Ep. 041 | El tarot no predice el futuro, pero sí puede cambiar el tuyo 3i555e

Hola y bienvenidos a un nuevo episodio mío del Diario de Belén.

Hoy quiero hablarte de un tema muy especial para mí y creo que ya tocaba, que es el tarot.

Pero no quiero hablar desde un lugar súper místico o misterioso, sino desde la calma y desde el autoconocimiento.

Voy a contarte también un poco qué es para mí el tarot, de dónde viene, para qué sirve y cómo lo uso yo en las sesiones de coaching.

También te daré ideas para que tú lo puedas usar, si tú quieres, como una herramienta de introspección.

Así como siempre, vete por un cafete, un matcha, lo que te apetezca, ponte cómoda o cómodo y vamos allá.

Si vas en el coche, como siempre, porfa, tengo muito, ya voy al gallego, ten mucho cuidado.

Bueno, el origen del tarot, eso es lo que me parece súper interesante.

Cuento un poco lo que es la historia.

Aunque hoy en día, ya digo, se asocia a algo súper espiritual o incluso a algo muy esotérico, el tarot en sí tiene un origen mucho más curioso.

El tarot en sí nació en Europa en el siglo XV, aproximadamente, y era como un juego de cartas.

En Italia le llamaban tarocchi.

Pero en aquellos tiempos no se usaba para adivinación, sino como un entretenimiento de mesa para la nobleza, lo típico que para los reyes les teníais que hacer reír, les teníais que hacer juegos y cosas así.

Y fue más en el siglo XVIII cuando comenzó a usarse como herramienta simbólica ligada a caminos filosóficos y espirituales.

Luego fue mucho más tarde.

Las cartas de tarot están llenas de arquetipos que reflejan experiencias humanas universales.

Es que cuando tú veas las cartas, hay un montón de símbolos en ellas que representan también esas diferentes épocas.

Es súper interesante.

Por eso también te digo que funciona súper bien, no porque adivine nada, sino porque habla un lenguaje que todos en el fondo entendemos.

Las cartas de tarot, yo siempre digo, es como un espejo de tu interior, solo que se pone por encima de la mesa y lo puedes ver todo mucho más claro.

Te voy a decir para lo que no sirve el tarot, porque a veces nos confundimos y la gente me lo pregunta mucho.

No sirve para predecir el futuro con certeza.

Eso es lo máximo.

Controlar lo que va a pasar.

Resolver tus problemas mágicamente o reemplazar un proceso terapéutico si lo necesitas realmente.

No es algo que te va a sanar, no es algo que te... no.

No va a predecir a ver quién va a morir o quién no, por Dios.

El tarot de verdad no quita la responsabilidad de tu vida.

Todo lo contrario, te lo devuelvo un poco.

Porque te dice, eh, aquí en estos puntos es en los que puedes o debes, si quieres, trabajar.

¿Para qué sirve realmente el tarot? El tarot, en mis ojos, sirve para reflexionar y escuchar tu intuición, sobre todo.

Comprender lo que estás sintiendo en un momento de confusión, porque a veces no sabemos si en tu tristeza, si en tu ira, si en tu enfado, qué es lo que me está pasando, si en tu amor no lo siento...

Y te enseña esas cosas.

Conecta también con aspectos de ti que a veces no ves, como creencias, miedos, deseos, metas...

Lo que te hace ver las cosas.

Sirve también para tomar decisiones más alineadas, no porque te diga qué tienes que hacer, ¿vale? Cuando te da una tirada no significa que tienes que hacer lo que te digo ahí, sino porque te ayuda a verlo con perspectiva.

Eso es lo que mola.

Luego, abrir conversaciones profundas, ¿vale? Sirve también para eso, porque es como que, por ejemplo, tú te compras las cartas y tú te quieres hacer a ti misma o a ti mismo esas tiradas, pues abre una conversación súper profunda contigo mismo.

Lo mismo, obviamente, en mis sesiones de coaching o también en tu diario personal.

Luego tú puedes hacer todo contigo, tú sola o tú solito, y vas a descubrir muchas cosas.

Pero es eso, te ayuda a reflexionar, a ver cosas que a lo mejor no las quieres ver o no las ves realmente.

Sacas y como todo, muestras.