no haya pasado por ahí. Porque yo ayudo a las personas a transformarse, a cambiar su pasado, a ser más felices en el presente, a volver a confiar en ellas mismas, a sacar su potencial. Porque yo tuve que pasar ocho años de sufrimiento por ahí.