Desarrollo personal: La Mariposa Blanca 1l6z28

Desarrollo personal La mariposa blanca En Japón había un hombre mayor llamado Takahama, quien había habitado desde joven una modesta vivienda que él mismo había levantado cerca de un cementerio, en la cima de una colina.

Era una persona muy querida y respetada por su bondad y generosidad, aunque la gente del lugar se preguntaba con frecuencia por qué vivía en soledad junto al cementerio y por qué jamás había formado una familia.

Un día, el anciano cayó gravemente enfermo y su fin se acercaba.

Su cuñada y su sobrino vinieron a atenderle en sus últimos momentos, prometiendo que estarían a su lado para lo que necesitara.

En especial, su sobrino no se apartó de su lado.

Una jornada, cuando la ventana del cuarto estaba abierta, una diminuta mariposa blanca penetró en la habitación.

El joven intentó ahuyentarla en varias ocasiones.

Sin embargo, la mariposa siempre regresaba.

Y finalmente, exhausto, decidió dejarla volar cerca del anciano.

Tras un largo tiempo, la mariposa salió de la habitación y el chico, intrigado por su conducta y asombrado por su belleza, decidió seguirla.

Este pequeño insecto voló hasta el cementerio que se encontraba al lado de la vivienda y se posó en una tumba, donde revoloteó hasta desaparecer.

Aunque la tumba era muy antigua, lucía limpia y bien cuidada, rodeada de frescas flores blancas.

Tras la marcha de la mariposa, el sobrino regresó a casa para encontrar que su tío había fallecido.

El joven corrió a mi oficina a informar a su madre sobre lo ocurrido, incluyendo la extraña conducta de la mariposa.

Ante lo cual, la mujer sonrió y le explicó por qué su tío Takahama había vivido allí.

Cuando era joven, Takahama se encontró y se enamoró de una joven llamada Kiko, con quien planeaba casarse.

No obstante, pocos días antes de la boda, la joven falleció.

Esto sumergió a Takahama en una profunda tristeza, de la que logró salir.

Sin embargo, decidió nunca casarse.

Y por ello, construyó la casa junto al cementerio para poder visitar y cuidar la tumba de su amada a diario.

El joven reflexionó y comprendió quién era la mariposa, dándose cuenta de que su tío Takahama finalmente se reunía con su querida Kiko.

Esta conmovedora historia habla sobre el amor, específicamente de un amor que puede superar el tiempo y la muerte.

Un amor eterno.