Sueño Lúcido, Despertando a la Luz Clara, G. Scott Sparrow 6d7056

Hola, soñadores y soñadoras, bienvenidos a un nuevo podcast de este Club de Lectura de Entre Mundos. Aquí estamos una nueva semana más. Le recuerdo el libro que teníamos esta semana para comentar, que se llama Sueño Lúcido, el amanecer de la luz clara, de Gregory Scott Sparrow.

Y como siempre, se encuentra aquí conmigo Beatriz, María José, Miguel, Rubén, yo, Pedro, y Laura, la que estamos esperando, que esperemos que se incorpore pues cuanto ya pueda. Y mientras tanto, pues bueno, vamos a empezar como siempre con las experiencias que hayamos tenido esta semana. Si quiere empezar, por ejemplo, María José, que creo que tenía algo que contar. María José.

Sí, fue una experiencia muy cortita. Pues justo después del último programa que hicimos, pues estaba yo, después de hacer el programa, estaba un poco así hiperactiva. Se me había pasado la hora de dormir y entonces estaba de esa otra manera, cuando a uno se le pasa la hora de dormir, que se pone activo, ¿vale? Pues estaba así, ¿no? Y yo digo, oye, estoy yo, veremos a ver si me voy a quedar dormida esta noche pronto o si no.

Total, que estuve durmiendo, pero no como si no estuviera durmiendo profundamente. También es cierto que me acosté con la sensación de que tras el negro de mis párpados se encontraba el infinito, ¿vale? Me dormí repitiéndome eso, que tras el negro de mis párpados se encontraba el infinito, como que había un mundo, un espacio, o sea, esa sensación.

Y así me desperté varias veces por la noche, es total. Bueno, en una de esas veces me despertó como si fuera que mi gato me hubiera saltado por encima de la cabeza, incluso el sonido de que me salta algo por encima de la cabeza, este de guau, ¿no? Y yo digo, che, qué raro, ¿no? Y ya me despierta eso y noto como a mi alrededor, noto como mucho movimiento, como que está lleno de cosas y como que las sábanas se me mueven solas y yo digo, ya me empiezo a fijar y me noto vibraciones, me sigo fijando y digo, ostras, tengo un montón de trompetas en la cabeza tipo jazz, cuando el jazz está muy potente, que todo suena a la vez muy intensamente, pues tipo así.

Y ya me digo, bueno, puedo salir ahora, estoy en ese momento, puedo salir y yo, pero, ¿qué hago? ¿Me tengo que levantar? ¿Qué hago? Y era como, venga, me voy a levantar, me siento en la cama y me levanto. Pero no sabía cómo hacerlo, porque claro, como era la primera vez que intentaba yo hacer esto. Y entonces se ve que, sin darme cuenta, moví ligeramente el cuerpo, que yo noté como una sensación de mareo, como si yo en realidad me hubiera movido un montón, pero no me moví. Pero no lo conseguí y entonces se me fue pasando todo eso y ya entré dentro de, estaba, me quedé otra vez normal.

Y yo me caché sin la mano y bueno, pues ya sé que para la próxima vez, que os pregunté, tengo que intentar rodar. Rodar, pero en ese momento no caí.

Bueno, rodar es una forma y hay otras muchas. Yo nunca me he levantado rodando, yo siempre me levanto normal y corriente o me levanto en vigilia.

Eso es lo que yo intenté, pero no, no, no podías, no podías.

Sí, pero a mí las primeras veces también me costaba muchísimo. De hecho, yo me llevé meses y meses las que me pasaban lo mismo que te he pasado a ti. Y me quedaba como paralizado, pero no en la típica parálisis del sueño, sino que me costaba, como si algo me estuviera aguantando, ¿no? Y con el esfuerzo pues terminaba despertándome y así un montón y un montón de veces hasta que ya una vez, me acuerdo que la primera vez creo que fue, que se me ocurrió como más o menos podía mover las manos, los pies y eso, se me ocurrió agarrarme al filo del colchón y tirar de él. Y al momento me vi fuera de la cama. Y así, poquito a poco, de esa manera, bum bum, hasta que ya le vas cogiendo el rollo, ¿no? Y ya me levanto normal y corriente.

Yo estoy deseando que me vuelva a pasar. Estoy deseando que me vuelva a pasar.

María José, otra opción sería también, yo no he tenido prácticamente salidas directas estas, pero una vez la tuve y lo que hice fue tirarme al vacío de repente, como si me metiéses a la piscina y entonces, pum, ya estaba fuera. Pero bueno, la cuestión es que has estado ahí, María José.

Estaba muy consciente, estaba muy, muy, muy consciente. Si hubiera podido salir, hubiera sido la caña. O sea, hubiera sido increíble.

Es así, es así, María, es así. Yo, fíjate, yo salía levantándome normalmente de la cama.

Empecé a probar, a rodar, cuando escuché que se podía hacer rodando. Y funcionó.

Me llevé algún susto porque me parecía que me caía de la cama. Y era tan real que...