Meditación y conferencia: “Mente clara para discernir mejor”, con Marta Matarín. a2e1k

Om Shanti, un saludo de paz para todos.

El tema de hoy es mente clara para discernir mejor.

Y yo añadiría mente clara para discernir mejor, para decidir mejor.

Porque cuando se trata de discernir es cuando tienes diferentes opciones y dices pues esto, tienes que decidir, ¿verdad? Y previamente está cómo está mi mente para saber cuál es el discernimiento que voy a tener.

Me voy a explicar.

Hay decisiones durante el día, porque todo el día tomamos decisiones.

Hay decisiones que son muy insignificantes y que ni tan solo nos damos cuenta de que estamos decidiendo.

Por ejemplo, pues si me he visto de esta manera o me he visto de esta otra.

Si voy a trabajar por esta calle, voy a trabajar por la otra calle.

Hay decisiones así que consideramos insignificantes.

Pero después están todas aquellas decisiones que requieren de un tiempo sereno para reflexionar.

Y nos encontramos a veces donde la mente está llena de pensamientos, pensamientos propios o pensamientos de otras personas, porque tal persona en esta situación hizo esto, porque lo que me dicen por la tele o por internet que haga debería de ser esto u otro.

Y ahí tenemos cantidad y cantidad y cantidad de pensamientos que no permiten que nuestra mente esté clara.

Tener una mente clara no significa no pensar.

No significa tener una mente plana.

Tener una mente clara significa tener una mente tranquila, donde sea capaz de poder observar con cierta distancia qué es aquello que está sucediendo, de qué manera podría intervenir, qué personas pueden ayudarme en esa situación.

Es decir, no quiero decir que uno mismo pueda decidir todo.

Sí que es así. A veces te gusta consultar a alguien, contrastar con alguien.

Pero no desde el pensamiento dubitativo, sino que con la mente clara llegamos a poder saber cómo desde esa tranquilidad podría estar haciendo lo que yo sé que debería de estar haciendo.

Esa mente clara me ayudará a ver si hay algún apego que me está haciendo decidir A y no B.

Cuando, de forma totalmente objetiva, si se pudiera llegar a ese pensamiento objetivo, tal vez podría decidir B. ¿Se entiende? Es la mente clara la que me está diciendo qué es lo que será lo mejor para mí.

Y no sólo para mí, sino para aquellas personas implicadas en ese tipo de situación.

Algo que considero fundamental en según qué tipo de discernimientos y, por tanto, de decisiones, es el no tener prisa.

Lo que también pasa es que piensas tengo que decidir ahora y cuanto antes y así, porque si no lo que va a pasar es que...

Y en algún momento aprendí, y sigo aprendiendo en todo esto, que si algo tiene que ser para ti, será para ti.

Pero no quiero decidir nada motivada por las prisas.

Porque entonces no siempre el discernimiento es el más acertado y, por tanto, no siempre la decisión es la más certera.

Y no quiero decir que tengamos que posponer, que tengamos que evadir, que tengamos que dejar para ver ya saber cuándo...

No.

Pero sí que, cuando sea, que yo tome una decisión, salga desde un espacio interno sereno, tranquilo, sosegado, y tal vez estés pensando...

Bueno, sí, los que meditáis, os lo tomáis así, pero en la vida diaria hay tantas cosas, tantas situaciones, y yo también formo parte de esta vida diaria.

O sea, que meditemos no quiere decir que no hagamos otra cosa en todo el día.

Pero sí que he aprendido herramientas que me son mucho más útiles y que he visto que, al menos a mí, me ha resultado mucho mejor no dejarme llevar por las prisas.

¿Sabes? Cuando alguien te dice, es que si no tomas esta decisión ahora, es que ya hay otras muchas personas que han optado para este puesto de trabajo.

Es que si no decides ahora, te vas a quedar sin ese piso.

Es que si no decides ahora, pues será que hay otro para ti.