tu maldad te castigara/Edgar Calderon/Palabra Ungida 3c3j4q

Y ahora pasamos al consejo de la palabra del señor con el pastor evangelista edgar calderón aleluya sea bendito el nombre precioso de cristo salmo 119 y su verso 67 gloria sea el nombre precioso de cristo jesús aleluya estamos carísimos de que tu cristo dice la santa palabra antes que fuera yo humillado antes que fuera yo humillado descarriado andaba más ahora guardo tu palabra que a mi favor cierre la biblia y dígalo conmigo antes que fuera yo humillado descarriado andaba más ahora guardo tu palabra que se nos quede con los ojos cerrados Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba, más ahora guardo tu palabra. Una vez más, antes que fuera yo humillado, descarriado andaba, más ahora guardo tu palabra. Gracias Señor. Amén.

Para poder entender, carísimos de Jesucristo, la magnitud de este texto, tenemos que remontarnos hacia atrás al primer pecado de la historia. ¿Y cuál es el primer pecado de la historia? No, no fue homosexualismo, no fue adulterio, no fue fornicación, no fue hurto, no fue asesinato. El primer pecado de hecho ni se cometió en carne. El primer pecado no tiene perdón ni tendrá perdón jamás porque no se cometió en carne, se cometió en espíritu.

Y es que todo pecado que el hombre comete, lo comete en la carne y por eso Jesucristo pagó el precio en carne, para redimirnos de todos los pecados de la carne. O sea, todo pecado de la carne alcanza perdón por la sangre del Señor Jesucristo. Pero los pecados que se cometen en el espíritu por los tales dice la palabra ni roguéis, ni pidáis.

O sea, el pecado, el primer pecado, el pecado original, no adámico, sino preadámico, se cometió en el mismo cielo. Fue el padre de todos los pecados. Fue una rebelión espiritual donde Lucifer, que quiere decir luz bella, se convierte en Satanás, que quiere decir adversario, que quiere decir enemigo. Él se creyó tan santo, tan bueno, tan puro, que dijo ¿qué me impide a mí ser igual que Dios? Y él pensó que tenía toda la razón y era tal el conocimiento de su autopropia razón que atrajo detrás de él la tercera parte de los ángeles del cielo. O sea, hermano, usted no se asuste porque una iglesia se divida, si hasta el cielo se lo dividieron al Señor. Yo creo que ese Satanás es tan divisor que ya dividió el mismo infierno, porque eso es terrible, hermano Amado.

O sea, la rebelión es sinónimo de la ostinación, la ostinación es como la hechicería, la hechicería es como la fornicación. Pero mire, la rebeldía, la rebeldía que se ejecutó en el cielo, trajo un conflicto de los siglos y luchaba el dragón y sus ángeles y luchaba el ángel y sus ángeles y Satanás fue derribado, fue destronado, fue echado fuera. Pero Dios en su infinita misericordia no quiso destruirlo y pulverizarlo en el acto porque no hubiese sido justo de parte de Dios, sino que