“Me lo ordenó una voz”: el perfil del asesino visionario 2r236s

Dime, ¿alguna vez has imaginado que alguien mataría porque una voz en su cabeza se lo ordenó? Hoy arrancamos una nueva sección, breve pero intensa, donde te explicaré conceptos clave del mundo de la criminología.

Y vamos a empezar con uno de los perfiles más inquietantes, el asesino visionario.

Muy buenas, yo soy Lux y bienvenidos un día más al oscuro corazón de Argam.

Muchísimas gracias de verdad por escuchar mi podcast, estoy muy contenta con vuestros corazoncitos en iVoox, por vuestras suscripciones, por vuestros comentarios y sí, hoy empezamos una sección nueva en la que os traeré una vez a la semana un concepto sobre criminología para que tengáis más claro de lo que estamos hablando y para que presumáis con vuestros amigos y esas cosas.

De verdad, muchísimas gracias, estos episodios son exclusivos para fans, si te gustan por favor déjame un comentario para saber que te gusta esta sección.

Si quieres que te explique algún concepto sobre criminología, por favor, déjamelo y yo pues lo haré, que ya que estoy estudiando la carrera, pues saquémosle partido.

Y bueno, sin más, empecemos con, iba a decir este caso, pero empecemos con esta nueva sección.

Un asesino visionario es aquel que comete crímenes impulsados por delirios o alucinaciones.

Generalmente estas personas padecen trastornos mentales graves, como esquizofrenia o brotes psicóticos, y sus actos no están motivados por placer, poder o beneficio.

Ellos matan porque en su mente creen que alguien, una voz, un dios, un demonio o cualquier entidad les ha dicho que deben hacerlo.

Esta categoría forma parte de la famosa tipología de asesinos seriales elaborada por Holmes y de Burger, donde los visionarios son los que menos control tienen sobre sus actos.

Pero ¿qué hace diferente a un asesino visionario? Vamos con los rasgos principales.

El primero, motivación psicótica.

No matan por placer ni por beneficio, matan porque creen que es algo necesario o porque alguien o algo se lo exige.

El segundo, desorganización.

Sus crímenes suelen ser impulsivos y caóticos.

No planifican, no ocultan los cuerpos ni buscan reconocimiento.

Seguimos con desorden mental.

Suelen padecer enfermedades graves y muchas veces sus actos son consecuencias directas de un brote psicótico.

Seguimos con sin placer criminal.

A diferencia de otros asesinos seriales, no disfrutan del acto, sino que sienten que están cumpliendo una misión.

Para entenderlo mejor, te traigo un ejemplo real.

Herbert Mullin, un asesino que actuó en California durante los años 70.

Mullin estaba convencido de que si no mataba gente, un gran terremoto acabaría con el Estado.

Sus clientes, en su cabeza, aseguraban que sus crímenes eran la única manera de evitar la catástrofe.

Mullin no buscaba notoriedad, no buscaba placer, ni siquiera buscaba dinero.

Sólo obedecía lo que él creía que eran órdenes divinas o cósmicas.

Por eso es un claro ejemplo de asesino visionario.

Otro caso que, por ejemplo, tenéis en el canal es el de Richard Chase.

Este es otro clásico de asesino visionario.

Desde finales de los años 70, asesinó brutalmente a seis personas en California.

Chase sufría de esquizofrenia paranoide y estaba convencido de que su sangre se estaba pudriendo, que alguien lo estaba envenenando y que, para sobrevivir, debía beber la sangre de sus víctimas y comer sus órganos.

Lo más perturbador es que no mataba por placer ni por dinero, mataba porque creía que si no lo hacía, su cuerpo moriría.

Su delirio lo llevó a cometer actos atroces sin ningún tipo de planificación o motivación racional.

Otro ejemplo es el de David Berkowitz, conocido como el hijo de Sam.

Aterrorizó Nueva York entre 1976 y 1977.

Durante mucho tiempo, la policía y los medios pensaron que sus crímenes eran obra de un asesino calculador.

Pero cuando fue arrestado, Berkowitz declaró que mataba porque un demonio que, según él, hablaba a través de su vecino y de su perro, le ordenaban hacerlo.

Aunque con el tiempo se descubrió que su versión podría haber sido una estrategia para declararse insano en el proceso judicial, durante los asesinatos él realmente creía que estaba cumpliendo las órdenes de esas voces demoníacas.