#112 - Me costó 25 años darme cuenta de lo que te contaré en 8 minutos 55703e

¿Y si lo que estás buscando no es realmente lo que estás buscando? ¿Y si el tiempo es lo más valioso que tienes, pero es lo que más estás desperdiciando? Mira, te contaré algo que no he contado en mis 25 años de vida, y que así como cambió mi vida, quizás también podrá cambiar la tuya. Cuando tenía 16 años, y casi me morí en un partido de baloncesto, no recuerdo casi nada, pero sí que recuerdo cuando recuperé la conciencia. Lo primero que pensé fue mira, si la vida me ha dado otra oportunidad, vida, Dios, universo, sólo te prometo una cosa, que a partir de hoy no volveré a perder ni un segundo más del tiempo que esté aquí viviendo.

Cada segundo que estoy grabando esto, y que tú estás escuchándome, es un segundo más en el que yo intento darte lo mejor de mí, pero a la vez es un segundo menos, un segundo que nunca volverá. Quiero que penses cuánto tiempo y energía has dedicado durante años a personas que no han valorado el tuyo, que no han valorado tu tiempo y que por lo tanto no te han valorado a ti. Después de casi morirme además me di cuenta de algo más, quizás soy un bicho raro, pero me di cuenta de que casi nada me hacía feliz.

Ni ganar más dinero, ni vivir en una casa mejor, ni tener un nuevo coche, ni que me regalaran cosas, nada, nada de eso me hacía feliz. Y es que sólo conseguirás levantarte de la cama con una ilusión y ser verdaderamente feliz, cuando en lugar de tener un trabajo, empiezas a tener un propósito. Y sé que ahora estás pensando que eso es como muy lejano, que te sientes como perdido y que no sabes cómo encontrarlo, pero eso es mentira. Y el propósito crece y avanza así como tú vas evolucionando en la vida. Ahora bien, si tú no evolucionas, si tú no creces, nada cambia. Y escucha bien esto porque es muy importante. No tienes que buscar un propósito a algo diferente a lo que estás viviendo.

Tienes que encontrar un propósito, un sentido a lo que estás viviendo ahora.

Antes de tener la enfermedad en el corazón y tener que dejar al baloncesto, yo pensaba que mi propósito era hacer muchas canastas, brillar muchísimo, tener muchísimos fans, pero después me di cuenta de que no.

Me di cuenta de que mi propósito era hacer jugar mejor a los demás. Recuerdo perfectamente cuando tuve que dejar ese deporte que no había una persona en este universo que pudiera estar más perdida, más confundida, más vacía, menos comprendida de lo que estaba yo.

Y es entonces cuando empecé a buscar un gran propósito, un gran sentido para el futuro. Entré en la universidad, trabajé en la obra, trabajé de camarero en hoteles y nada, absolutamente nada, me llenaba. Seguía igual de perdido. Hasta que me di cuenta de que me sentía perdido porque no le daba un sentido a lo que estaba haciendo ahora, sino que siempre buscaba un propósito para el cual tenía que llegar en el futuro.

Y así fue cuando en otro trabajo, en el cual mi función era limpiar alfombras de coches, intentaba dejarlas impolutas para que una vez viniera la familia y reservara ese coche, tuviera ese coche impecable y lo pudiera disfrutar con sus hijos. Pero limpiar alfombras en sí me parecía una mierda, pero limpiar alfombras para que otras familias disfrutaran de ese coche me hacía muy feliz.

Porque el regalo no estaba en limpiar la alfombra, el regalo está siempre en hacer felices a los demás. No sé en qué situación estás ahora, si estás en un problema económico, en un trabajo que no te gusta, en unos estudios que detestas como yo antes, en un conflicto emocional, una ruptura de pareja, no lo sé. Pero lo que sí sé es que necesitas encontrarle un sentido a eso.

El secreto estaba en ser feliz donde estaba. El secreto está en que seas feliz donde estás ahora, porque si no eres agradecido con tu nivel actual, la vida nunca te dará el siguiente nivel. Y por fin me di cuenta el año pasado que lo único que hace sentido en esa vida es el amor. Creo que muchos nos hemos pasado demasiado tiempo autosaboteándonos, tratándonos mal a nosotros mismos.