Klotho, la proteina de la eterna juventud 6g1la

Hola a todos y bienvenidos a un nuevo capítulo del podcast que no te cuenten podcast. Soy Ángel Rueda, soy el creador del método que no te cuenten calorías. Tú ya me conoces porque si no estaría por aquí. Y si eres nuevo pues nada, le echas un vistazo a todas las turras que doy por aquí. Pero es que hoy vengo con muchas ganas. Hoy voy a intentar resumirlo, hacerlo cortito, pero vengo con muchísimas ganas. Ya sabes que este podcast va sin cortar, sin pegar, sin editar, sin nada. Va a pelo, va a suelto, va con la verdad por delante y con todo lo que digo sin pensarlo.

Bueno pues hombre, tengo un guión en la cabeza, tengo una idea. Es que hoy vengo a hablarte sobre la proteína que te hace vivir más y cómo activarla desde casa. Como no hago ninguna edición tengo que poner yo la música de fondo y las ráfagas y los sonidos especiales y todo eso. Pero bueno va, que voy rápido porque hoy quiero hablarte de eso, quiero hablarte de una proteína. Y hoy no te voy a vender nada, ¿vale? Bueno, siempre vendo. Yo cada vez que hablo estoy vendiendo. Como todos, todos nos vendemos, todos salimos a la calle arregladitos, guapos, para vendernos.

Nos maquillamos, nos compramos ropa, nos echamos crema, nos echamos colonia, nos echamos perfume y nos montamos en el Ferrari para presumir. Todos nos vamos vendiendo. Que me voy por las ramas. Hoy no te voy a contar una historia rara, ninguna metáfora ni nada. Hoy te voy a contar una verdad, ¿vale? Y te voy a contar algo que te puede alargar la vida. Y cuando digo alargar la vida no me refiero a hacerla más eterna y cruel, sino hacerla más llena de vida y más llena de actividad.

Y no es broma, ¿vale? ¿Hay una proteína en tu cuerpo? Ahora mismo, mientras me escuchas, la tienes ahí, ¿vale? Que si estás presente en tu vida, si estás activo, si estás viviéndola guay, si estás saludable, pues está presente en muy buena cantidad. Hace que vivas más, vivas mejor y envejezcas más lento. Y lo mejor, que puedes activarla tú, desde casa, gratis, sin cuotas, sin suscripciones, sin nada. Bueno, casi. Ahí hay que hacer alguna cosita, pero tienes que hacerla tú, ¿vale? Es totalmente gratis. Se llama Cloto y no viene de Clotilde, ¿vale? Cloto viene de, bueno, creo, te hablo de memoria, creo que era una diosa griega que tejía el hilo de la vida o algo así, ¿vale? No me hagan mucho caso.

La cuestión está en que yo todo esto también lo descubrí en Japón. ¿Y quién descubrió esta proteína? Pues lo hizo en 1997 un japonés que no envejece mucho, que se llama Makoto Kuroo. Makoto Kuroo, no sé cómo se pronunciará, ¿vale? Estaba en su laboratorio el colega y tocando genes de ratones, como hacen los científicos locos de verdad, lo que vemos en la tele y en las pelis, se le ocurrió desactivar un gen que no sabían bien para qué servía. ¿Y qué pasó? Pues que los ratones empezaron a envejecer como si les hubiera atropellado el calendario. Efectivamente, pero además con una serie de patologías muy muy conocidas.

Osteoporosis, arterias duras, piel seca, cerebro encogido y palmaban muy jóvenes sin energía y sin gracia, ¿vale? Entonces hizo lo contrario, les activó ese gen y adivina qué ocurrió. Los ratones vivieron más y vivieron mucho más y mucho mejor y un 30% más. Y no sólo más años, mejores años, con una lucidez, con más fuerza, con más dignidad, con más actividad, con más frescura, con más happy flower. Y ahí dijo, vale, hemos tocado algo gordo. Esto no es cualquier proteína, esto es el motor secreto del envejecimiento lento. Desde entonces Kloto que así se llama la proteína, que no es Klotilde, pero yo ya sabes que utilizo mi mierda. Pues bueno, pues desde entonces.