Meditación y conferencia: “¿Y si hubiera una manera diferente”, con Marta Matarín. 2n5415

Saludos a todos los que estáis conectados.

El tema de hoy es si hubiera una manera diferente. Y voy a poner un contexto. Me gusta hablar de la diferencia entre lo que se considera normal y lo que se considera natural. Y está muy extendido el pensamiento de que según como sean las circunstancias, pues hasta es normal estresarme. ¿Quién más que menos estresa? Por tanto, es parte de la normalidad y de algo cotidiano.

Podemos pensar que hay situaciones que pues es normal, que me preocupe, porque claro, es que a la hora que es y mi hijo o mi hija todavía no ha vuelto a casa. ¿Por qué ha pasado esto? Entonces empezamos a dar toda una justificación que entra después de este considerar normal algo que tal vez podríamos pensar que podría ser de otra manera.

Porque tal como concebimos la vida en general, ya hemos creado como ciertos patrones o formas de personalidad colectivamente.

Y cuando alguien contempla la realidad de una manera diferente, ya es como, y ahora esa persona porque no se preocupa, no tiene interés. Recuerdo una vez alguien me dijo algo así. Esto es que no te interesa. Y luego estuvimos dialogando y se dio cuenta de que sí, claro que me interesaba, pero que igual había otra manera también de poder responder a las demandas que a veces suceden en el día a día, a nivel familiar, a nivel profesional, incluso en temas de salud, tantas variables diferentes.

Si has incorporado la práctica de la meditación con cierta regularidad, quizás eres alguien que se está incorporando a este canal desde hace poco, pues sí que habrás ido observando que tal vez no te estresas como te estresabas antes haciendo, es aprender a meditar. Si lo que estoy haciendo es considerar que o por la mañana o en algún otro momento del día la práctica de la meditación me hace sentir muy bien, ¿cómo es que hay algo ahí que hace clic en cuanto que empiezas a meditar? Y es ahí donde me gustaría que llegáramos hoy. O sea, cómo cuando te vas descubriendo más, cuando te vas conociendo más, vas sintonizando en una realidad que es la misma, pero en la que tú puedes vivir de manera diferente, me explico.

También hay momentos donde parece que hablar de pensar en positivo, de tener una actitud de compasión, de amor, de fortaleza, puede que no esté como muy... que alguien te diga es que no estás viviendo la realidad, es que fíjate lo que ha pasado, es que no te das cuenta, como si por vivir la espiritualidad dejáramos de estar conectados con la realidad. Y soy consciente de que hay muchas personas que se desconectan, pero esto para mí no es meditar, es estar colgado de no sé muy bien dónde.

En lo que estoy hablando no me estoy refiriendo a eso. Hemos también comentado bastante cómo poder tocar con los pies al suelo, por tanto, ser muy consciente de la realidad que estamos viviendo, y además tenemos ojos para ver, tenemos un corazón para sentir, podemos discernir si algo es correcto o no, adecuado o no, ¿sí? Y la práctica de la meditación me podrá ayudar después a vivir en esa realidad, pero desde otra perspectiva.

Por ejemplo, una manera diferente sería la actitud del observador desapegado, que hemos mencionado muchas veces también. Es decir, tú estás presente en un sitio, o estás pensando en una situación que te inquieta, que te preocupa mucho, no sólo te ocupa, sino que te preocupa, y tú formas parte de esa situación, y dices es que no me quiero preocupar, ¿sí? Tú eres esto, y esto es la situación.

Cuando tú estás muy ahí con esa situación, la situación te engancha, y tú no te quieres preocupar, pero formas parte de esa situación. Con la meditación aprendemos una técnica que es muy muy útil, que es la del observador desapegado. La situación sigue estando, no sé si tengo aquí suficiente perspectiva, la situación sigue estando, esta es la situación, y yo soy capaz de mirármelo desde otra perspectiva.