YOGA Y AMOR ap1m

Buenas tardes. Comenzamos la charla, lo que nos ha traído aquí, que es algo muy interesante y que tiene relación con el yoga y el amor. Según ponía carteles la otra vez, Cristina, por el pueblo, algunos señores que veían eso decían, pero eso ya tiene algo que ver.

Yoga y amor, ¿no? No sé si conocían lo que era el yoga ni si conocían lo que era el amor, no lo sabemos. Todos los que habéis venido aquí queréis conocer alguna de las dos cosas, o las dos, o sois dueños de una y de la otra, entonces habría que empezar a definir cada uno de los dos elementos para llegar a conclusiones. Entonces comenzaremos, si os parece, con la palabra yoga, que es una palabra en principio.

Mientras no hay una experiencia de la palabra, la palabra es la palabra. Cada mente hará unas asociaciones con esa palabra distintas, ¿no? Una mente que no conozca absolutamente nada del yoga, cuando se acerca a esa palabra, no tiene datos. Cuando tiene algún dato sobre esa palabra, pues tiene esos datos, no tiene más. Después con unos datos se puede llegar a experiencias.

Ya tengo unos datos. Yoga es una gimnasia, es un trabajo físico, es un trabajo psicológico, es un trabajo filosófico, es un trabajo, o no es trabajo. Es una ciencia, o es una filosofía, o es un arte, es el arte de superarte, es un superarte. Todos queremos superarnos. ¿A dónde queremos llegar? De tanto superarse, ¿no? ¿Nos dará tiempo en esta vida a superarnos? Entonces, ¿el yoga a qué viene en nuestra vida? Es una palabra que comienza con una y. ¿Os parece interesante la y? Creo que ahora se dice ye, ya no se dice y, es una consonante, ye, ¿no? No sé, no lo he visto otra vez, ¿no? Una vez me dijeron, no se dice y, ahora se dice ye. No sé si es importante. Los astruyanos están todos los días diciendo ye, ye, esto ye, esto ye, ye de esta manera. Bueno, pues la y es una conjunción copulativa.

¿Os dice algo esto? A los que habéis estudiado un poco de gramática, la y es conjunción copulativa. Conjunción, de conjunto, que une, todas las palabras que tienen un, tienden a unir, fundir, ¿no? Unir, conjuntar, juntar, ¿no? Mundo, el mundo nos tiene unidos también.

Bueno, y united nations, ¿he dicho bien? La uno es un, bueno, da igual. Entonces, fijaros, ya la primera letra empieza a decirnos que el yoga viene a unir algo, a unir. La segunda letra dice o, que es una conjunción disyuntiva. Esto no va a ser una clase de gramática o no, pero una conjunción disyuntiva es que te ponen la disyuntiva. Tienes que elegir una cosa o la otra, ¿no? Esto o lo otro. Entonces estamos ahí en una conjunción que trata de unir a toda costa y después una conjunción que trata de unir pero sabiendo que hay una disyuntiva que puedes elegir. Con las dos letras se produce el yo.

Y lo interesante de todo esto es que el yoga tiene que ver con nosotros. El yoga no tiene que ver con algo de la India, algo oriental, algo raro que viene de muy lejos. El yoga tiene que ver con el yo, con cada uno de nosotros, porque todos nos llamamos yos. Nadie se llama de otra manera, yo. Y a veces hay gente que yo-ya mucho.

Yo pienso, yo digo, yo, yo, yo. Es un ejercicio interesante observar los yos. ¿Cuántas veces utilizamos el yo al cabo del día? ¿Habéis contado alguna vez? Yo me he contado hasta 500. Es mentira, ¿eh? Si vais contando y llegáis a 400, estoy mejor que el de la conferencia, ¿no? Entonces, la idea del yo es la idea también del yoa, el yo-yo.