Cuando amar duele: Evitativo, desorganizado y el miedo al vínculo #64 55k1t

Bienvenidas y bienvenidos a Inquiétame. Hoy vamos a hablar de dos formas muy distintas de vivir el miedo al vínculo, el apego evitativo y el apego desorganizado.

Estilos que a veces se confunden con frialdad o inestabilidad, pero que en realidad son estrategias aprendidas para protegerse del dolor relacional. Este episodio, eso sí, no pretende justificar comportamientos dañinos. Entender el trasfondo de alguien no significa que tengas que quedarte si estás sufriendo. Tu bienestar siempre será lo primero y la historia del otro no le da derecho a dañar a nadie.

El apego evitativo suele desarrollarse en entornos donde expresar emociones no era bien recibido o simplemente no había espacio para ella. Desde pequeños estas personas aprendieron que lo más seguro era no necesitar a nadie. Y lo que vemos en la adultez son personas que, aunque desean conexión, se sienten incómodas con esa cercanía emocional.

Se protegen a través del control de sus propias emociones, la racionalización. De hecho, suelen tener como un enfoque muy práctico de las cosas, incluso a problemas emocionales aportar soluciones prácticas, donde ellos mejor se manejan. Y otra de las cosas que se les caracteriza mucho es esa represión, porque al final, como no lo muestran, esa parte emocional queda silenciada.

Puede que te suene esto, ¿no? Pareja tuya o contigo mismo o alguien que conoces. A ver, no es que no sientas o no sientan, es que aprendieron a no mostrar lo que sienten o incluso a desconectarse de lo que sienten para no sufrir. Su frase interna, su creencia más arraigada podría ser, mejor no me acerco demasiado porque seguro que me van a fallar.

Ellos también tienden a tener un discurso muy de, yo estoy perfectamente bien, solo o sola. Pero ya sabemos, como hemos hablado en otros podcast, que esto es más bien una defensa, un mecanismo de defensa que ellos tienen. Y no porque realmente no quieran amar y no quieran vincularse, sino porque no saben cómo hacerlo, porque nadie se vinculó con ellos cuando eran pequeños. Entonces, cuando lo hicieron o cuando intentaron hacerlo se sintieron invalidados o incluso abandonados, pues de adultos van a estar muy perdidos en este tema. Entonces, el terreno emocional es la parte más compleja para ellos.

Digamos que se quedan en la parte analítica, en la parte racional, en la parte de no siento, solo, pienso y busco soluciones que son más prácticas. Por otro lado tenemos el apego desorganizado, que es una mezcla entre el apego evitativo y el apego ansioso del que hablamos en el episodio anterior, que si no lo has escuchado lo puedes escuchar está por aquí, tú tienes un vistacito. Pero con un fondo mucho más doloroso. Suele aparecer en personas que vivieron vínculos contradictorios, traumáticos, en la infancia, quienes debían cuidar también, en cierto modo, hacían daño.

Y esa contradicción dejaba una marca muy profunda en estas personas. El cuerpo, digamos que su naturaleza les pide acercarse, pero cuando van a hacerlo se activa una señal de peligro que lo que hace es alejarles. Entonces tienen, igual que esa relación fue muy contradictoria para ellos, ellos tienen esa forma de vincularse. De repente se acercan, de repente se alejan y suelen ser relaciones muy intensas, muy impredecibles y emocionalmente agotadoras.

Sí, es el estilo de quien se aferra y rechaza a la vez, que busca la cercanía pero se ahoga en ella, que idealiza pero luego desvaloriza. Todo en la misma relación e incluso a veces todo en el mismo día. Y desde fuera se suele juzgar como inestabilidad o como drama, pero desde dentro hay un sufrimiento enorme, hay una herida que obviamente no supo gestionarse y aún sigue sin saber gestionarse.

Tanto el habitativo como el desorganizado están atravesados por un miedo profundo al amor real. No porque no lo quieran, ojo, sino porque no han tenido modelos seguros de cómo se construían. Exacto, y por eso uno se protege cerrándose y el otro se desorganiza entre que me acerco, que me alejo, todo el tiempo.

Y en el fondo ambos quieren lo mismo, sentirse seguros con alguien, pero sin dejar de ser quienes son ellos y eso a veces es una tarea muy complicada. Y, ojo, esto es importante, podemos tener rasgos de ambos estilos y a veces se activan según el contexto, según la persona, según la edad. El estilo de apego no es una etiqueta fija.

Muchas veces el apego habitativo es visto como alguien fuerte, independiente, racional, autosuficiente.