#114 - Ser productivo te está matando lentamente (en 9 min te explico por qué) 3s4j25

Mucha gente ha acabado confundiendo lo que es ser una persona productiva con lo que es ser una persona que está ocupada todo el tiempo.

Nos han metido en la cabeza que ser productivo es igual a tener éxito, que cuanto más hagas, más valioso eres y, por lo tanto, más feliz serás.

Pero eso es un error y, aparte, es una trampa.

Una trampa en la que muchos hemos caído, en la que muchos estuvimos y en la que muchos estáis.

Una trampa en la que solo piensas en esforzarte, en estar entretenido con algo.

Pero todo eso es para un único fin y tienes que prestarle muchísima atención porque, si no, no vas a vivir tu vida, sino que vas a estar constantemente repitiendo tus días, que es una cosa completamente diferente.

El fin por el cual te quieren mantener constantemente produciendo y haciendo cosas es para que nunca te cuestiones cuál es tu propósito.

Desde que somos pequeños, la mayoría hemos seguido un mismo patrón, del colegio al instituto, del instituto sin ni siquiera saber quiénes somos a la universidad.

En la universidad nos encontramos completamente perdidos, pero seguimos y después pasamos a trabajar.

En ese trabajo ganamos dinero y, con ese dinero, lo que hacemos es comprarnos cositas.

Compramos ropa, ahora nos compramos un coche y de comprarnos todo esto pasamos a la nada.

Pasamos a la nada porque nos damos cuenta algún día de que, por mucho yo que compre, por mucho yo que tenga tiempo libre, por mucho que viaje, por mucho que me esfuerce en el trabajo, me sigo sintiendo vacío.

El FOMO, que es el Fear of Missing Out, que es como el miedo a perderte algo, lo que hace es que constantemente te mantienen ocupado haciendo cosas porque si no tú tienes la sensación, la sensación de culpa de que te estás perdiendo oportunidades importantes.

Pero que tú estés haciendo algo o que tú estés realizando alguna actividad no significa que estés progresando.

Porque si tú haces y haces y no paras, pero tú notas interiormente que no avanzas, eso realmente es ser productivo, eso es ser un esclavo del pensamiento social que tiene la mayoría.

Y eso te aseguro que te lleva a dos o tres sitios.

Uno es la preocupación, después viene la depresión y después viene la ansiedad.

Así que mi pregunta es ¿por qué debemos de seguir llenando nuestra vida de tareas irrelevantes solo para estar haciendo algo? Porque si no nos sentimos muy mal.

Y te diré algo, esa idea de productividad nunca te va a beneficiar a ti.

A quien va a beneficiar es a las grandes empresas, a las grandes masas, a la economía.

Porque mientras tú estás ocupado tienes mucho menos tiempo para cuestionarte si todo el esfuerzo que estás poniendo tiene un sentido real para ti.

Yo ya caí en esa trampa y caí de lleno.

Dormía menos horas, ponía mi agenda llena de tareas, que no hubiera ni una hora libre.

Pero me di cuenta de algo.

Que lo importante no es poner tareas en tu agenda.

Que lo importante es agendar tus prioridades.

Porque si no, si sigues igual que ahora, terminarás como yo.

Agotado, quemado, sin dirección.

Con el tiempo me di cuenta de que la reflexión era igual o incluso más importante que la acción.

Porque recuerda esto para siempre.

Acción sin reflexión no tiene dirección.

Y en esta vida es muchísimo más importante la dirección que la velocidad.

Piénsalo.

Dos barcos salen de un mismo puerto.

Uno sale a fondo, a 30 nudos.

Pero sale 10 grados un poco más a la derecha de donde realmente quiere llegar.

El otro, en cambio, sale solo a 15 nudos, a la mitad de velocidad que el otro.

Pero sale recto.

¿Quién llegará antes? Llegará muchísimo antes el que sale a la mitad de velocidad, pero va recto, hacia donde quiere ir.

Porque el otro llegará a un sitio totalmente desconocido.

Dirá, no sé dónde he llegado.

Entonces tendrá que recalcular la ruta.

Tendrá que volver a empezar.

Y eso es lo que pasa en nuestra vida.

Que nos obsesionamos con ir deprisa, con ir rápido, pero ¿a dónde? ¿A dónde vas? Muchas de las depresiones, de esas enfermedades que hay hoy en día, no es depresión.

Es dispersión.

Es que estamos perdidos.

Es que queremos tener prisa, queremos correr, pero ni siquiera sabemos hacia dónde vamos.