Alguien Esconde Algo- Quehaceres Letales 1s6p1i

Ví a un hombre tumbado boca abajo con una herida de bala en la nuca.

Alguien le disparó, estilo ejecución.

Nada va a devolverme a mi hermano. Era un buen hombre.

Había alguien allí fuera y no teníamos ni idea de quién era.

Una teoría a investigar era que quizá no fue al azar.

A lo mejor ese empleado molesto decidió vengarse.

Había una relación sentimental en la oficina.

Él quería mantener unida a su familia.

En el instituto les daba miedo a todos, era una sociópata impredecible.

Él les dio dinero para que lo mataran.

Puede haber sido un asesinato por contrato.

Quería vivir como un mafioso rico.

Alguien escondía algo, la cuestión era quién se desmoronaría primero.

Cuando los asesinatos son difíciles de resolver y las pistas se enfrían, solo una cosa anima a los agentes de policía a seguir adelante, saber que alguien esconde algo.

¿Pero quién tiene la pista crucial que condenará al asesino? Alguien esconde algo.

Quehaceres letales.

Situada en el Medio Oeste Industrial, Merrillville, Indiana, es una ciudad dormitorio de la tercera ciudad más grande del país.

Es una ciudad dormitorio a las afueras de Chicago.

Básicamente es residencial.

Cuando piensas en Merrillville, piensas en negocios, algo de pequeña industria, pero sobre todo comercio minorista.

Nuestra tasa de crímenes es baja en comparación con zonas cercanas como Chicago o Gary.

La verdad es que no se cometen la clase de crímenes que se cometen en esas zonas más pobladas.

Pero una cálida noche de abril de 2003, solo tres días antes de Pascua, el pacífico encanto de la ciudad se rompe.

La policía de Merrillville recibió una llamada.

Una mujer denunciaba que alguien había disparado a su marido.

Los agentes se dirigen a la escena del crimen, el aparcamiento de un negocio local, J&J Industries.

J&J Industries se encontraba al sudeste de la ciudad, en nuestra zona industrial.

Aquello se llenó de sonidos y luces en cuanto llegaron los primeros agentes.

La policía encuentra a una mujer en el aparcamiento desconsolada y conmocionada.

Su esposo está tendido en el suelo sin moverse al lado de su Cadillac.

Lo declaran muerto allí mismo.

El inspector de la policía de Merrillville, Donald Toth, se encarga de la investigación.

Bueno, al ser el inspector, me llamaron inmediatamente y fui allí.

Fue a última hora de la tarde, creo que sobre las nueve y media.

La zona ya estaba acordonada, ya se había delimitado como escena del crimen.

El agente Robert Wiley también fue asignado al caso.

Vi a un hombre blanco tumbado boca abajo con los brazos algo separados del torso.

Tenía una herida de bala en la nuca.

Cuando examinamos el cuerpo, al principio pensamos que se trataba de un robo.

No tenía la cartera en el bolsillo.

Pero descubren otros artículos de valor que ningún ladrón habría pasado por alto.

Seguía llevando un reloj Rolex enorme.

Un Rolex de oro cuesta mínimo 15.000 dólares y al llevarlo en la muñeca es fácil cogerlo.

Sus anillos seguían allí, sus llaves seguían allí, así que lo único que faltaba era la cartera.

Y todas esas cosas no encajan para nada con el típico robo al que estamos acostumbrados.

Encontramos dos casquillos que indicaban que el arma utilizada era seguramente una semiautomática porque ese tipo de armas expulsa al casquillo usado.

Había un envase de cartón con comida en el suelo del aparcamiento, justo al lado de los casquillos.

Los agentes se enteran de que la mujer es Judy Parker, de 33 años.

La víctima, su esposo John Parker, es el exitoso propietario de una franquicia de aspiradoras, J&J Industries.

La policía pide a Judy que describa lo que ocurrió antes del tiroteo.

Obviamente estaba afectada por la situación, como estaría cualquiera.

Se tranquilizó un poco y me hizo un breve resumen de lo ocurrido.

Esa noche, John y Judy salieron a cenar.

Mientras cenaban, recibieron la llamada de una de sus hijas, diciéndoles que se había olvidado los deberes en la oficina.