Jesucristo: La tumba está vacía, ¡Él resucitó! 2d3s2w

Continuamos con la serie de tres partes que estamos haciendo en estos días. Estamos en la pasión de Cristo, la pasión de Jesús. Hemos visto dos partes, dos entregas. La primera de ellas mencionando la cena del Señor con la traición de Judas. Jesús también anuncia que Pedro le va a negar tres veces. Hemos visto también cuando Jesús y los discípulos se trasladan al huerto de Gesemaní. En ese momento, Jesús tiene ese momento de oración con el Padre. Los discípulos se duermen porque están cansados. Judas y los soldados romanos y los fariseos vienen a prender a Jesús. Pedro le corta la oreja a uno de los sacerdotes.

Judas, por cierto, le da el beso de traición a Jesús. Jesús es llevado ante Pilato, también ante el Sanedrín. Hemos visto ese juicio injusto, parte de ese juicio injusto, porque va a continuar en unos minutos. Y también hemos visto la negación de Pedro. La parte que os vamos a presentar ahora es de las partes más tristes que puedes encontrar en la Palabra de Dios. Es el momento de la condena de Jesús. Jesús es sentenciado a muerte. Es lo que te vamos a presentar en estos minutos. Acompáñanos. Vamos a teletransportarnos a ese lugar.

Lucas capítulo 23, versículo 6. Y al oír Pilato el nombre de Galilea, preguntó si el hombre era Galileo. Pilato, al saber que Jesús era de Galilea, intenta transferir la responsabilidad a Herodes Antipas, porque Herodes era quien gobernaba esa región. Aquí vemos como Pilato busca desentenderse del caso. Ya lo hace más adelante, lavándose las manos. Ahora mismo lo hace. Y al saber que era de la jurisdicción de Herodes, versículo 7, le remitió a Herodes que en aquellos días también estaba en Jerusalén. Herodes estaba en Jerusalén para la Pascua.

Era una coincidencia providencial. Vemos como hay un traslado. Jesús va a ser trasladado.

Y vemos como hay, por decirlo de alguna manera, una fragmentación del poder entre los gobernantes romanos y los títeres judíos. Herodes, viendo a Jesús, se alegró mucho, versículo 8, porque hacía tiempo que deseaba verle, porque había oído muchas cosas acerca de él y esperaba verle hacer alguna señal. Esto es lo que dice el versículo 8. Es decir, que Herodes está mostrando un interés superficial, más por curiosidad que por fe. Aquí vemos el contraste entre un verdadero buscador de la verdad y uno quien solo busca el espectáculo.

Como hacían los judíos, como hacía el pueblo. Seguían a Jesús por los milagros, por las señales, pero no seguían a Jesús por quién era él. Y le hacía muchas preguntas. Pero Jesús nada le respondió. Ese silencio de Jesús es significativo. Él no se presta a burlas ni a juicios injustos. Cumple lo que dice Isaías, capítulo 53, verso 7, como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció.

Y estaban los principales sacerdotes y los escribas acusándole con gran vehemencia. De nuevo vemos la insistencia de estos líderes religiosos que refleja su odio. Vemos la presión que ejercían sobre los gobernantes para asegurar la condena de Jesús. Entonces Herodes, versículo 11, con sus soldados, le menospreció y escarneció, vistiéndole de una ropa espléndida.

Y volvió a enviarla a Pilato. Es decir, que Herodes ridiculiza a Jesús como un rey inofensivo.

Ese manto espléndido es una burla de su realeza, sin entender el golpe para