173| Madres de niños con TEA: Testimonios que inspiran. Con Esther Nogueira 5ob49

¡Hola a todos! Bienvenidos al podcast del autismo, a nuestra cuarta temporada. Esta
mañana me he levantado, he revisado los episodios que habíamos grabado, que ya son casi 180,
y sería la cuarta temporada. Así que, bueno, bienvenidos a la cuarta temporada del podcast
del autismo. Espero que seamos capaces de ofrecer los contenidos que os interesen, y
también os pido que nos vayáis escribiendo y diciendo sobre qué queréis que hablemos.
Vamos a empezar con nuestra vocación, que son las familias. Así que hoy tenemos aquí
a una mamá, a una madre, que nos ha acompañado desde que se fundó Gatea, y con la que tengo
muchas ganas de tener una conversación. Y bueno, recordaros que nos podéis escribir
a través de las redes sociales, a través de YouTube, todas las plataformas de audio
de podcast, y después llamarnos por teléfono para todo lo que queráis. En este podcast,
cada invitado y nosotras podemos decir lo que nos considere oportuno. Cada uno es responsable
de lo que dice, pero cada uno puede decir lo que quiera, porque está patrocinado por Gatea
y está patrocinado por la UFV, la Universidad Francisco de Victoria de Madrid, y tenemos
manga ancha para poder decir y hablar de todo lo que nos interese, de todo lo que os
interese. Así que, bueno, no me dilato mucho más. Hola, Esther.
Por fin. Nos están grabando porque podcast tú y yo nos hacemos constantemente.
Todos los lunes, todos los lunes.
Todos los lunes un podcast, porque nos conocemos desde hace...
Pues 12 años, 12 años pueden ser.
Yo creo que sí.
Cuando empezó Lucas, con 20 meses.
Cuando Lucas era muy pequeñito y estaba todavía sin diagnóstica.
Sí.
Estábamos hablando antes de grabar. ¿Te acuerdas de aquella época?
Me cuesta, me cuesta porque al final el día a día me consume, me meto en la rutina y me
cuesta. Cuando nosotros empezamos a ver cosas, él era más pequeño. Empezaba a saber cosas
que no cuadraban. Yo además, Lucas, mi hijo, tiene una prima que se lleva en un día de
diferencia. Entonces, claro, las cosas que yo veía en mi sobrina, yo veía que mi hijo
no las hacía, no las hacía. Pero bueno, había una voz en mí que decía, bueno, pues
será porque no va a la guarde. Bueno, pues será porque es niño y va más lento. Bueno,
pues será, yo qué sé, buscaba mil disculpas. Pero había una voz, una voz interior que
nos decía, esto no está bien, esto no está bien. Y bueno, pues para mí el momento fue
cuando mi marido, que él, bueno, de autismo y de todo esto, pues no ha habido a hablar
nunca. Pues me dijo, dice, yo no le veo bien, no le veo bien. He estado buscando por Internet
y hay algo que he visto que es trastorno del espectro autista, dice, y yo creo que
Lucas tiene eso. Y yo recuerdo que en ese momento, además lo recuerdo, estaba en casa
de mis padres. No puedo decir el resto, pero de ese momento sí que me acuerdo que me caí
de rodillas al suelo, empecé a llorar y me rompí.
Es que tú eres psicóloga.
Yo soy psicóloga, yo soy psicóloga y nunca pensaba que los derroteros me iban a llevar
por aquí. Pero sí, entonces claro, la palabra autismo sí estaba en mi cabeza. De hecho,
yo había trabajado con personas con autismo y a no ser lo que hace la mente. O sea, no
quería verlo, pero porque además a lo mejor por haberlo visto, sabían lo duro que era
y no quería verlo. Pero claro, ya en cuanto mi marido lo dijo en alto, ya dije, ya está.
O sea, no puedo, o sea, no puedo seguir ocultando eso. Y bueno, pues como digo yo, con todo
ese dolor, porque fue muy... Es que además lo recuerdo eso como ruptura. O sea, te rompes,
te rompes por dentro. Yo no lo he vuelto a sentir. Nunca he sentido otras sensaciones
muy dolorosas, pero eso sí, no he vuelto a sentirlo. Y bueno, pues a partir de ahí,
pues bueno, además me acuerdo que en ese momento también se te pasa por la cara. En un segundo,
cuando he oído a gente, no de estos temas, pero a lo mejor en accidentes de coche y tal,
en un segundo se te pasa todo por delante, pues yo lo describiría igual. En ese segundo
fue no va a hablar, no va a ser independiente, no va a poder conseguir todos los planes que
yo tengo, no va a poder ir al colegio con su hermano. En un segundo todo eso se me pasó
y se rompió, se rompió. Y bueno, pues a partir de ahí te echas todo ese dolor a la espalda
porque no te queda otra. Y bueno, pues empiezas con el periplo de buscar a personas que estén
formadas para trabajar en terapia. Empiezas con los certificados de discapacidad, pues con todo
el tema de dependencia, con el tema del colegio, aulate, atención temprana.