EXPEDIENTE EXPRESS #7: Evans Ganthier | Cuando el Asesino Responde 874e

Estás escuchando los Expedientes Express de Investigadictos, con Nacho Jiménez.

A pesar del frío extremo de diciembre, Rebeca Koster, Becky para los amigos, una chica de apenas 24 años de Nueva York, se resiste a abrigarse demasiado la noche del 3 de diciembre de 2009. Bajo su chaqueta acolchada de color negro, viste tan solo una camisa de tirantes del mismo color. Quiere verse bien esta noche, aunque la realidad es que no necesita hacer demasiados esfuerzos. Su complexión menuda, su piel morena y su larga melena rizada y oscura, le confieren un atractivo magnético. Antes de salir, mientras se pone sus botas forradas de piel sobre unos vaqueros de color azul claro ajustados, le escribe un mensaje a su madre.

Se trata de un ritual cotidiano, una promesa tácita de seguridad antes de sumergirse en la noche. Esa misma velada, mientras Bárbara Rose, la madre, cumple su turno de madrugada como enfermera en un hospital cercano, le arranca a su hija la misma promesa de siempre. Una promesa que a muchos, especialmente a muchas, os sonará. Un mensaje cuando llegue a casa sana y salva.

Una rutina sencilla, casi automática, que jamás ha fallado.

Es miércoles por la noche en Medford, Nueva York, más precisamente en Long Island. Como su madre, Rebeca también se mueve en el ámbito sanitario. Su trabajo como asistente de salud a domicilio, la lleva a cuidar sobre todo de ancianos y niños con autismo. Y a pesar de que, a las seis de la mañana siguiente, debe estar de vuelta en su puesto, decide que de momento es noche de diversión. El descanso puede esperar.

Rebeca y su nuevo novio, Dan Major, conducen hasta Holbrook para reunirse con su amiga Nicole Longo y algún que otro amigo más. Tras tomarse las primeras copas, el grupo decide ir en busca de un lugar con más ambiente y se mueven al Butcher Boys Bar & Grill, lo que podríamos traducir como bar y parrilla los carniceros o algo así.

Y aunque sabéis que no soy de spoilers, os pido que recordéis este nombre, sobre todo la traducción, porque no os podéis ni imaginar hasta qué punto es retorcidamente irónico este nombre. Tiempo al tiempo.

Tras apenas dos meses saliendo con este chico, con Dan, de 28 años, él ha caído completamente rendido ante ella. Sus ojos marrón oscuro, su sonrisa contagiosa, en fin, que está súper enamorado. Rebeca, sin embargo, no lo ve del mismo modo. Dan es alguien agradable, sí, alguien con el que le gusta pasar el rato, un buen compañero de diversión, pero nada más. No es momento de compromisos. Es joven, guapa, tiene un futuro laboral brillante y todavía no está preparada para comprometerse con nadie.

En el bar, las bebidas van y vienen mientras el grupo socializa. Dan se distrae con el billar, charlando con varias personas que conoce de la zona, y Rebeca se enfrenta a la atención constante de los hombres que intentan invitarla a una copa. No son pocos, y aunque está bastante acostumbrada, incluso ella se sorprende cuando un desconocido, bastante más atrevido que el resto, bastante más agresivo diría yo, la arrebata al móvil, introduce su número y se lo devuelve sin más. Un gesto bastante invasivo que Becky lo despacha simplemente poniendo los ojos en blanco, diciendo algo así como menudo personaje ¿verdad? Poco a poco llega la medianoche y Nikita