Viernes Santo – La obediencia – Christian de Chergé 6xv4n

La obediencia viernes santo catorce de abril de mil novecientos noventa y cinco fe al perfecto musulmán el único sin duda está muerto y de esa manera insoportable comprendemos bien a los musulmanes y todos aquellos que buscan una escapatoria a este desenlace fatal por el honor de dios no dios no pudo creer eso frente y ese sumisión última una voz murmura simplemente como eneko alzando lila de garantías aleluya dios se lavado y todavía cada uno se dice como para darse más confianza actuó estaba escrito el mismo sap y bien que si se cumplirían las escrituras el grito todo se ha cumplido pero entonces padre como puedes dejarnos decir que la aprendió la experiencia cómo es posible que eso este escrito en tu libro la obediencia es el desde siempre y para siempre su manera de ser dios en dios tú lo sabes de ser el mismo vuelto hacia ti con todo su ser soberanamente libre el recibimiento y el deseo de tu beneplácito desde toda la eternidad no hay más que si en el tú has dicho él es el hijo de tu felicidad allí el te hace padre en plenitud fuera de él nos sabría concebir la obediencia cuando quisiste enseñarnos la nos dijiste escuchando él era el oído queda al verbo su consistencia su audición él era la imagen que crea la semejanza él era la verdad que da libertad aquellos que practican el tenía la filipinas del cordero y la seguridad del pastor que conocía el camino la obediencia fiera su vida como imaginar que puedo morir entonces padre porque dejarnos creer que el aprendió la obediencia él fue precisamente eso entre nosotros obediencia las escrituras está claro pero también los acontecimientos y a los hombres que hicieron lo que quisieran hubo un primer si para recibirlo en este mundo que maría le prestó por adelantado y tu lo habrás escuchado ese sí de la agonía desolada ofrecida para que se hiciera tu voluntad más que la suya hay también otro pobres y tan vacilantes que nosotros intentamos decir porque él no os lo enseño cuantas deseamos rezar como es debido que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo pero lo que tú no sabías padre lo que aprendes ahora contemplando la cruz con el mismo esto porque nosotros en esto se transformó la obediencia entre nuestras manos desde que tú nos la confía este esto tesoro en el paraíso donde se podía vivir la libertad de los hijos de dios nosotros hemos disfrazado y despiadados de su fuente hechas se volvió todo aquello que el aprendió su propia costa nuestros caprichos y nuestras terquedad es nuestras rebeliones y nuestros esclavitud es nuestros complicidades nuestras tiranía tuve eso que es un callejón sin salida mentira y muerte y que nos desnaturaliza en la escuela que otro padre diferente a ti el homicida en esta escuela hemos aprendido a gustar la fruta prohibidas de la desobediencia hemos aprendido incluso observar tus palabras haciendo temblar distinto por cierto no fue un nombre de tu ley como lo condenamos si padre el haber aprendido realmente lo que cuesta encarnar la obediencia del hijo único contra corriente a contra de esta humanidad que te había construido un templo solo para traficar oculto y ahora con el ladrón la proclama mos este no hizo nada malo siempre ha obedecido somos nosotros quienes por su sufrimiento nos hemos aprendido la obediencia contemplando sorprendidos ese gran camino abierto el corazón de un hombre que escucho solamente tu corazón para liberar mejorar nuestro solo que padre es tan largo aprender a obedecer así serían necesarios todos los días está la eternidad entonces aquel que te complacido porque se sometió a todos no obedece ley cuando sea fiel asimismo pidiendo que nos perdones una y otra vez porque no sabemos lo que hacemos