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CREENCIAS MORTALES #4: Henry Murray | Receta de un Asesino 4163f
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🔎 Disfruta de dos expedientes extra cada mes, nuestra nueva sección sobre sectas Creencias Mortales y las fotos del caso en la revista Investigadictos True Crime Magazine. 📖✨ 📢 Todo en primicia para los del Club de Fans de iVoox. 💀 CREENCIAS MORTALES #4: Henry Murray | Receta de un Asesino Harvard, años 50. En una sala sin ventanas, bajo focos enceguecedores y con un micrófono oculto grabando cada palabra, un adolescente brillante pero vulnerable se enfrenta a un experimento diseñado para destruirlo. Le humillan, le atacan, le despojan de toda certeza. Al otro lado del cristal, un psicólogo de prestigio toma notas. Su nombre: Henry A. Murray. Su legado: el experimento más cruel jamás llevado a cabo en nombre de la ciencia académica. El joven se llama Ted Kaczynski. Años más tarde, el mundo lo conocerá como el Unabomber. Murray, elogiado por sus teorías sobre la personalidad y su trabajo para el OSS —precursora de la CIA—, lleva a cabo un estudio encubierto donde los sujetos son manipulados, agredidos verbalmente y forzados a cuestionar su propia identidad. ¿Un ejercicio académico? ¿O un ensayo clínico de control mental al servicio de un experimento mayor? En paralelo, Sidney Gottlieb, el químico oscuro de la CIA, despliega MK Ultra: un programa secreto que explora los límites del dominio mental, utilizando drogas, hipnosis y trauma como armas. Ambos proyectos coinciden en tiempo, metodología… y objetivos. Pero el nexo entre ellos permanece difuso, clasificado o, directamente, borrado. ¿Fue el experimento de Henry Murray parte del engranaje de MK Ultra? ¿Puede el trauma inducido haber convertido a Kaczynski en una bomba de relojería humana? ¿Dónde termina la investigación psicológica… y dónde empieza la manipulación institucional? Este episodio es un viaje al núcleo oscuro de la ciencia al servicio del poder. Una historia real donde la inteligencia se convierte en arma, y la mente, en campo de batalla. 🎙️ Un pódcast de Investigadictos 🎶 Intro y cierre: Goblin - Profondo Rosso 📚 Fuentes e investigaciones: Harvard Crimson - "Controversial Research: Murray and the CIA" The Atlantic - “The Shocking Secret Experiment That Led to the Unabomber” New York Times - “Harvard and the Making of the Unabomber” Psychology Today - “The Murray Experiment: Ethics, Torture, and the Birth of a Terrorist” The Guardian - “Mind Control: MKUltra and the CIA’s Darkest Experiments” CIA.gov - MK Ultra Declassified Documents Smithsonian Magazine - “The CIA’s Secret Quest for Mind Control” NPR - “How MKUltra Tried to Create Mind-Controlled Killers” The Conversation - “Ted Kaczynski, Henry Murray and the Ethical Failure of Psychological Research” Libro: The Search for the Manchurian Candidate de John Marks (Capítulos 8 y 9) [Disponible en línea o en bibliotecas digitales] Podcast: DEX 08x17 Sidney Gottlieb: El químico oscuro de la CIA ⚠️ Aviso importante Este pódcast se basa en hechos reales y recoge las investigaciones más rigurosas sobre el caso. Aunque no somos criminólogos profesionales, cada episodio se elabora a partir de fuentes contrastadas y verificadas. 📩 Para o, sugerencias o correcciones: [email protected] 🕵️♂️ Síguenos para más historias donde las creencias se convierten en crímenes. 📢 ¡Suscríbete y forma parte de la comunidad de Investigadictos! 🎧🔍 ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/2321546 136032
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A sus 95 años, postrado en una cama de hospital, Henry Alexander Murray apenas puede ya articular palabras. A su lado, Carolyn Fish, psicóloga infantil, discípula de Piaget, le sujeta la mano con delicadeza. Murray respira con dificultad. Lleva décadas en retirado, condecorado, venerado por su trayectoria. Tiene una medalla de oro por su aportación al campo de la psicología, un premio de la Asociación Estadounidense de Psicología y una colección privada valiosísima de manuscritos de Herman Melville, el autor de Moby Dick, que ha donado de forma altruista al Ateneo de Versailles.
Parece un anciano más, parece que ya nadie se acuerda de aquel experimento, de ese experimento que no aparece en ninguna de sus biografías oficiales. Sin embargo, ya os puedo decir que él sí que se acuerda. De hecho, ahora que llega el final de toda una vida consagrada a la psicología, no puede quitarse esos ojos de la mente, esa mirada. ¿Cómo olvidar aquel proyecto? 22 estudiantes de Harvard, un experimento que él mismo diseña, dirige y ejecuta. Entre los participantes, un joven de 17 años llamado Ted Kaczynski. La escena parece inofensiva, un despacho universitario, un estudiante brillante y un investigador prestigioso. Lo que ocurre tras esa puerta, sin embargo, tiene muy poco de académico, mucho menos de moral.
Durante más de tres años, Kaczynski y otros tantos estudiantes son sometidos a una serie de pruebas psicológicas encubiertas que Murray definiría más adelante, el propio Murray, de estas pruebas, como ataques vehementes generalizados y personalmente abusivos.
Se trata de destruir, no de estudiar, sino de descomponer directamente al sujeto, de provocar en él una disonancia emocional y cognitiva lo bastante intensa como para poder registrarla a los medidores. Planean analizar sus reacciones ante un estrés extremo.
Este tipo de prácticas, por crudas que suenen, no surgen del vacío, forman parte de un contexto mayor, más amplio y oscuro, el proyecto MKULTRA.
Oficialmente MKULTRA comienza en 1953 como una operación secreta autorizada por el entonces director de la CIA, Allen Dooles. El objetivo, explorar técnicas de control mental. En la práctica se convierte en un auténtico monstruo descentralizado de más de 149 cabezas y un presupuesto encubierto que fluye a través de universidades, hospitales, cárceles y laboratorios que son básicamente, en su totalidad, fachadas. Hablar de cómo se financiaron daría ya para un expediente entero. El director de la sección técnica de la CIA, Sidney Cudliffe, se convierte en el arquitecto de una maquinaria científica, por llamarla de alguna forma, que opera siempre al borde de la legalidad.
Los métodos utilizados son tan variados como brutales. istración de LSD sin consentimiento, hipnosis, aislamiento sensorial, privación de sueño, electroshock e incluso interrogatorios con abuso físico y psicológico de todo tipo. Siempre bajo la premisa de conseguir pautas para crear agentes capaces de resistir cualquier forma de coerción, o bien, inducirla en otros, claro está. Algunos de los voluntarios son pacientes psiquiátricos, presos o personas sin hogar, voluntarios entre un par de comillas bien gordas. Otros, como en el caso
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