
Descripción de Martes V de Pascua 1a726u
Este texto es uno de los más profundos y conmovedores del Evangelio de Juan. Jesús está a punto de entrar en su Pasión, y sin embargo, no habla de miedo ni de sufrimiento, sino de paz. Una paz que no es la del mundo, frágil y condicionada, sino la paz que nace de la unión con el Padre, la paz del corazón enraizado en el amor de Dios. 602b6i
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Del Evangelio de Juan.
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos, la paz os dejo, mi paz os doy, no os la doy yo como la da el mundo.
Que no se turbe vuestro corazón ni se acobarde.
Me habéis oído decir, me voy y vuelvo a vuestro lado.
Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo.
Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, creáis.
Ya no hablaré mucho con vosotros, pues se acerca el príncipe del mundo.
No es que él tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo comprenda que yo amo al Padre y que el Padre me ha ordenado y así actúo yo.
Este texto es uno de los más profundos y conmovedores del Evangelio de Juan.
Jesús está a punto de entrar en su pasión y sin embargo no habla de miedo ni de sufrimiento, sino de paz.
Una paz que no es la del mundo, frágil y condicionada, sino la paz que nace de la unión con el Padre, la paz del corazón enraizado en el amor de Dios.
La paz os dejo, mi paz os doy.
Aquí Jesús se nos está regalando su paz como herencia.
No es una promesa vacía, sino una realidad que ofrece a quien cree y le sigue.
Es una paz que permanece incluso en medio del conflicto o de la cruz, porque se basa en la confianza en el amor del Padre.
Jesús también les habla de su ida al Padre como motivo de alegría, no de tristeza.
Ir al Padre no es abandono, sino cumplimiento del plan de salvación.
El amor auténtico, dice Jesús, se alegra por el bien del amado.
Se nos invita a ver más allá de lo inmediato y confiar en que todo está en manos del Padre.
Y por último menciona que el príncipe de este mundo, una referencia a Satanás, se acerca pero aclara, no es que él tenga poder sobre mí.
Jesús va libremente a la cruz por amor y obediencia al Padre.
El pasaje puede iluminar situaciones de angustia, dolor o incertidumbre.
Preguntémonos, ¿qué clase de paz busco? ¿La paz que depende de todo me vaya bien? ¿O la que nace de estar unido a Dios, incluso en medio del sufrimiento? ¿Confío en que todo lo que sucede, aunque no lo entienda, puede tener sentido si lo vivo desde el amor y la fe? Jesús nos enseña que su misión no es evitar el dolor, sino darle sentido desde el amor.
Nos invita a no dejarnos dominar por el miedo, sino a vivir confiando en su paz y en su victoria del amor sobre el mal.
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