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Descripción de Domina el lenguaje, Domina tu mente 1n2p49
No hay nada más peligroso que un ser humano que no cuestiona las palabras que utiliza. Las palabras son invisibles, pero moldean el mundo. Controle su lenguaje, y controlará su pensamiento. Controle su pensamiento… y controlará su destino. ¿Alguna vez ha sentido que no logra expresar con claridad lo que piensa o siente? Quizás no sea su culpa. Quizás simplemente… no tenga aún las palabras adecuadas. Porque el lenguaje no solo comunica ideas, las construye. Un vocabulario pobre no es solo un obstáculo para hablar: es una cárcel mental. Imagine a una persona que solo conoce dos palabras para evaluar el mundo: “bueno” y “malo”. ¿Qué capacidad tendrá para analizar dilemas éticos, políticos, sociales o personales complejos? Pero si esa misma persona incorpora palabras como: “Ambiguo”, “cuestionable”, “ético”, “estratégico”, “injusto”, “relativo”… Entonces, su mente gana herramientas, su visión del mundo se expande, y sus decisiones mejoran. El lenguaje no solo sirve para hablar con los demás, sirve para pensar con uno mismo. 4g6s
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Domina el lenguaje, domina tu mente.
Soy Pedro Ibar y esto es Emotion Me.
No hay nada más peligroso que un ser humano que no cuestiona las palabras que utiliza.
Las palabras son invisibles, pero moldean el mundo.
Hoy, en Emotion Me, hablamos de la herramienta más poderosa jamás inventada.
Y no nos referimos a armas nucleares.
Nos referimos al lenguaje.
Y cómo su dominio o su ignorancia puede determinar el destino de una nación o de su propia vida.
El lenguaje moldea el pensamiento.
Controla tu lenguaje y controlarás tu pensamiento.
Controla tu pensamiento y controlarás tu destino.
¿Alguna vez has sentido que no logras expresar con claridad lo que piensas o lo que sientes? Tal vez no sea tu culpa, quizá simplemente no tienes las palabras adecuadas.
Porque el lenguaje no sólo comunica ideas, las construye.
Un vocabulario pobre no es sólo un obstáculo para hablar, es una cárcel mental.
Imagina una persona que sólo conoce dos palabras para evaluar el mundo, bueno y malo.
¿Qué capacidad tendrá para analizar dilemas éticos, políticos, sociales o personales complejos? En cambio, si esa misma persona empieza a incorporar palabras como ambiguo, cuestionable, ético, estratégico, injusto, relativo, entonces su mente adquiere herramientas.
Su visión del mundo se expande y sus decisiones mejoran.
El lenguaje no sólo sirve para hablar con los demás, sirve para comunicarte contigo mismo.
Ahora bien, cuando el lenguaje se utiliza para manipular a otros, no sólo para manipularte a ti.
Pongamos un ejemplo real.
Hablemos de Joseph Goebbels, el arquitecto de la propaganda nazi.
Él decía, literalmente, cuando oigo hablar de cultura saco mi pistola.
Y no era una metáfora.
Sabía que la cultura, y con ella el lenguaje, moldea realidades.
Y que quien controla el discurso controla la percepción.
Si piensas que el lenguaje es inocente, estás en peligro.
Porque desde los discursos políticos hasta la publicidad, desde la prensa hasta las redes sociales, es más, este mismo podcast utiliza las palabras para generar una realidad en cada persona.
Nuestras palabras han sido secuestradas.
Hoy, la realidad, el mundo, tiene un lenguaje.
Porque se nos habla de crecimiento cuando hay explotación.
Se nos habla de reformas cuando hay recortes.
Se nos habla de paz cuando se negocia la rendición.
Y así llegamos al año 1923.
Y te voy a contar una historia real.
Una república que estaba en ruinas.
Bergadia.
La gente estaba desesperada.
El caos se palpaba en el ambiente.
En medio de esta oscuridad apareció un hombre.
Su nombre, Magnus Stad.
Este hombre no trajo pan, no traía armas y mucho menos dinero.
Sólo traía palabras.
Se subió a un estrado, encendió antorchas y dijo Nos han dicho que estamos derrotados.
Pero nos han mentido.
Nos han traicionado.
En ese momento la palabra traición se volvió gasolina para una población herida.
Este hombre no les ofreció soluciones.
Les ofreció un enemigo.
Y con sólo cambiar el lenguaje, cambió la historia.
Los desesperados se convirtieron en vengadores.
El miedo, en furia.
La apatía, en acción.
En un mes el gobierno cayó.
No se necesita violencia para conquistar una nación.
Se necesita el discurso adecuado.
Ahora bien, ¿qué significa esto para ti? ¿Significa para ti algo? Piénsalo.
¿Qué palabras utilizas a diario para describirte? ¿Hablas de ti como que estás estresado? ¿Estás perdido? ¿Estás aburrido?
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