La Píldora Roja: Tiroteo en el aeropuerto de Gran Canaria 5c3d66

Es altamente improbable que alguien que se encuentre en la vía pública, más en nuestro país, que consideramos como un lugar relativamente seguro, pueda ser testigo de un tiroteo. No sólo un tiroteo, sino de un incidente en el que están implicadas las autoridades policiales, más concretamente la Policía Nacional, y tenga el resultado de muerte de un ciudadano. Y uno sea testigo de eso.

No digamos ya si eso ocurre aquí en Canarias, que es una región que siempre se ha considerado como extremadamente segura. Pero a tenor de muchos sucesos que vienen ocurriendo desde hace años, y seguramente desde hace décadas también, hemos visto que seguramente esto no es así, ¿no? Ese escenario idílico que intentan promover las autoridades políticas con el ánimo de, bueno, no perjudicar esa imagen de cara al turismo, de cara al exterior.

Pues suceden cosas, pero suceden cosas como en cualquier otro lugar. Y lo que ha ocurrido el pasado 17 de mayo, sábado, pues fue un suceso realmente desgraciado y absolutamente inédito, inusual, un drama en todas reglas. Se trata, posiblemente lo habían visto en alguna nota de prensa, de un tiroteo que tuvo lugar en el aeropuerto de Gran Canaria y que, por parte de la Policía Nacional, que tuvo que asistir ante una incidencia propiciada por un chico de 19 años y que acabó con el resultado de muerte para este para este joven. Al parecer, en torno a las 5 menos 10 de la tarde, pues se desata esta alerta, ¿no? Que básicamente se inició cuando presuntamente este joven, Abdulibah, un joven de Gambia de 19 años, habría asaltado a un taxista del aeropuerto con un cuchillo.

El taxista, según las crónicas periodísticas, habría huido, obviamente, de su vehículo ante la actitud de su agresor. El agresor intentó darle casa con el cuchillo, totalmente fuera de sí. Ante esa alerta y siendo un lugar sensible como es el aeropuerto, los propios policías nacionales de la comisaría del aeropuerto de Gran Canaria, pues salieron y todo esto se puede ver a tenor de que, como se pueden imaginar, ha quedado grabado gracias a las cámaras de seguridad de las propias instalaciones, pues salen con la mano en la cartuchera, prácticamente ya cogiendo la pistola ante lo que parece ser una agresión bastante peligrosa. Cinco policías se enfrentan e intentan controlar a este joven que está absolutamente fuera de sí. En un momento dado, este joven pues prácticamente pega un salto para remeter contra uno de los policías, según se puede ver en ese vídeo de seguridad.

El policía logra esquivar la acometida del cuchillo in extremis gracias a que se cae el suelo y quizás gracias a eso evita una desgracia. Y en ese momento los policías, ante esa agresión y viendo que no hay otra forma de, digamos, reducir al agresor y ante el riesgo que puedan correr no sólo la integridad física de los propios agentes, sino de las personas que estaban en ese momento en el aeropuerto, pues empiezan a abrir fuego contra este joven, contra Abdulí, que obviamente acaba, como hemos dicho, con el resultado de muerte. Cinco impactos de bala, uno de ellos en el cuello.

Esto pues ha suscitado un debate en redes, a nivel público, de si era, por un lado, si era absolutamente necesario abatir de esa manera, abatir, que sería el término que habría que emplear, quizás incluso a nivel técnico, abatir de esa forma a este joven. Cinco disparos, que se dice pronto, cinco tiros.

Cuando uno ve las imágenes puede entender lo que ha pasado, a duras penas puede entenderlo, pero se puede más o menos hacer una idea. Y es que, a pesar de que los policías disparaban a este joven, él seguía presa de una especie de frenesí, como se sabría posteriormente tenía problemas psiquiátricos, y a pesar de recibir impactos de bala.