Cuando Dios estira Tu proceso /Edgar Calderon/ Palabra Ungida 3d496e

Y ahora pasamos al Consejo de la Palabra del Señor, con Edgar Calderón.

Si Dios está estirando tu proceso, es porque quiere glorificar su santo y bendito nombre.

Pero algo sí, grábeselo, que le quede en la mente.

Usted no va a perecer, su batalla no se va a perder.

Dios no ha perdido ni una sola lucha, no ha perdido ni una sola batalla.

Vamos a estar de pie en este momento y vamos al Salmo 34 para la gloria del Señor.

Salmo 34 para la gloria del Señor.

Un Salmo que cada vez que lo leo revoluciona mi alma, mi mente, mi corazón, porque enseña una gran verdad de búsqueda permanente.

Salmo 34, 1, dice la Palabra del Señor.

Bendeciré a Jehová en todo tiempo, su alabanza estará de continuo en mi boca.

Eterno Dios, bendito Padre, Santo y Soberano Salvador, no puedo menos, Señor, que honrarte, glorificarte y bendecirte porque Tú has sido bueno, has sido hermoso, bendito y maravilloso.

Y te suplico, Señor, que hoy hables a nuestras vidas, que llenes nuestros corazones y que nos enseñes a buscarte, Señor, como Tú mereces que te busquemos.

Sea bendito y alabado Tu nombre. Amén. Por ahí sentado.

Queridos hermanos, si hay un hombre que realmente tuvo apasionantes aventuras, si a ustedes les gustan las películas de acción, yo les recomiendo que lean la Biblia.

Y especialmente en este tiempo, para los niños, la Biblia se les puede enseñar de una forma didáctica, como por ejemplo utilizando la aplicación de Superlibro.

Y ahí los niños ven con las figuritas exactamente lo que pasó en el tiempo bíblico.

Y para nosotros también tenemos mucha ayuda audiovisual.

En muchas plataformas cibernéticas podemos poner las historias bíblicas, que realmente ahí tenemos drama, tenemos acción, tenemos hasta comedia, hermano.

Todo lo que pasó en la Biblia es algo realmente maravilloso.

Hay cosas que uno lee la Biblia y se ríe. Por ejemplo, Jesucristo estaba predicando un tremendo mensaje, estaba dando un mensaje súper especial y de pronto se para un atarantado, disculpen el hebreo, y le pregunta, maestro, maestro, maestro, maestro, dile a mi hermano que parta la herencia conmigo.

A mí me da risa, ¿no es cierto? Imagínense usted, el Señor Jesucristo hablando del reino de los cielos, y un tipo ahí esperando que el maestro fuera a partir la herencia.

Pero hay cosas que usted puede encontrar en la Biblia. La Biblia es un libro súper entretenido.

Lo que pasa es que nosotros no lo entendemos.

Pero ahí cuando nosotros leemos el libro de los Salmos, es la narrativa, retórica, poética de un sinfín de aventuras, porque David tuvo muchos aciertos, muchas conquistas, muchas victorias, pero también reverendas metidas de pata.

Errores que le costaron unas consecuencias tremendas, porque Dios perdona el error, pero la consecuencia se paga.

Usted puede hacer con su vida lo que usted quiera.

Si a usted le gusta tomar su caldetín y chupárselo, lo puede hacer.

Pero eso sí, la consecuencia la va a pagar.

La vida es como un restaurante.

Usted llega al restaurante y pide lo que quiera, pero antes de salir, tiene que pagar la cuenta.

Recuerdo una vez un amigo recién venido, lo llevaron a McDonald's, y le digo, el tipo que lo había invitado, mirá, le digo, se me olvidó la cartera.

Así que me haces favor, te sentás aquí, le digo, y poco a poco haces como que vas al baño, te pegás a la pared, y cuando nadie te mire, salís corriendo y te metés al carro.

Y el hombre llega al apartamento y cuenta a los demás que ya tenían tiempo de estar ahí, hoy me pasó algo muy desagradable, fulano de tal me llevó al McDonald's,