
1876. El fracaso del ego y el triunfo del corazón 47z64
Descripción de 1876. El fracaso del ego y el triunfo del corazón 76o4j
En este audio hablamos de: 1. El ego como fuente de sufrimiento 2. El fracaso inevitable del ego 3. El verdadero sentimiento de triunfo se percibe al vivir desde el corazón 4. Dejar de lado la autoimportancia Música: 1. soundcloud.com/nhamer-garcia/hamer-metamorphosis 2. Valkiria. Nhamer García. https://www.youtube.com/watch?v=IwSu1nKgAo Si quieres invitarme a algo, puedes hacerlo aquí: 1. https://ivoox.librosgratis.biz//36379 2. Paypal: [email protected] 3. Transferencia a nombre de Álvaro Gómez Contreras en la cuenta: ES98 1491 0001 2930 0007 5447 Si quieres arme puedes hacerlo en : [email protected] 1a4l3j
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Muy buenos días. A mí la vida me ha dicho mira te voy a dar hasta en el por todos lados, en el carne identidad se suele decir. Te voy a dar por todos lados.
El que no lo entiende se hunde y se convierte en un juguete roto. El que lo entiende es alguien que se ha liberado. Fíjate lo que hace la vida por uno.
La vida es una constante frustración del ego. Yo te animaría a pensar una cosa.
¿Qué te ha dado el orgullo? No niego el orgullo. Sentirse orgulloso como estoy muy contento de lo que he hecho y lo he hecho bien, está muy bien.
Pero ¿qué te ha dado el orgullo? ¿Qué te ha dado defenderte como persona? Tú fíjate en nuestra cultura esto es en las redes sociales todo el día a todas horas poner la televisión son dos egos hablando y defendiéndose. No son dos personas intentando llegar a una conclusión, son egos defendiéndose.
Yo sé, tú no sabes, yo tengo razón, tú no.
¿Qué te ha dado? Es que si lo analizas dices no me ha dado nada, sólo me ha quitado energía, sólo me ha hecho perderme y ¿qué ocurre si no tienes que defenderte? Yo decía tendría que sacar una camiseta en la que pusiese la libertad es la ausencia de la necesidad de llevar razón. ¿Y por qué te puedes permitir no llevar razón nunca? Nunca. Porque tenemos la acción.
Podemos actuar. Entonces yo puedo ver una cosa, una manera de vivir y la gente puede parecer, la gente le puede parecer muy mal y yo puedo entregarme a intentar defender esa manera de vivir e intentar llevar razón.
Pero lo realmente poderoso es vivir eso. Mientras yo lo viva ¿qué necesidad hay de llevar razón? Y a veces he pensado hay necesidad de llevar razón cuando uno no está viviendo algo. Uno está todavía en el nivel del ego de intentar ser alguien, de intentar demostrar algo. No hay nada que demostrar, no hay ninguna valía que demostrar. Hay que vivir eso de lo que estamos hablando.
El ego se queda en palabras en general y en y en resentimientos y en pequeñeces, en sentirse un juguete roto. Todos somos juguetes rotos. Como sigamos al ego todos somos un juguete roto. No hay nadie que haya triunfado. Nadie. Y al final como tantas otras personas dicen, se lo he escuchado a varios deportistas que se han retirado últimamente, es lo que más me llena es el cariño de la gente. Al final es el cariño de la gente lo que más le importa de todo el viaje. El ego no llena.
Y todo el mundo, todo el mundo, hasta el más triunfador ha sido pisoteado.
La vida es un constante pisoteo del ego y como siga uno en el ego, uno se convierte en eso, en un juguete roto de la vida.
Que ha fracasado en todo, porque fracasamos en todo, en todo. Desde el punto de vista del ego, desde el punto de la vida, hemos triunfado. Somos gente que en la medida en la que sea es consciente y ha hecho su aporte desde su corazón, en la medida en la que haya sido, su inteligencia, su ética, su razón, a esta evolución de nuestra especie o a este desarrollo espiritual, a este autoconocimiento y ha tenido la experiencia que haya tenido. O sea, es desde el ego donde se mide el triunfo basado en lo social. Y en lo social, si lo miras bien, a todo el mundo la vida le ha pateado el ego.
Todo el mundo ha fracasado, todo el mundo. No ha habido nadie en la historia que haya triunfado. La gente ha ganado algunas batallas, pero pierdes la guerra, el ego pierde la guerra. ¿Por qué? Porque el ego muere.
De hecho, no ha nacido, es un conjunto de pensamientos, nuestra autoimportancia. Si vamos a morir, ¿qué autoimportancia tenemos?
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