Martes VI de Pascua 1h1i6k

Del Evangelio de Juan.

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos ahora me voy al que me envió y ninguno de vosotros me pregunta a dónde vas sino que por haberos dicho esto la tristeza os ha llenado el corazón.

Sin embargo os digo es la verdad os conviene que yo me vaya porque si no me voy no vendrá a vosotros el paráclito en cambio si me voy os lo enviaré y cuando venga dejará convicto al mundo acerca de un pecado de una justicia y de una condena de un pecado porque no creen en mí de una justicia porque me voy al padre y no me veréis de una condena porque el príncipe de este mundo está condenado el pasaje que leemos tiene un tono profundamente consolador y al mismo tiempo profético Jesús prepara a sus discípulos para su partida pero no desde la resignación sino desde la esperanza activa estas palabras pueden parecer extrañas cómo puede convenir a los discípulos que Jesús se vaya sin embargo Jesús está señalando que su presencia física debe dar paso a una nueva forma de presencia más universal y permanente la del Espíritu Santo este espíritu no sólo consolará sino que continuará la obra de Jesús en el corazón de los creyentes y en la historia el papel del espíritu será iluminar la verdad en tres dimensiones fundamentales en el pecado porque el rechazo de Cristo es la raíz del pecado no creer en él es cerrarse a la vida plena en la justicia porque su regreso al padre muestra que Jesús es verdaderamente el justo vindicado por Dios y en el juicio porque el mal representado por el príncipe de este mundo ya ha sido derrotado en su raíz esto significa que el espíritu no sólo actúa en los creyentes sino que afecta al mundo entero revelando lo que realmente es justo, verdadero y eterno el pasaje nos invita a acoger con humildad el tiempo del espíritu en el que ahora vivimos como iglesia no tenemos a Jesús físicamente entre nosotros pero su espíritu vive en cada corazón que cree y se abre a su luz ¿vivo mi fe como una relación viva con Cristo sostenida por el Espíritu Santo? ¿estoy abierto a la acción del espíritu en mi conciencia que me convence de pecado me llama a la verdad y me da esperanza frente al juicio? ¿dejo que el espíritu me ayude a discernir lo que es justo, verdadero y bueno?