Los laboralistas: retrato de una época militante de resistencia, utopía y transición 414e3h

Muy buenas tardes, en primer lugar, como en los aviones, agradecer que todo el mundo ponga el teléfono en silencio, en modo avión, para evitar sorpresas durante la intervención. Me la acerco más aún. Bueno, muy buenas tardes, bienvenidos hijos del rock and roll a esta nueva sesión de la Universidad Popular.

Decía que lo primero, por favor, teléfonos en modo avión, en silencio, para evitar distorsiones durante la conferencia. Bueno, agradecer no sólo la presencia nuevamente de Tomás Dupla, que alguien pregunta, ¿este señor ha venido alguna vez más a hablar de...? Sí, pero no ha hablado de esto, ha hablado de otras cosas, de Palestina en concreto.

Viene hoy a hablarnos del tema laboralistas. También agradecer la presencia de Carmela y algunos otros compañeros que han participado en la historia esta de la edición del libro sobre los despachos laboralistas en Madrid, que se presentó hace tres meses, cuatro meses, en noviembre. Hace ya más.

Bueno, Tomás Dupla es licenciado en derecho, ha sido también licenciado en sociología, ha sido profesor universitario, trabajó en la Junta de Andalucía, en la Comunidad de Madrid y a partir del año 89 se trasladó... ¿cuál 89? El año 89 a Bruselas. Se trasladó a Bruselas y ha trabajado desde entonces en el servicio exterior de la Unión Europea.

Ha sido director general de casi todo lo que se puede ser en relaciones exteriores de la Unión Europea, fue también embajador de la Unión Europea en Jerusalén para los territorios palestinos y la zona ocupada, Paragaza y Cisjordania y ha trabajado en casi todos los temas internacionales que nos podamos imaginar siempre en relación a la Unión Europea.

Bueno, ha sido también... bueno, ha trabajado en distintas universidades, en Wisconsin y alguna universidad española, ha sido consultor de algunas asociaciones internacionales y hoy viene a hablarnos del tema de los laboralistas. Entonces, aunque sea un poquito rollo, os voy a leer la nota porque creo que es interesante, la reseña de la conferencia.

Al hilo de la aparición de laboralistas una década utópica, la charla trata el fenómeno de los laboralistas en el momento histórico de los años 70. Agitado, confuso y apasionante. Internacionalmente, plena guerra fría, la guerra viendan, anticolonialismo, las guerrillas en América Latina. En España, la estabilización y el desarrollo marcados por fuertes conflictos de clase.

Culturalmente, la ruptura con un viejo estilo de vida y los viejos valores marcados por la cultura pop y la contracultura. El régimen institucionaliza la represión y abre campo para la actuación de abogados de la oposición. De todo eso nace el laboralismo. Lo crean militantes preparados y muy motivados que tienen una visión de la vida alternativa, de la vida anclada en la cultura de la época con vocación rompedora y valiente.

Se traduce en despachos relativamente grandes, autofinanciados y autoorganizados, de una forma radical como una utopía democrática, en la que se ejerce la abogacía de una manera nueva y ética, que se constituyen en espacios de libertad en los que se combina la lucha legalista y la lucha revolucionaria, prestando servicios en su mayoría gratuitos a trabajadores, represaliados, vecinos y a comisiones obreras. La lucha de estos despachos se engarza plenamente con el amplio movimiento popular que hace posible la transición y que acaba cuando ésta se culmina.

Y sin más, pues darte las gracias Tomás por esta nueva presencia. Muchísimas gracias Alejandro y muchísimas gracias de nuevo a la Universidad Popular Carmen de Mechelena por acogerme para estas charlas que me parece que es ya la tercera. Un momento en el año que la verdad es que me complace muchísimo, tanto por el carácter de la institución como por el público que viene. Sobre este tema voy a comentar quizás algo más. La referencia al libro es importante. El libro es este.

Laboralistas, una década utópica. Y dice laboralistas, no abogados laboralistas, porque los laboralistas no éramos solamente abogados. Un ejemplo es Carmela, que trabajó con nosotros y que no era abogada, pero como ella había mucha más gente. Éramos un conjunto de gente, significados quizás por la práctica jurídica más que por otra cosa, pero que desde luego teníamos una panoplia de servicios de todo tipo a la gente que necesitaban del concurso de gestión.