Nací siendo ADICTO a la DROGA | 2x10 1t4k36

Cuando me iba a dormir y me quedaba abrazado a mi hermana.

Lo último que escuchaba eran los gritos de mi padre hacia mi madre, gritándole, eres una puta.

Mi padre nos abandonó y yo llegué a creer que mi padre se había ido porque yo no era suficiente como hijo.

Crecí con una sensación de rechazo importante.

El día del funeral de mi abuelo, llegué drogado al funeral, me metí una raya de cocaína antes de entrar a la misa y cuando salí de la misa, lo primero que hice cuando me monté al coche fue pintarme otra raya de cocaína y después irme de putas.

Mi hermana fallece.

La interpretación que yo hago es que mi hermana también me ha abandonado.

Empiezo a hacer tratamiento en Madrid, un tratamiento que proviene de Estados Unidos.

Y me doy cuenta, tengo un dolor por el abandono de mi padre, porque he perdido a mi hermana.

Ese dolor alimenta la adicción.

Ahí empiezo a entender que soy un adicto que tiene un dolor, pero que yo nací adicto.

Querida comunidad de adicciones al descubierto, bienvenidos a este capítulo de hoy.

Un capítulo realmente importante, donde voy a hablar de la infancia, de cómo se desarrolla la adicción, pero sobre todo, de cómo se pasa de ser una persona que ha crecido en un contexto que favorece la adicción, que se engancha a las drogas y que se destroza la vida, a ser una persona que hoy vive feliz y que dirige una de las mejores instituciones del mundo para tratar las adicciones.

¿Cuál es ese puente para pasar de un lado a otro? Os lo vamos a explicar en el capítulo de hoy.

Me llamo Luis y soy adicto.

Empezamos.

Bueno, Luis, hoy un episodio muy especial, como bien decías.

Es un episodio también que va a ser muy personal, porque qué mejor que tu propio testimonio para ver cómo afecta esta etapa tan importante, la infancia, esta etapa en que el cerebro se está desarrollando y cómo todo lo que sucede puede influenciar en esta futura adicción.

¿Cómo recuerdas tu infancia, Luis? ¿Qué momentos se te vienen primero a la mente cuando te digo esto, tu infancia? Recuerdo una infancia con un padre alcohólico, un padre que lo último que escuchaban sus hijos antes de irse a dormir por las noches eran gritos, peleas, alguien que iba colocado de cocaína, alcohol y prostitutas y que muchas noches cuando me iba a acostar, cuando me iba a dormir y me quedaba abrazado a mi hermana, lo último que escuchaba eran los gritos de mi padre hacia mi madre gritándole, eres una puta.

Guau.

Claro, si esto es lo primero que se te viene a la mente cuando piensas en tu infancia, ¿no? Y a qué punto de partida tan doloroso.

¿Recuerdas toda tu infancia así? ¿Cómo era? No solo la relación entre tus padres sino también la dinámica familiar.

Mi padre cuando yo tenía ocho años se marchó de casa, nos abandonó, a mi hermana pequeña, a mi madre y a mí y no volvía a verle, desapareció y yo llegué a creer que mi padre se había ido porque yo no era suficiente como hijo y crecí con una baja autoestima y con una sensación de rechazo importante.

No me sentía aceptado en la escuela, no me sentía aceptado en el fútbol, ni siquiera me sentía aceptado con mi familia, me sentía desplazado, sentía que yo no formaba parte y esto me pasó con la familia, me pasó con los amigos, me pasó en la adolescencia, me pasó con mis parejas, me pasó en el trabajo.

Esa sensación de rechazo y de no pertenecer a algo me ha acompañado durante muchos años.