196. En los momentos duros de la vida, puedes dar lo mejor de ti | Álex Rovira 2uj64

Querida amiga querido amigo cómo estás volvemos a los relatos volvemos a los cuentos en este caso hablando de resiliencia y de la unanimidad deseo compartir contigo a un relato breve de la sabiduría popular que adaptamos con mi querido sc miralles en el libro cuentos para niñas y niños felices concretamente es el cuento número once lleva por título el agua hirviendo el subtítulo dice en los momentos duros de la vida se puede dar lo mejor de una misma o de uno mismo y comienza así aquel jueves tocaba química y estaban todos en el laboratorio de nuevo pedro había llegado a clase con cara de pocos amigos era uno de los niños de mueca torcida que parece que siempre lleven un nubarrón sobre su cabeza siempre estaba triste o enfadado y se quejaba de que nada le salía bien eso sorprendía a sus compañeras y compañeros porque pedro sacaba buenas notas era apreciado por todos e incluso tenía a bobby un perro muy fiel y muy divertido para aquella práctica de laboratorio el profesor les reservaba una lección curiosa consistía en poner a hervir agua en tres recipientes transparentes cuando el agua alcanzó los cien grados centígrados introdujo dos zanahorias en el primer recipiente en el segundo recipiente puso tres huevos y en el tercero dos puñados de granos de café sin mediar palabra los estudiantes contemplaron como las zanahorias los huevos y los granos de café se transformaban por la acción del agua hirviendo do tras veinte minutos de cocción el profesor pidió a sus alumnos que sacaran los alimentos del agua con mucho cuidado y los pusieran en tres goles en el primero las zanahorias cocidas de un color naranja brillante en el segundo se pusieron los tres huevos y tras colar los granos de café el agua resultante lleno el tercer bol entonces el maestro preguntó al estudiante malhumorado pedro qué ves en estos tres goles que voy a ver más que zanahorias huevos y café protesto de acuerdo pedro tiene razón en apariencias lo que hay a petición del profesor los alumnos tocaron entonces los alimentos comprobaron que las zanahorias se habian ablandado rompieron la cáscara de los huevos y vieron que bajo ella la yema y la clara se habían compactado y luego finalmente olieron el rico café y un par de chicas incluso le pidieron al profesor tomar unos sorbos y todo esto para qué profesor se quejo pedro significa que somos cocineros en la clase de química dijo con ironía más o menos respondió el maestro fijaros que todos los alimentos han tenido que luchar contra la misma adversidad es decir que los sirvieran y cada uno ha reaccionado de modo diferente la fuerte zanahoria se ha ablandado el frágil huevo de corazón líquido se ha endurecido y los granos de café son especiales que han hecho nadie se atrevió a contestar por miedo a meter la pata el profesor siguió ellos no han cambiado pero sí han transformado a su enemiga el agua pero tú que eres con que te alimentó te identificas porque la verdad es que eres un poco cascarrabias que quiere decir preguntó ofendido pedro quiero saber replicó el profesor si te sientes como una zanahoria que parece dura y acaba siendo débil o como un huevo que era líquido y se adaptaba su cáscara pero con la adversidad se ha endurecido pedro contraatacó y no dejó seguir al profesor profesor a veces las cosas se ponen difíciles y nos ablandamos o una decepción nos hace más duros y pesimistas no lo dudó pedro dijo cariñoso el profesor pero una tercera vía ser como los granos de café modifican el elemento que les produce dolor es decir el agua que los hierve e incluso en el punto de m dolor sufrimiento en la ebullición le dan al agua su mejor esencia su delicioso sabor y aroma cuando la situación se complica entregan lo mejor de sí mismos y contagian su esencia al entorno y así es la vida pedro chicos y chicas cuando aparezcan los problemas podéis elegir entre si queréis y decidí ser zanahoria huevo o café que preferís y esta es la breve lección el bonito relato quizás cuando hablamos de resiliencia y ahora ya sabemos que fue boris cyrulnik neurólogo que tuvo una infancia desdichada