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A Través de la Niebla
El silencio de una madre: El caso Loris Stival

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2/5/2025 · 01:03:46
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A Través de la Niebla

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En este estremecedor episodio de A través de la niebla, nos adentramos en uno de los crímenes más desconcertantes que sacudió a Italia: la trágica muerte del pequeño Loris Stival. Lo que al principio parecía una desaparición pronto se transformó en una pesadilla cargada de mentiras, contradicciones y un silencio que decía demasiado. ¿Qué papel jugó su madre, Veronica Panarello, en esta tragedia? ¿Y qué secretos ocultaba tras su rostro aparentemente afligido? Con una narración envolvente y análisis detallado, exploramos las claves del caso, el impacto mediático y la desgarradora búsqueda de justicia. Un episodio que te hará cuestionar todo lo que creías saber sobre el instinto materno y la verdad. ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/1854352 46c1v

Lee el podcast de El silencio de una madre: El caso Loris Stival

Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.

Hoy viajamos al sur de Italia, a un pequeño municipio siciliano llamado Santa Croce Camerina.

Allí comienza una historia que, al principio, puede parecer común, pero que con el tiempo se transformaría en uno de los crímenes más escalofriantes del país.

Corría el año 2004 cuando Verónica Panarello, una chica de tan solo 16 años, conoció a David Estival, que por entonces tenía 18.

La conexión entre ellos fue inmediata.

Ella trabajaba como camarera y no tardó en contarle a David que su situación en casa era complicada.

Discutía constantemente con su madre y la tensión era insostenible, hasta que un día, tras una fuerte pelea, su madre la echó.

David, queriendo ayudar, le ofreció vivir con él y su familia.

Y Verónica aceptó sin dudar.

Poco tiempo después llegó una noticia que sorprendió a todos.

Verónica estaba embarazada.

Y, lejos de suponer un problema, fue algo que la pareja recibió con ilusión, pensando que ese bebé los uniría aún más.

El 18 de junio de 2006 nació su primer hijo, Loris Andrea.

Un niño muy esperado que trajo alegría no solo a sus padres, sino también a los abuelos.

David trabajaba como camionero, así que solía estar fuera durante días enteros.

A pesar de eso, el vínculo con Verónica parecía fuerte.

Se querían, hacían planes y soñaban con un futuro juntos.

En 2017 decidieron casarse.

Y tres años más tarde, en 2010, dieron la bienvenida a su segundo hijo, Diego.

Loris era un niño tranquilo, algo tímido con los desconocidos, pero muy alegre y cariñoso en su entorno.

Le encantaba acompañar a su padre en el camión y mirar el mundo desde esa cabina gigante.

Era muy inteligente, según decían sus profesores, y también muy querido entre sus compañeros.

Pero si algo lo apasionaba, era el karate.

Lo practicaba con entusiasmo y nunca faltaba a sus clases.

Pero todo cambió una mañana de noviembre de 2014.

Era el 29 de noviembre cuando, alrededor de la una del mediodía, Verónica fue al colegio para recoger a Loris.

Sin embargo, al llegar, se encontró con algo que no esperaba.

La profesora le dijo que Loris no había asistido a clase ese día.

Nadie lo había visto entrar.

Verónica, que entonces tenía 26 años, entró en pánico.

Gritó desesperada preguntando quién se había llevado a su hijo.

Sin perder tiempo, fue directamente a la comisaría a denunciar.

Allí declaró que esa mañana había subido a los dos niños al coche.

Primero llevó al más pequeño, Diego, a la guardería.

Luego, según ella, dejó a Loris en el colegio.

Dijo que, mientras los niños estaban en clase, asistió a un curso de cocina, donde varias personas confirmaron su presencia.

La noticia se extendió rápidamente por Santa Croce, Camerina.

Es un pueblo pequeño, donde todos se conocen.

Así que decenas de vecinos salieron a la calle para ayudar con la búsqueda.

Nadie quería pensar en lo peor, pero el tiempo corría.

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