2.- La Regenta de Leopoldo Alas Clarín. 1et4b

Audios dos página diez en la gran nave central del tras coro había muy pocos fieles es partidos a mucha distancia en las capillas laterales abiertas en los gruesos muros sumidas en las sombras se veía apenas grupos de mujeres arrodillados o sentada sobre los pies rodeando los concesionarios aquí y allá si el leve rumor de la plática secreta de un sacerdote y una devota en el tribunal de la penitencia en la segunda capilla del norte la más oscura don fermín distingue dos señoras que hablaban en voz baja siguió adelante ellas quisieron ir tras el llamar pero no se atrevieron le esperaban le buscaban y se quedaron sin el al cobro dijo una de las damas y se sentaron sobre la tarima que rodeaba el concesionario sumido en tinieblas irá en la capilla del magistral en el altar había dos candelero de bronce sin velas sujetos con cadena millas de hierro delante del retablo estaba un jesús de nazaret detalla los ojos de cristal tristes brillan en la oscuridad los reflejos del vidrio parecían una humedad fría era el rostro de un enemigo la expresión a manera del gesto anunciaba una idea fija petrificado en aquello los labios finos quien aquellos pómulos afilados como gastados por el roce de besos de votos sin detenerse paso la magistral junto a la puerta de escape del coro llegó al crucero la bahía que corre corre a la capilla mayor estaba cerrada don fermín que iba a las a cristian dio el rodeo de la nave de tras saltar planteada por otra crujir de capillas frente a cada una de estas empotrado en la pared del si te había haces de columnas entre los que entre los que se ocultaban sendos concesionarios invisibles hasta el momento de colocarse en frente de ellos allí comúnmente ataban y desatan culpas los beneficiados de uno de estos escondites salió al pasar el profesor como una perdiz levantada por los perros el señor custodio el beneficiado pálido el rostro menos las mejillas encendidas con un tinte cartel sudaba como una pared húmeda el magistral miró al beneficiados y en sonreír pinchándole con aquellas agujas que tenía entre la blanda crazy tu de los ojos con los suyos da un custodio y paso cabizbajo confuso aturdido en dirección al coro era cruise sitio además tenía aires de comisionista francés vestido con traje talar muy pulcro y elegante el cuerpo viento horneado se lo tenía debajo del panteón populoso un rockets que parecía prendas mujer y sobre la cual ostentaba la moqueta ligera de seda propias de su beneficio este don custodio era un enemigo doméstico un beneficiado de la de la oposición creía o por lo menos o por lo menos propia álava todas las injurias con que se quería derribar al profesor el envidiaba por lo que pudiera haber de cierto en el fondo de tantas calumnias de paz le despreciaban la envidia de aquel pobre clérigo le servía para ver como en un espejo los propios méritos el beneficiado iraba el magistral creía en su porvenir se le figuraba obispo cardenal favorito en la corte influyentes los ministerios en los salones mimado por damas y magnates la envidia del beneficiado soñaba paradón fermín más grandezas que el mismo magistral veía en sus esperanzas la mirada de este fue enseguida rápida y rastrero al concesionario de que salía el envidioso arrodillada junto a una de las celos hijas vio una joven pálida con hábito del carmen no era una señorita debía ser una doncella de servicio una costurera cosas y pensó el magistral tenía los ojos cargados de una curiosidad malicioso más irritada que satisfecha se es antiguo como si quisiera la señal de la cruz y se recogió y se recogió sentada sobre los pies a saborear los pormenores de la confesión sin moverse del sitio picada el concesionario lleno todavía del calor y el olor de down custodio el magistral siga adelante dio vuelta a la site y entró en las a cristian era una capilla en forma de cruz latina grande fría con cuatro bóvedas altas a lo largo de todas las