Alma Sans y las casas con baja energía. 1ec21

Bien pues, vamos rápidamente a tener comunicaciones.

Nos queremos todos tanto en este programa, tanto en este grupo de profesionales, este gran elenco de periodistas, catedráticos, doctores, investigadores, gente buena donde haya, aparecen en este tiempo de radio de luces en la oscuridad.

No solamente hay que tener una formación para dirigirse a nuestro público, sino también hay que tener un espíritu tierno, noble, bondadoso, cargado de sencillez y de humildad.

Amoroso, con mayúsculas, porque hablamos de cosas que tienen que ver con nuestras emociones, con nuestros sentimientos, con nuestra forma de entender la vida a nuestros semejantes.

Quien lo hace muy bien y sabe de lo que estoy hablando es nuestra consejera y guía espiritual, Alma Sanz.

Alma Sanz, muy buenas noches.

Buenas noches, Pedro, encantada, buenas noches a todos los oyentes, para mí es un placer.

Buenas noches, bienvenida, bienvenida en nombre de todo el equipo de ese gran elenco de profesionales que tenemos en este programa, gracias.

Mucho, además, unos grandes periodistas, muy, muy buenos, Pedro, los tienes.

Tenemos un buen equipo, sí, señora, me siento muy honrado y muy orgulloso del equipo que tenemos, la gente que tenemos trabajando en producción también y sobre todo todos los colaboradores que, como tú, gracias, verdad, sois parte de este programa.

Más pequeñita.

No, no, es que pequeñita, aquí ni pequeños ni grandes, aquí sois todos iguales y que sois los que, por los que vale la pena hacer este programa, la verdad.

Ay, qué bonito, gracias, Pedro.

Lo digo en serio, lo digo en serio, tú tienes un qué especial, lo tienes y no son muchos los que tienen ese don tan especial, Alma.

Bueno, las guías los tenemos.

Claro, las guías sí, pero hay muy pocas guías en el mundo.

Muy poquitas.

Hay gente que trabaja el mundo del misterio y gente que trabaja, por ejemplo, utilizando otro tipo de herramientas.

Sí, pero eso no es el mío.

Pero eso no es lo tuyo, eso no es lo tuyo, no, ni tienes nada que ver con evidencia ni con tarot.

No, no, no, para nada.

No, no, ni con la bola de cristal ni esas cosas, tú eres un hadita, eres un ángel.

Ay, gracias.

Uy, lo de hadita me gusta.

Más que ángel, sí.

También, también.

También.

Bueno.

Entre, a veces soy ángel y otras hadita.

Bueno, te tienes o celestial, o sea que no te quitas mérita ahora.

Pues sí, la verdad es que sí, es así.

¿Eres una mujer modesta? No, no, no, pero tampoco voy pregonando.

Está muy bien.

La gente tendría que estar encantadísima contigo, agradecerte todos los días tanto, tanto y tanto, porque es curioso, a veces tenemos alguna que otra llamada que sí, que está muy bien y la gente agradece y te da las gracias, pero es curioso porque no se quedan como...

Bueno, cada uno tiene su alma, Pedro.

Claro.

Hay almas maravillosas, hay almas agradecidas, hay almas...